Wimbledon: Murray aguantó el bombardeo para quedarse con la corona por segunda vez
Con un juego simple, pero perfecto, el escocés entró en la historia de su país como el primero desde 1936 en ganar más de una vez el torneo jugado sobre hierba.
Sin mayor contrapeso y con un juego perfecto, Andy Murray derrotó al canadiense Milos Raonic y sus bombardeos desde la línea de servicio en tres disputados sets y se quedó con el título de Wimbledon, el segundo de su carrera, al vencer por 6-4, 7-6 (3) y 7-6 (2).
Es apenas el segundo británico en ganar más de una vez Wimbledon desde que Fred Perry lo consiguiera en tres ocasiones consecutivas (1934 a 1936).
Murray logró así su tercer Grand Slam, tras quedarse con el Abierto de Estados Unidos en 2012 y Wimbledon en 2013, en una carrera en la que alcanzó tarde la excelencia que siempre buscó y que muchos pensaron que llegaría antes.
Ahora, con 29 años, el escocés se consolida como el segundo mejor tenista de la actualidad, pero sería una utopía pensar que alguna vez llegará a ser el número 1, considerando la contundencia y los números de Novak Djokovic.
Hoy, en el All England, a pesar de que Raonic se mantuvo siempre en el partido, forzando el tie break en el segundo y en el tercer set, el británico jamás perdió su servicio y dio la impresión de que por más que intentara, el canadiense sería incapaz de poner en jaque la victoria de Murray.
Ni siquiera sus saques a 230 kilómetros por hora fueron suficientes para que Raonic lograra inquietar sobremanera al escocés, quien se llevó los tie-breaks con pasmosa facilidad.
“Jugué muy bien y hay que elogiar también a Milos, que tuvo unas semanas magníficas sobre hierba. En semifinales eliminó, en un partido fantástico, a Roger Federer; y no mucha gente puede decir eso”, dijo Murray ante su público.
Aseguró que esta vez disfrutará más el título que la primera vez, porque ahora no tuvo el estrés ni el nerviosismo de la primera. “Esta noche voy a disfrutarlo más. Lo aseguro”, dijo entre lágrimas.