(VIDEO) Adiós Maggie Smith, una dama del cine
Ganadora del Oscar, el Emmy y el Tony, interpretó desde ingenuas melancólicas en Shakespeare hasta la profesora McGonagall de Harry Potter y la condesa viuda en Downton Abbey.
Por EL ÁGORA (*) / Fotos: ARCHIVO e IMDB
Maggie Smith murió este viernes, a los 89 años. Tuvo una carrera como actriz que se extendió por siete décadas y con la que ganó todos los premios en disputa. El Oscar en el cine, el Emmy en televisión y el Tony en teatro. No fue la primera ni la última en conseguirlo, pero difícilmente alguna podrá repetirlo con tanta elegancia y donaire.
Falleció como lo merecía: rodeada de familiares y amigos una mañana cualquiera. En una profunda paz.
Smith fue de joven tan esbelta y delicada en el papel de Desdémona que el Otelo de Laurence Olivier podía asfixiarla fácilmente con una almohada. Al final de su carrera, nadie se hubiese atrevido a intentarlo.
Aunque era de complexión delgada y medía apenas 1,65, los directores se dieron cuenta pronto de que sus personajes serían indomables y lenguaraces.
Pero Smith cautivó de inmediato al público. Llegó a los escenarios profesionales en su adolescencia, y se graduó rápidamente en el Teatro Nacional de Gran Bretaña, el West End y Broadway.
Su impecable dicción y bella voz le abrieron las puertas, y ella aprovechó para cruzarlas todas. Y allí halló tesoros interpretativos que la consagraron como una de las mejores.
Y ya cuando había ganado casi todos sus premios, la carrera de Smith tuvo un nuevo salto. No sólo con los nombramientos de Comendadora de la Orden del Imperio Británico, Dama y miembro de la Orden de los Compañeros de Honor. También su fama creció a niveles inesperados y desconocidos para ella. Los niños la reconocían en la calle por las películas de Harry Potter. Para ellos era, simplemente la profesora McGonagall.
Luego fue el turno de millones de adultos que esperaban cada una de sus palabras en Downton Abbey. Allí, durante seis temporadas aportó un caprichoso sentido del humor al tipo de mujer que nunca fue en la vida real: distante, con derechos, poco diplomática, impaciente, discutidora, encerrada en sí misma y tan ganadora que el público no se cansaba de verla.
Al menos eso tenía en común Lady Violet con la mujer que la interpretó. Maggie Smith dejó al público con ganas de más de su presencia durante siete décadas, aunque trabajó tan constantemente que la pregunta más famosa de la condesa viuda (¿qué es un fin de semana?) podría haber sido casi suya.
(*): Con información de agencias.
Retrospectiva de su carrera, por IMDB: