“Una vida fascinante”, lanzan libro sobre la vida de Carmen Barros
A través de conversaciones entre Mario Cavalla -periodista y autor del libro- y Carmen Barros, el libro es una invitación a deleitarnos con la gran trayectoria de la artista.
Escrito por el periodista Mario Cavalla, el libro fue presentado en conjunto por Ocho Libros Editores y la Fundación Cultural de Providencia. En esta publicación, el autor a través de una conversación logra llegar a todos los pasaje de la vida de la destacada artista Carmen Aída Barros Alfonso, actriz, cantante y diplomática, prolífica en radio, teatro y televisión. El libro es un reconocimiento en vida a la riqueza cultural y al valiosísimo aporte de la actriz a nuestra cultura y desarrollo artístico.
El lanzamiento del libro se llevó a cabo en el Teatro Oriente, y a continuación conversamos con el autor sobre el proceso y el viaje de sumergirse en esta Vida Fascinante.
-Mario, ¿cuál es tu vínculo con la artista?
“Mi vínculo con Carmen Barros surge de una cosa casual. Yo no la conocía previamente, aunque obviamente si la conocía por su trabajo, había ido al teatro a verla. En 2020, en plena pandemia, yo me puse a hacer entrevista para los diarios regionales de El Mercurio, y justo fueron los 60 años de la Pérgola de las flores. Del elenco original me di cuenta que había sólo tres vivos, entre ellos, Carmen Barros, que es el personaje principal. Fui por ella, me conseguí el teléfono y la entrevisté por esa vía. Se generó una entrevista muy entretenida, ella es muy cálida amorosa, y en esa conversación fue donde le sugerí que hiciéramos un libro de conversaciones, no una biografía. Le pareció estupendo y ahí se generó el vínculo, que ya para mí significa haber ganado”.
-¿Cómo influye en su obra la vida itinerante de Carmen Barros?
“Claramente, la vida itinerante de Carmen, al ser tan viajera, desde muy pequeña influyó en su formación. Ella prácticamente fue muy poco al colegio. De hecho, inicialmente no lo terminó, porque se abocó directamente al campo artístico. Ella pertenece a una familia culta donde siempre las artes estuvieron presentes en su casa, en las conversaciones de sobremesa. Entonces, entró un poco por osmosis todo ese conocimiento. Carmen habla fluido cuatro o cinco idiomas, de hecho su primer idioma fue el alemán no el español. Los viajes le van dando una formación y un robustecimiento cultural que la acompañó toda la vida. Estamos hablando de una época en la que viajaba muy poca gente, solamente la elite, la gente clase media tenia impedido viajar. Carmen era de buena familia y tuvo los accesos y oportunidades para concretar cosas. Antes de la Pérgola nació esta “Señorita Trini”, que es la primera comedia musical del Teatro Chileno y la trae ella, desde una visita que hizo a Nueva York. También tuvo la posibilidad de perfeccionar su carrera de canto lírico, que termina dejando por sus hijos”.
-Ella fue activa militante de la Izquierda Cristiana. ¿Hay conexión entre su vida política y su obra?
“No. Esta situación no tiene relación. De hecho, su militancia fue corta, fue una cosa un poquito empujada por amistades, pero se decepciona rápido porque pensó que iba a tener una mayor participación, una cosa más relevante. Pero vio que prácticamente su rol era de animar eventos y ella pensaba que estaba preparada para más cosas. Su coqueteo con la Izquierda Cristiana fue muy breve, no tiene relación”.
-¿Cuánto tiempo te tomó la investigación y recopilación de fuentes? Cuéntame de ese proceso
“Nos sometimos de manera metódica a tener un contacto semanal. Todos los lunes, durante cuatro meses, hicimos todo en conjunto y consensuando. Ella me fue entregando material, y con eso me fui armando de la info para poder llevarla a la entrevista. Hay que recordar que este libro es de conversaciones, no una biografía en tercera persona, por lo tanto no necesité de fuentes externas, solamente un par de llamados a gente importante que me podían apuntalar con algo de información. Pero acá fue solamente la relación entre el entrevistador y la entrevistada, todo fluyó maravillosamente bien y se fueron concretando las cosas, porque la relación, cuando fluye de manera natural, llega a buen puerto”.
-Una vida fantástica ¿da cabida para el dolor?
“Por supuesto. Tuvo situaciones que fueron dolorosas para ella, una mujer católica, que se separó muy joven, cosa que para esa época no era bien vista. Yo creo que probablemente fue uno de los dolores más grandes que tuvo. El otro dolor muy fuerte fue la muerte de su círculo cercano, padre, madre, hermano, Y aquí me detengo en el caso de la mamá. La madre fallece cuando ella estaba en funciones diplomáticas en Kenya. Le avisan, pero no pudo viajar a tiempo para el funeral, y eso fue muy doloroso para ella, no haber estado al lado de su madre en sus últimos días. Yo diría que esos dos son los dolores más fuertes que ha tenido en su vida. La vida del artista es de luces y sombras”.
-¿Has pensado cómo difundir o mediar el libro con generaciones más jóvenes?
“No me lo había planteado directamente. El libro ya es un vehículo para poder difundir a través de bibliotecas, pero hay una cuestión con la cosa más directa. Lo voy a intentar a través de escuelas de teatros, colegios. Lamentablemente, Carmen tiene un edad muy avanzada para poder sacarla de su casa y que transmita directamente sus vivencias, que la pudieran conocer de primera mano. Pero algo se me va a ocurrir para perpetuar su legado”.