[Video] La personalidad de los cracks: Pelé, Maradona y el “ninguneo” de Messi
- Los ídolos máximos de la historia reabrieron el debate sobre la importancia del carácter en los grandes jugadores. “En nuestra época teníamos muchos sin personalidad para ser líderes”, afirmaron.
Un encuentro publicitario en París, en el contexto deslumbrante de la Eurocopa, reunió a los máximos ídolos del fútbol mundial: Pelé y Diego Armando Maradona. Forzados por la conveniencia millonaria de los sponsors y distanciados históricamente por esa egolatría intransable que los distingue, el astro brasileño y el crack argentino repartieron sonrisas, firmaron todo lo que les ofrecieron los auspiciadores y, al final, improvisaron un diálogo que tuvo en el centro a otro personaje del universo futbolero: Lionel Messi, quien hoy comparte el reinado planetario mediático con el portugués Cristiano Ronaldo.
Casi como en charla de peluquería femenina, O’ Rey y el Diego, según aún les nombran con devoción sus cortesanos, hicieron que la breve conversación convergiera en un tópico inesperado: la personalidad de Messi, quien se mueve en la cancha como un genio con el balón y la levedad de un duende silencioso y retraído.
Pelé: “¿Es buena persona?”
Diego: “Es buena persona, pero no tiene personalidad… No tiene mucha personalidad como para ser líder”.
Pelé: “Ahhh, entiendo. Como teníamos muchos en nuestra época”.
Enseguida, Pelé involucró a otros en el diálogo y como corolario sentenció sencillamente que “él (Diego) dice que Messi es un buen jugador, no hay dudas, pero le falta personalidad».
Aunque el concepto de “la personalidad” en el fútbol sea tan difuso y cuestionable, parece definitivo que encierra un rasgo individual –carácter, desplante, temperamento, expresividad- que siempre fue desbordante en Pelé y Maradona, cracks superlativos en el arte de jugar y mandar a los compañeros. Obviamente, Messi tiene un mundo interior mucho más desarrollado que le impide alcanzar esa estatura en el campo, acaso exacerbada en los casos de viejos estandartes como Alfredo Di Stéfano, José Manuel Moreno, y Rivelinho, entre otros.
La discusión se puede replicar a la realidad de nuestro medio, donde las distintas etapas del desarrollo registran nombres de figuras que sumaron su personalidad desbordante a las virtudes indiscutidas con el balón: Sergio Livingstone, Leonel Sánchez, Cua Cuá Hormazábal, Elías Figueroa, Carlos Reinoso, Carlos Caszely, Roberto Rojas, por citar algunos. Sin embargo, ni Alexis Sánchez ni Gary Medel podrían compartir esa clase especial de líderes que van más allá de los impulsos o el carisma atribuido por los medios.
A nivel mundial, la controversia es más amplia y generosa. Y es que en el ranking de los mejores de la historia liderado casi unánimemente por Pelé y Maradona, las restantes ubicaciones parecen siempre discutibles. El propio Lio Messi y Cristiano podrían aspirar a la tercera ubicación, pero en la memoria de los estudiosos asoman otros nombres fantásticos para discutir ese podio: Johan Cruyff, que comandó la revolución de Holanda; el gran Káiser, Franz Becekenbauer, que lideró a los panzer alemanes o ya mítico Alfredo Di Stéfano, que le dio esplendor al Real Madrid de los sesenta.
Todos ellos ponían su magia en la cancha y contagiaban el fuego de los campeones a sus equipos. Pero, igual que Pelé y Maradona, también asumían que el fútbol exige una identidad individual que trascienda al grupo…