Tenis: el doping no paga

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Por Sergio Ried
Actualizado el 23 de julio de 2021 - 12:39 pm

Ante las sorpresivas y dolorosas derrotas de Nicolás Jarry en los Challengers de Todi (Italia) y Tampere (Finlandia), que hasta ahora lo están privando de ingresar a las qualys del US Open, es inevitable recordar otros sonados casos de dopaje que incluso terminaron con las carreras de connotados y connotadas tenistas.

Por SERGIO RIED

Nunca imaginó Nicolás Jarry que su «error» de consumir sustancias prohibidas le iba a costar tan caro. Gozaba de un futuro prometedor en el tenis, estaba ubicado entre los primeros 50 del mundo y su porvenir lucía esplendoroso. Hasta ese fatídico 15 de diciembre de 2019 cuando un examen antidoping arrojó positivo por consumo de suplementos vitamínicos contaminados. Hizo sus descargos apoyado por experimentados abogados pero igual fue condenado por la ATP a una suspensión de once meses y la perdida de TODOS sus puntos y de sus sueños y los de su familia, entre ellos su abuelo y mentor Jaime Fillol.

Pasados esos once meses de terror Nico debía comenzar su escalada para por lo menos acercarse a su nivel pre suspensión. Fue una larga lucha por trepar desde el último lugar del ranking hasta alcanzar el lugar 265 que ostenta hoy. Y que lo ha tenido dos veces a punto de poder ingresar a las rondas clasificatorias del US Open que comienza el 30 de agosto.

Pero esto de Jarry no es nuevo, ya que desde el español Ignacio Truyol, el primer tenista castigado por doping en 1997, mucha sustancia prohibida ha pasado por las venas de tenistas profesionales y en algunos casos esas dosis indeseadas han causado el retiro definitivo de las pistas de sus víctimas. Como el de la ganadora de los cuatro Grand Slams, la bella rusa María Sharapova, quien tras dar positivo de Meldonium en el Abierto de Australia de 2016 se retiró con apenas 28 años. Su colega, la niña prodigio suiza Martina Hingis siguió su misma suerte cuando a los 27 se le condenó a un año de suspensión por ingesta de cocaína. Condena que no cumplió porque prefirió retirarse del tenis.

Martina Hingis.

Entre los varones son inumerables los casos de jugadores que han sido castigados y han tenido que purgar ignominiosas penas, que algunos han preferido obviar con un prematuro retiro de la actividad. Comenzando por los cinco argentinos que entre 2001 y 2005 fueron castigados con penas de diferente envergadura debido al doping.

Mariano Puerta, finalista de Roland Garros frente a Rafael Nadal en 2005 recibió el castigo más duro por ser reincidente (ya había sido castigado por 8 meses en 2004) y a finees del 2005 volvió a ser castigado por 8 años que más tarde serían rebajados a dos pero que igual le costaron el fin de su carrera. Guillermo Cañas perdió todos sus puntos y fue multado con 280.000 dólares y también se retiró, al igual que Guillermo el «Mago» Coria que fue suspendido en 2001 por siete meses tras dar positivo de Nandrolona. Luego se repuso y perdió una increíble final de Roland Garros en 2004 ante su compatriota Gastón Gaudio tras ir adelante dos sets a cero y dos match points con su servicio. Menos graves fueron los castigos que recibieron Mariano Hood y Martín Rodríguez quienes solo fueron multados en dinero. 

Entre los más connotados figura el checo Petr Korda, el campeón de Australia que derrotó a Marcelo Ríos en la final de 1998 y que fue suspendido por un año por uso de Nandrolona, pena que no cumplió porque se retiró del tenis antes de empezar a cumplir la condena.

Petr Korda.

Otros casos como los de Mats Wilander, Karel Novacek y Richard Gasquet son realmente pintorescos por el tenor de sus descargos, ya que el francés adujo haber besado a una chica que recién había inhalado cocaína y Wilander burló al detector de mentiras y salió airoso del cargo por consumo de cocaína.

El caso de Andre Agassi merece un párrafo aparte ya que el «Kid de las Vegas» luego de ser absuelto de consumo de anabolizantes por el AMA (Agencia Mundial Antidrogas) reconoció en su libro autobiográfico «Open» haber consumido durante un año de su carrera la adictiva droga «cristal» y que sus rocambolescos descargos eran todas mentiras.

John McEnroe, Rafael Nadal y otros grandes que estuvieron en la mira del AMA solo fueron objeto de acusaciones informales y rumores, además de contar con la protección de la ATP al igual que Agassi.