Tres ex campeones son los favoritos de la Eurocopa

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Por Jorge Castillo Pizarro
Actualizado el 10 de junio de 2016 - 1:34 pm

  • En una competencia hecha para peces grandes, Francia, Alemania y España concitan la adhesión generalizada para llevarse el trofeo del torneo continental de selecciones más difícil del mundo.

Después del Mundial, es el campeonato de selecciones más difícil. A diferencia de la Copa América, que no exige clasificatorias para disputarla, éste obliga a jugar durante dos años un promedio de diez partidos para clasificar a la fase final de 24 países en lo que se ha denominado con razón una copa del mundo sin Sudamérica.

La Eurocopa de Naciones que parte hoy en París con el partido entre Francia y Rumania es un torneo de altísima exigencia que permite disfrutar de buena parte de los mejores jugadores del orbe y que, por añadidura, sincera el real nivel de los países más poderosos cuyas ligas internas están pobladas de astros latinoamericanos y africanos cuyo virtuosismo maquilla algunas imperfecciones de los jugadores locales.

Esta vez acuden a la cita seis de los nueve campeones coronados a lo largo de las 14 versiones ya disputadas desde 1960. Solo se quedaron abajo Holanda, el gran fiasco de la fase clasificatoria, Dinamarca y Grecia, estos dos últimos los únicos países que pudieron romper en 1992 y 2004, respectivamente, la habitual hegemonía de los gigantes europeos.

De estos últimos, hay tres que concitan el favoritismo: Francia, Alemania y España. Germanos e hispanos son los más triunfadores, con tres títulos cada uno, seguidos por los galos, con dos.

Son estos últimos, sin embargo, los que acaparan las posibilidades.

SeleccionFrancia_Eurocopa_2016LOCALÍA Y BUEN FÚTBOL, LAS CARTAS DE FRANCIA

Después de un período plagado de altibajos tras el título mundial de 1998, el equipo del gallito, hoy dirigido por Didier Deschamps, ha recuperado un potencial de temer duplicado por su localía, que pretende hacer valer tal como en 1984, cuando liderado por Michel Platini conquistó su primer título europeo venciendo en la final a España.

Respaldado en un trabajo iniciado en las clasificatorias del mundial anterior, Deschamps ha moldeado una escuadra de alto vuelo que ha empalidecido el presumible favoritismo de España y Alemania, dominadores del fútbol mundial en la última década.

Es cierto que los siete amistosos disputados desde 2015 no han sido totalmente tranquilizadores, pues suman tres derrotas, ante Brasil, Bélgica y la sorprendente Albania. Aun así, la riqueza de su plantel y el afiatamiento conseguido le dan una razonable preeminencia sobre Alemania y España.

De la nómina que previamente se intuía lógica, quedaron fuera los delanteros Franck Ribery, Karim Benzema y Mathieu Valbuena, peleados los dos últimos por un lío de índole sexual, y los centrales Raphael Varane y Jérémy Mathieu, titulares en el Real Madrid y el Barcelona, nada menos. Estas dos ausencias sí que duelen y ponen un manto de duda al favoritismo, pues se teme cierta debilidad defensiva.

El resto es solidez pura. Partiendo por el arquero Lloris (Tottenham Hotspur); continuando con los experimentados laterales Bacary Sagna (Manchester City) y Patrick Evra (Juventus); los volantes Paul Pogba (Juventus), Blaise Matuidi (Paris Saint Germain) y Ngolo Kanté (Leicester); los veloces, habilidosos y muy jóvenes extremos Anthony Martial (Manchester United) y Kingsley Coman (Bayern Munich), y rematando con los goleadores Olivier Giroud (Arsenal) y Anthony Griezmann (Atlético de Madrid).

Es cierto también que la seguridad gala tiene algo que ver con que sus dos rivales a vencer -Alemania y España- generan alguna inseguridad de última hora.

Alemania_Eurocopa_2016LOS ALEMANES, MALOS APRONTES PERO CONFIADOS EN EL TÍTULO MUNDIAL

El actual campeón del orbe, Alemania, poseedor de un fútbol de alta perfección desplegado hace dos años en Brasil, se ha mostrado algo dubitativo en el último tiempo.

En sus seis recientes amistosos, por ejemplo, acumuló tres derrotas. Una muy decidora jugando de visita ante Francia, y otra dolorosa, por la rivalidad histórica, ante Inglaterra. Para peor, encajó un desdoroso 1-3 con Eslovaquia.

Lo mejor del último tiempo fue el 4-1 inmisericorde a Italia, partido en el que desplegó ese fútbol demoledor exhibido en el pasado mundial.

Joachim Low lleva a tierras galas un elenco con menos ausencias que las francesas. Sólo lamenta las del mediapunta Marco Reus (Borussia Dortmund traspasado al Bayern Munich) y, en menor medida, del volante Ilkay Gundogan (Borussia Dortmund), un talentoso de mala suerte pues también se perdió Brasil 2014.

El resto del equipo es casi el mismo de la cuarta corona mundial. Con la seguridad de Emanuel Neuer (Bayern Munich) en la portería; los zagueros Gérome Boateng (Bayern Munich), Benedict Howedes (Schalke 04) y Matts Hummels (traspasado del Borussia Dortmund al Bayern Munich); los volantes Tony Kroos (Real Madrid), Sami Khedira (Juventus), Mario Gotze (Bayern Munich), Mezut Özil (Arsenal) y el inacabable Bastian Schweinsteiger (Manchester United), y los delanteros Thomas Müller (Bayern Munich), Mario Gómez (Besiktas), Lukas Podolski (Galatasaray) y André Schürrle (Wolfsburgo).

Para más, la ahora renovada y fructífera usina germana sigue aportando talentos a la selección mayor. Confiado en la calidad de las nuevas camadas, Low no dudó en incluir en la nómina a seis jugadores menores de 22 años, la mayoría con escasa experiencia internacional pero con aptitudes innegables.

Es el caso del volante Julian Drexler (Wolfsburgo), el único con mayor rodaje; los defensas Emre Can (Liverpool), Joshua Kimmich (Bayern Munich) y Jonathan Tah (Bayer Leverkusen), y los volantes ofensivos Julian Weigl (Borussia Dortmund) y Leroy Sané (Schalke 04).

Pese a las dudas dejadas en los amistosos, Alemania luce segura de sí misma. Ni la eliminación del Bayern Munich en la UEFA Champions League ha hecho temer. Los teutones confían en la solidez de la Maanschaft, enriquecida ahora con nuevos talentos.

España_Eurocopa_2016ESPAÑA CONFÍA EN VOLVER A LA CIMA

La oncena de Vicente del Bosque se respalda en la calidad de su liga interna para aspirar a su cuarta corona. Ganó las dos últimas Eurocopa y no quiere dejar pasar esta ocasión para hacerse de un cuarto título que lo dejaría por encima de todo el resto.

Y es que, a diferencia de otras ligas de alto nivel, la española permite que sus mejores nativos luzcan entre tanta estrella foránea.

Andrés Iniesta, Sergio Busquets, Gerard Piqué, Jordi Alba y Marc Bartra, todos del Barcelona; Sergio Ramos, Lucas Vázquez, del Real Madrid, y Koke, del Atlético Madrid, conforman un octeto que estuvo entre los cuatro mejores de la última UEFA Champions League.

La Furia Roja se ha renovado de a poco respecto del plantel campeón mundial de hace seis años. Tras el fracaso en Brasil 2014, Del Bosque entendió que necesitaba sangre fresca y la ha ido incorporando con mesura.

La clasificatoria a la Eurocopa sirvió como banco de prueba, facilitado esto por la debilidad de sus rivales. Ganó nueve de sus diez encuentros, generalmente con facilidad, y pudo así olvidar rápidamente a los alejados Carles Puyol, Xavi Alonso, Xabi Hernández, David Villa y Fernando Torres.

Si a la base de los tres grandes de la liga se suman jugadores que brillan afuera, como el arquero David de Gea (Manchester United), los laterales César Azpilicueta (Chelsea) y Héctor Bellerin (Arsenal), Cesc Fábregas (Chelsea) y Thiago Alcántara (Bayern Munich) y los delanteros Pedro (Chelsea) y David Silva (Manchester City), se puede concluir que España tiene altas probabilidades. La única duda es si los dos hombres de área elegidos, Álvaro Morata (Juventus) y Aritz Arduriz (Athlético de Bilbao) tendrán la serenidad suficiente para sostener el poder goleador del equipo.

Estos son los tres aspirantes más serios a quedarse con esta décimo quinta versión de la Eurocopa, la primera que se disputará con 24 selecciones y que sabrá cuál es el nuevo campeón en la final del sábado 10 de julio, en el Stade de France, Saint Denis, el mismo que fue objeto del criminal atentado perpetrado el año pasado por Estado Islámico.

El terrorismo es la única posibilidad de que se arruine esta fiesta mayor del fútbol mundial.