Todo Por Ganar
Hoy nos enojamos porque ya no corren como antes, que no hacen los goles como antes o que no atajan como antes. Lógico, son más viejos y eternos no serán. Parece casi hipócrita de nuestra parte hoy criticar por cómo son, por cómo bailan o hablan. O porque tiran sus chistes u otras tallas.
Por ALEJANDRO CORTÉS
“Todo por ganar” o “Ganar a cualquier precio” es una muy buena película de Nick Nolte del año 1994 (cómo pasa el tiempo, reflexión aparte). Narra la delicada situación de un entrenador de basquetbol universitario que se niega a reclutar jugadores para su universidad con pagos secretos hacia los elegidos o a sus padres, algo prohibido en esa época en el baloncesto estudiantil. Pero las constantes derrotas lo obligan a ceder (recomendamos este trabajo del director William Friedkin).
Me acordé de esta cinta viendo a nuestra Selección adulta en Copa América. Es vistoso como los futbolistas de nuestra selección matan su tiempo libre con Live en Instagram, conversando entre ellos o con gente que deseen llamar. Obviamente periodistas u opinólogos del fútbol, ninguna opción de participar.
La peluquería, el alcohol (no gel), vidas ocultas o choques de auto y quizá cuanto más hay por ahí que no se sabe, y que cuando se comenta o difunde, son tratados a lo menos como pocos profesionales y se les trata así a futbolistas que desde sus inicios nos han llevado a todos los mundiales que existen y, sobre todo, a competir.
Aún recuerdo la imagen de Guarello por el palo de Pinilla y cómo sufría, los lamentos del Sapito, o de don Julito ante una nueva de derrota. Aún recuerdo la celebración de Schiacappasse en la caseta, el grito de Carcuro diciendo al fin, las palabras de Palma, Luis Omar Tapia, Ernesto Díaz dando gracias por vivir el momento y tanto más. Me imagino a usted mismo que está leyendo, se acuerda del momento.
Se enojó la gente con Vidal en el choque, por supuesto, pero después del triunfo nadie se acordó. Es más, la Presidenta de Chile abogó por él para que no fuese castigado. Del que fue chocado nadie se acordó y la verdad poco valía, porque habíamos ganado.
Después vino la otra copa, y solo se vino a hablar de la tan llamada formación cuando perdimos, ahí si nos preguntamos qué pasaba con el fútbol de menores. Ahí nos acordamos que algún día el motor y corazón del equipo que es Bravo, Isla, Sánchez, Vargas y sobre todo Vidal, ya no estarían. En el fondo se acabaría la generación dorada, total ya la falta de trabajo en formación había comenzado. No había vuelta atrás y no es solo potestad del futbol (ojo que en el tenis paso lo mismo).
Hoy nos enojamos porque ya no corren como antes, que no hacen los goles como antes o que no atajan como antes. Lógico, son más viejos y eternos no serán. Parece casi hipócrita de nuestra parte hoy criticar por cómo son, por cómo bailan o hablan. O porque tiran sus chistes u otras tallas, muchas veces cargadas de doble sentido.
El tema desde mi perspectiva es que simplemente hoy ellos se muestran en sus tiempos libres como son. Como son y punto, y si te gusta bien. Porque nosotros mismo dijimos que la policía en Canadá para el Sub 20 era la equivocada y que agredió a nuestros jóvenes sin saber la versión de ellos, la cual de hecho no importaba. Nosotros siempre los hemos defendido a muerte, y era por que veíamos que estaban ganado.
Sé que alguno dirá “yo siempre dije estaba mal que se tolerara esto”. No tengo por qué dudar y se lo respeto. Pero estos jugadores son como son y los aceptamos así. ¿Saben por qué? Simplemente porque era TODO POR GANAR.