Serie Mundial Qatar 2022, capítulo 4: Alemania quiere alcanzar a Brasil

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Por El Ágora
Actualizado el 9 de noviembre de 2022 - 10:33 am

Los germanos tienen en Qatar una oportunidad única para igualar a los verdeamarelos en la obtención de cinco títulos mundiales.

Por JOSÉ ROGGERO / Foto: ARCHIVO

El podio de los países con más títulos mundiales está ocupado hoy por Brasil, con cinco coronas, seguido por Italia y Alemania, con cuatro.

Ausentes en Qatar, los itálicos están privados por ahora de esa lucha hegemónica. Los germanos, en cambio, acudirán a este mundial estimulados por ese desafío y con la seguridad de que tienen con qué alcanzarlo.

Si lo logran, los verdeamarelos por primera vez deberán compartir el trono del que se hicieron en exclusiva en México 70, cuando Pelé y compañía consiguieron el tricampeonato.

Pero desde entonces mucha agua ha corrido bajo el puente. Europa creció hasta duplicar los títulos mundiales de Sudamérica (ocho contra cuatro). Y Alemania consiguió tres de ellos, en 1974, 1990 y 2014, contra dos de Brasil, en 1994 y 2002.

Lo mejor para el morbo internacional es que Alemania posee armas para ser pentacampeona en Qatar. Hace nada, en Brasil 2014, alcanzó la gloria. Y si bien decepcionó en Rusia 2018, en la EURO 2020 y la Liga Europea de Naciones en 2021, fracasos que la bajaron al undécimo lugar del ranking FIFA, tiene un equipo poderoso, a la altura de los mejores.

Una profunda renovación formativa le permitió a Alemania dejar atrás un estilo tan avasallador como monocorde, cambiándolo por otro pleno de talento. Desde que en el Mundial de 2006 como local sólo pudo contentarse con un tercer puesto, Alemania reformuló su estrategia y las escuelas de fútbol priorizaron la técnica y la habilidad. El cambio favoreció no sólo el juego dentro de la cancha, también dotó a sus siempre cerebrales técnicos de nuevas y más diversas armas hasta ganarse el respeto generalizado.

No por nada, tipos como Joachim Low, Jürgen Klopp, Thomas Tuchel, Julian Nagelsmann y Hans-Dieter Flick han lucido en las ligas más competitivas.

Flick reemplazó el año pasado a Low y revigorizó a Die Mannschaft con sangre joven, especialmente de origen africano, como los imparables atacantes Serge Gnabry, Leroy Sané y Jamal Musiala, y sólidos defensas como Antonio Rüdiger, Thilo Kehrer y Jonathan Tah. Es un aporte impensado décadas atrás y que ya opaca el aporte hecho por jugadores de origen polaco, entre los años 50 y 80 del siglo pasado, y turcos, en las primeras dos décadas de esta centuria.

A Qatar la selección teutona acude con esperanza no exenta de problemas. El principal es la falta de un 9 neto. Extrañamente, hace años que no encuentra a émulos de Seeler, Müller, Völler o Klinsmann. Y el más apropiado, Timo Werner, que este año reverdecía en el Leipzig, quedó fuera por una lesión de tobillo. No hay otro centrodelantero de su nivel. Lo más seguro es que Flick sitúe como punta de lanza al joven Kai Havertz (Chelsea) o al veterano Thomas Müller, cuyo estado es tan frágil que el Bayern Múnich decidió darle descanso en la Bundesliga para que llegue bien al Mundial.

Tampoco está óptimo el portero Emannuel Neuer, quien viene saliendo de una lesión en un hombro. Pero su reserva, Marc-André Ter Stegen (Barcelona), es también prenda de garantía.

En la defensa Kehrer (West Ham), Rüdiger (Real Madrid), Niklas Süle (Borussia Dortmund) y David Raum (Leipzig) están a la altura de los mejores. Una sorpresa sería la confirmación en la nómina final del veterano Mats Hummels, que estaba alejado de la selección, y que ha renacido en el Borussia Dortmund.

En el medio hay talento de sobra. Joshua Kimmich (Bayer Múnich) e Ilkay Gündogan (Manchester City) darán la salida para que más arriba las flechas externas del Bayern Múnich, Serge Gnabry y Leroy Sané desborden o avancen en diagonal para conectarse con Havertz y Müller que alternarán la mediapunta y el centro del ataque.

Alemania quedó en el Grupo E junto con España, Japón y Costa Rica. No la tiene fácil considerando el alza del fútbol nipón que le pone problemas a cualquiera. Qué decir de España, que acude con la intención de hacer madurar a una nueva generación que ya mostró su valor en la Eurocopa.

Salir primera o segunda, a Alemania no le cambia mucho el escenario en octavos, puesto que con seguridad del Grupo F emergerán las fuertes Bélgica y Croacia, tercero y segundo, respectivamente en el último mundial.

Pedregoso camino, a la altura del ambicioso desafío que se ha propuesto Alemania. Un pentacampeonato no es para cualquiera.