(VIDEOS) Columna de José Roggero: Los únicos verdugos del Madrid
Benfica, Inter de Milán y Liverpool lograron en los años ’60 y ’80 lo que hoy parece imposible: doblegar a los merengues en una final de la Champions League.
Por JOSÉ ROGGERO / Fotos: ARCHIVO
Las nuevas generaciones no han visto al Real Madrid perder una final de Champions League. Y se les hace difícil imaginarlo. A estas alturas el gigante español parece imbatible gracias a su superlativo poderío económico, que le permite armar planteles estelares.
Lo reafirmó el sábado último en Wembley. No importó que el Borussia Dortmund jugara mejor gran parte del partido: el equipo de Ancelotti venció gracias a esos destellos que sus astros suelen prodigar cuando más aproblemados están.
Gracias al cabezazo de Carvajal y al tiro de Vinicius sumó su corona número 15 en 18 finales.
Su fama de invencibilidad crece conforme pasan los años: se ha impuesto en las nueve últimas finales: 1998 (Juventus), 2000 (Valencia), 2002 (Leverkusen), 2014 (Atlético), 2016 (Atlético), 2017 (Juventus), 2018 (Liverpool), 2022 (Liverpool) y 2024 (Borussia Dortmund).
Hay que buscar bajo las piedras, casi en una excavación arqueológica, para dar con aquellos que rompieron la historia.
La primera vez ocurrió en 1962, hace 62 años.
Fue el Benfica de Eusebio el que le propinó la primera estocada. El año anterior, en 1961, el equipo de Lisboa ya había doblegado a otro gigante hispano: Barcelona.
Frente al Madrid, en el Olímpico de Amsterdam, con un adolescente Johan Cruyff como pasapelotas, los lisboetas -dirigidos por el húngaro Bela Guttman- arrasaron con los merengues con un implacable 5-3.
Lo tuvo todo el Madrid para llevarse su sexta corona, pues llegó a estar 2-0 arriba, gracias a dos goles de Puskas (18 y 23 minutos). José Aguas y Cavém igualaron 2-2 (25’ y 33’). Puskas hizo su último esfuerzo en el minuto 40 para dejar arriba al Madrid 3-2. Pero hasta allí duró el combustible hispano.
De nada le valió tener también en cancha a Di Stéfano y a Gento. En el tramo final, los portugueses hicieron pesar su categoría individual. Primero igualaron gracias a Coluna, en el minuto 50. Y después, dos aciertos de Eusebio (foto principal), el primero de penal (63’) y el segundo de juego (69’), los llevaron al pináculo por segundo año consecutivo.
Dos años después, el Madrid vivió su segunda frustración.
El Inter de Milán fue su verdugo, en duelo disputado en Viena, Austria.
El Madrid aún contaba con su tridente de Di Stéfano, Puskas y Gento, reforzado en la punta derecha del ataque por un joven prometedor: Amancio.
Pero el Inter era sólido en todas sus líneas. Atrás, con su seguro portero Sarti, resguardado por tres zagueros de larga historia en la azzurra: Facchetti, Guarnieri y Burnich. En la ofensiva lucían Suárez, Jair, Corso y el legendario Sandro Mazzola. La solidez milanista se impuso y con goles de Mazzola, a los 43 y 76 minutos, y Aurelio Milani (61’) batió al Madrid, que sólo pudo descontar a través de Felo, en el minuto 70. Goleador del torneo, con siete goles, Mazzola cimentó allí una carrera que se prolongó hasta la final del Mundial de México ’70.
Pasaron 17 años para que los madridistas sufrieran de nuevo una gran decepción.
Ocurrió en 1981, en el Parque de los Príncipes de París, y el culpable fue el Liverpool. El equipo inglés ya había sido campeón en 1977 y 1978 gracias a un plantel en que mandaban dos joyas escocesas, Dalglish y Souness, apoyados por la categoría del arquero inglés Clemence.
El partido fue cerrado, porque el Madrid también tenía lo suyo, con Del Bosque, Santillana, Camacho y Juanito. Todo se destrabó al final, con un gol del defensa Alan Kennedy, que aprovechó en el minuto 81 un mal despeje del zaguero García Cortés para engañar al portero Agustín. La final escaseó en ocasiones de gol y con pocos minutos por jugar el equipo merengue no fue capaz de romper el cerco inglés.
Fue la última vez que el Madrid perdió una final. Es cierto que debió aguardar 17 años para volver al podio, en 1998. Pero a partir de allí, no hay rival que haya podido con él.
Hoy se anunció formalmente la llegada de Mbappé, que formará un trío mágico con Vinicius y Rodrygo.
A fuerza de dinero, el equipo más ganador del mundo promete seguir subiendo, cada vez más lejos de todos.
Vea el resumen de la final de la Copa de Campeones de 1962:
Final de la Copa de Campeones de 1964. Victoria 3-1 del Inter en Viena:
La última derrota del Madrid, frente al Liverpool, en 1981: