Wimbledon: Federer agiganta su figura y va por más

Imagen del autor

Por Andrés Alburquerque
Actualizado el 7 de julio de 2016 - 3:35 pm

Al borde de los 35 años, el suizo sigue batiendo marcas históricas tras en su paso a semifinales con un triunfo épico ante el croata Marin Cilic: es el semifinalista más viejo en Londres desde 1974.

Cuando parece que no quedan elogios para Roger Federer, el suizo se encarga de añadir un toque de magia a su ya prodigiosa carrera. Ayer, ante un Marin Cilic realmente inspirado, el de Basilea se tuvo que esforzar al máximo -lo que en su caso equivale a hacer un tenis perfecto- para remontar dos sets y quedarse con la victoria por 6-7 (4), 4-6, 6-3, 7-6 (9) y 6-3.

El cuarto set, que le permitió definir en el siguiente tras tres horas y 17 minutos, es quizás la mejor demostración de tenis de este año. Con sus reveses “subterráneos” o paralelos pegados a la línea, Federer demostró que su leyenda puede incluso seguir creciendo.

A un mes de cumplir los 35 (8 de agosto), Federer se convirtió en el jugador de mayor edad en llegar a las semifinales de Wimbledon desde 1974, cuando el mítico australiano Ken Rosewalllo consiguió con 39 años y 246 días.

Federerno está acabado y los toques de su varita mágica siguen deslumbrando y rompiendo records. Por ejemplo, sumó 307 victorias en torneos de Grand Slam, una más que Martina Navratilova y empató dos records históricos de Jimmy Connors: llegó a 11 semifinales y a 84 triunfos en Wimbledon.

También tiene 17 títulos de Grand Slam (es el más ganador), 27 finales, 40 semifinales (récord), 48 cuartos, 56octavos y 307 victorias en total.

Además, con la remontada de dos sets alcanzó al alemán Boris Becker y al estadounidense AaronKrickstein, los otros jugadores que también lograron imponerse 10 veces en esas condiciones. Les siguen, con nueve, Andy Murray y Todd Martin, mientras Jimmy Connors llegó a ocho.

Federer, quien alcanza así su cuadragésima semifinal en Grand Slams (récord absoluto, por encima de las 31 de “Jimbo”Connors), sigue en carrera por su 18° título “grande” y su octava corona en el All England.

“El sueño continúa. Luché mucho y jugué muy bien al final del encuentro. Es raro ganar partidos así y tuve mucha suerte durante el encuentro. Salvé tres match points, y un 0-40 cuando estaba dos sets abajo y el marcador 3-3. Es un momento en el que ya no controlas nada, pero luché, lo intenté y creí. Y al final lo conseguí”, dijo tras el partido.

“Estoy sorprendido de mí mismo. Estaba muy preocupado al llegar aquí, pues sólo pensaba en pasar la primera semana… Pero a estas alturas de mi carrera, por la temporada que tuve, ganar un partido así es una sensación única”, añadió el suizo, con esa humildad que encanta e incomoda a la vez.

Quizás porque sabe que tiene un deuda pendiente: no gana un título de Grand Slam desde 2012, precisamente cuando conquistó su séptima corona en Wimbledon.

Por de pronto, mañana, frente a Milos Raonic, tendrá que luchar por llegar a la final. El canadiense eliminó ayer al estadounidense Sam Querrey, el verdugo de Novak Djokovic, por 6-4, 7-5, 5-7 y 6-4.

La otra semifinal la protagonizarán el checo que siempre está pero nunca llega, Tomas Berdych, quien superó al francés Lucas Pouillepor 7-6 (4), 6-3 y 6-2, y el número 2 del mundo, Andy Murray.

El escocés también dio ayer una lección de gran tenis y pundonor, y tuvo que poner en cancha toda su experiencia para superar a otro que hizo un partido redondo: el francés Jo-Wilfried Tsonga. Al final, Murray venció por 7-6 (10), 6-1, 3-6, 4-6 y 6-1.