Una nueva mesa redonda para el Rey Arturo
Los referentes de la Selección poco a poco van decantando su futuro. Sánchez y Medel en Italia, Bravo en España y Aránguiz en Alemania. Sin embargo, tras el fracaso del Barcelona en la Champions, el destino de Vidal camina sobre puntos suspensivos.
Por RICHARD OLATE
Lionel Messi provocó el mayor terremoto de la historia de Cataluña al solicitar hace unos días su salida definitiva del FC Barcelona. Aburrido, desgastado, desganado, enojado. Todo eso junto. Por el fracaso de la última campaña, con humillación incluida ante el Bayern Munich en cuartos de final de la Champions League. Por su descontento con las decisiones de la directiva blaugrana. Las últimas de ellas: la decisión de contratar a Ronald Koeman como nuevo director técnico, y la salida anunciada de, entre otros, su amigo Luis Suárez.
No tengo idea en qué terminará la teleserie de Messi y tampoco tengo la menor noción de qué tan amigo es de Arturo Vidal, como aseguran muchos por ahí. Lo cierto es que, en esta majamama de dimes y diretes, el chileno quedó en el mismo saco de Luisito Suárez, aquel con el cartel de “despechados del nuevo Barza”. Poco elegante la salida, sí. Pero en esto hay que saber dar vuelta la página y ver hacia delante. Por lo mismo, al analizar con la frialdad necesaria en estos tiempos de cambio, seguro que lo ocurrido en tierras condales será lo mejor que pudo pasar para el futuro del mediocampista nacional. Por un par de razones contundentes.
Primero: apenas salió su nombre entre los “cortados” de Koeman, se activaron los nombres de supuestos clubes interesados en contar con “el Rey”. No en vano ya son 13 temporadas que tiene Vidal en el cuerpo en equipos europeos de primer nivel, con casi una veintena de títulos en el palmarés y -a pesar de sus salidas de protocolo, incidentes nocturnos y alguna otra polémica en que se ha visto inserto- un nivel a toda prueba cuando sale a la cancha.
Por eso, para Vidal –si me permite el consejo- es hora de que vea el cambio con una perspectiva diferente al deseo que lo llevó al Barcelona: ser campeón de la Champions League. Con 33 años cumplidos, seguramente este será el último gran contrato que podrá firmar en Europa antes de emprender el regreso a Chile para jugar en el Rodelindo Román y hablar de temas cotidianos con su amigo Andrónico. Y para que ello ocurra tiene que elegir bien entre las opciones que se abran a sus pies.
Segundo: en lo netamente futbolístico, debe elegir un club donde lo quieran por lo que es. Como le pasó en el Leverkusen (que lo vinieron a buscar a Chile como talento en bruto), en el Bayern Munich (una obsesión de sus dirigentes desde que llegó a Alemania el 2007), pero sobre todo en el período en la Juventus (su mejor momento), donde sigue siendo recordado como el mayor guerrero en el campo de juego y donde todos lo amaban porque aparecía por cualquier parte atacando, defendiendo, poniendo el corazón en cada pelota.
Hay que ser sinceros, Arturo, por eso te hablaré directamente. En el Barcelona nunca jugaste donde te gusta y como te gusta. Por mucho tiempo fuiste el símil del “quinto extranjero” de los tiempos de Iván Zamorano en los 90 –cuando había límites de futbolistas foráneos en cancha- y te llegaron a tildar “mentirosamente” como el jugador número 12 de los blaugranas, porque eras quien entraba en el segundo tiempo para ser un “revulsivo” en el partido de turno. Un rótulo menor para la envergadura de tu talento, despliegue y calidad.
Donde te vayas, Arturito, seguro que no te dirán que eres desordenado y te dejarán en libertad para morder por el mediocampo, ir al área rival por sorpresa para llegar al gol cual delantero y, si se te pasa la mano en una entrada que termine en tarjeta, preferirán el estallido del hincha agradecido de tal entrega y pasión que ni habrá reprimenda desde el banquillo. A lo más un suspiro o una mueca de “es lo que hay”. Elige bien entonces. Porque en el equipo que firmes, te aseguro que no tendrás que pensar en darle todos los pases a la estrella del equipo, ni te tildarán de guerrero despectivamente, sólo porque en el pasado de la camiseta se viva del rótulo de equipo de virtuosos (aunque Xavi e Iniesta, los verdaderos virtuosos de esa generación, ya se hayan jubilado).
Arturo Erasmo, en Italia y en las portadas de diarios de por allá, dicen que el Inter y la Juve están en la primera línea para sumarte. En los milaneses seguirá Antonio Conte en el banco, lo que es una garantía para ti, porque para él –que ya te tuvo en la Juve- siempre has sido una obsesión, por lo que tendrá para ti más que un puesto de titular que ofrecer. Capaz que quiera clonarte el espíritu para despertar a los nerazzurri.
Y si no, en los turineses campeones del Calcio asumió la dirección técnica Andrea Pirlo, con quien estuviste en la cancha las mismas cuatro temporadas donde se aburrieron de ser campeones, y sabe muy bien los puntos que calzas. Además, está Cristiano y también rumorean que para allá podría irse Luchito Suárez. O sea, tampoco se ve mal esos escenarios si sigues soñando con ponerte la Champions en la cabeza en las fotos de celebración.
No he escuchado de otros clubes así de interesados, por lo que recuerda, Rey Arturo, que es hora de ir donde te quieran por lo que eres, con tu talento a raudales y con ese sello que tienes de arrojo y desparpajo. Ya no lograste la Champions resignándote a ser escudero de tu “amigo” Messi. Así que ahora mira con altura de miras lo que viene. Y dónde llegues, que pongan la mesa a tu manera y, sobre ella, la pelota, la redonda, vuelva a girar con tus reglas. Como merece un rey.