Santiago «Tanque» Silva: goles y experiencia para la Universidad Católica
Universidad Católica ha tenido aciertos en la contratación de centrodelanteros de renombre internacional. Los jugadores extranjeros, en este caso argentinos, con fama de goleadores en general justificaron las millonarias inversiones. Alberto Acosta, uno de los artilleros más importantes en la historia del club, anotó 55 goles en 70 partidos en sus dos etapas en Católica entre 1994 y 1997. El “Beto” era seleccionado argentino y con importantes temporadas en San Lorenzo y Boca Juniors. Fue campeón con la UC.
En 2004 y con 30 años llegó a San Carlos de Apoquindo Jorge Quinteros, reconocido delantero de Argentinos Juniors y San Lorenzo, y con un paso por el fútbol español. El “Polo” convirtió 30 goles en 67 partidos, y fue el autor del penal que le dio el Clausura de 2005 a la UC en la definición desde los 12 pasos ante la U.
En el año 2007 firmó por la UC Esteban Fuertes, experimentado delantero identificado con Colón de Santa Fe, y con destacadas temporadas en River Plate, en el Lens de Francia y el Tenerife de España. Con 35 años, el “Bichi” anotó 19 goles en 35 partidos jugados por la UC. Una grave lesión le impidió seguir en la UC, pero pese a su edad siguió celebrando conquistas en el “Sabalero”.
Hay otros casos, sin embargo, de delanteros conocidos que no llenaron las expectativas, como Iván Gabrich, que en 2002 procedente del Ajax de Holanda llegó a la UC para ser el suplente de Arturo Norambuena. O más reciente en el tiempo, en 2014, Mauro Óbolo, luego de destacar en Vélez y ser tentado por Boca, firmó por la UC para festejar apenas un gol.
Los otros delanteros extranjeros que pasaron por San Carlos de Apoquindo no llegaron con la misma reputación, salvo el caso de Darío Husaín, que sin ser centroatacante, venía precedido de buenos antecedentes goleadores tanto en Vélez como en River.
En el caso de Santiago Silva todo parece indicar que Católica está apostando a ganador. Pese a tener 36 años -lo que más se ha criticado del fichaje más rimbombante del verano- el uruguayo está plenamente vigente.
El delantero registra 192 goles en 526 partidos, destacando su paso por Vélez y Banfield, equipos en los que fue campeón. Jugó por Boca Juniors, Corinthians de Brasil, en el Nacional de su país, además de pasos por Alemania, Portugal y la Fiorentina de Italia. En Argentina, además, en Lanús, Arsenal y Gimnasia de La Plata tuvo que lidiar con férreas defensas en los años en que para el fútbol trasandino era más importante defender que atacar, tendencia que recién está cambiando.
De lo que pueden estar seguros en San Carlos de Apoquindo es que Silva no viene de vacaciones, como ocurrió con otros extranjeros que luego de irse se acordaron que podían ser útiles dentro de una cancha. El “Tanque” siente el fútbol de manera muy particular: se enoja con facilidad y eso lo motiva mucho más. Sabe aguantar la marca, especialmente en el área, donde mejor se siente. Generalmente gana por arriba, utilizando su potente cabezazo, una de sus mejores armas para llegar a la red y para defender cuando baja a colaborar en los balones detenidos.
Católica sumó a un líder dentro de la cancha. Temperamental y con mucha personalidad, Silva sabe mantener una muy buena relación con los árbitros, pese a que generalmente no está de acuerdo con las decisiones, y lo hace notar con mucho histrionismo.
Seguramente aportará mucho más que el anterior centrodelantero uruguayo que llegó a la UC: Carlos Bueno. Silva encontrará en Chile un ambiente propicio para hacerse respetar en el área, porque con su oficio seguramente sabrá aguantar, pivotear y convertir en más de alguna ocasión.
En un plantel plagado de jugadores jóvenes, Santiago Silva pondrá esa cuota de experiencia internacional que se necesita para pelear en la Copa Libertadores, o para soñar con algo más en el ámbito nacional. El “Tanque” es de esos jugadores que por sus deseos de ganar uno siempre lo va a querer en su equipo.