River le “hizo precio” a Boca en a primera semifinal copera: 2-0
El cuadro “Millonario fue tremendamente superior a su clásico Rival. El secreto: jugar bien al fútbol mientras el rival corría, ponía “huevos” y mojaba que era un gusto la camiseta.
En un partido tan intenso como se suponía, y hasta más áspero de lo que es habitual entre estos clásicos rivales, River Plate venció por 2 goles a 0 a Boca Juniors en el estadio Monumental del barrio de Núñez, en partido de ida válido por las semifinales de la Copa Libertadores de América.
Con este resultado, no se puede afirmar que la primera llave de este certamen esté cerrada ni mucho menos, pero no cabe duda de que el cuadro “Millonario” dio un gran paso para llegar a la final a jugarse en Santiago y defender el trofeo ganado el año pasado, precisamente tras una historiada definición en Madrid frente a Boca Juniors.
Y es que el cuadro dirigido técnicamente por Marcelo Gallardo no fue sólo muy superior a su rival, sino que mantuvo casi sin problemas su valla en cero, cuestión que, en caso de igualdad, se transforma en decisiva, puesto que el gol anotado como visitante en ese caso vale el doble.
Que la Copa Libertadores es un torneo aparte quedó ratificado una vez más luego de este duelo. Porque si se observaba la tabla de posiciones de la liga trasandina, Boca Juniors ocupaba el primer lugar luego jugadas ocho fechas, en tanto que River Plate marchaba en una secundaria séptima posición.
En otras palabras, si había que remitirse a las frías estadísticas, por más que se jugara en el Monumental Boca Juniors parecía mejor aspectado que su rival para, si no ganar, esperar al menos el partido de revancha con un mejor resultado.
Nada de eso ocurrió. River Plate fue superior todo el partido y ratificó una vez más que el fútbol no es cosa de correr, “poner huevos” y “mojar la camiseta” únicamente. Todo ese esfuerzo, ciertamente encomiable, sirve de bien poco si no se juega bien al fútbol.
Y el cuadro de Galllardo lo hizo.
Boca Juniors fue, por contraste, un dechado de esfuerzo, tesón y empeño, pero sin que ese generoso despliegue tuviera, salvo en un par de jugadas puntuales, y por lo mismo aisladas, el respaldo de un fútbol claro y de buena organización.
Mientras River Plate salió a jugar bien al fútbol, Boca Juniors se quedó en la marca y en la refriega, pero sin poder nunca casi que sus jugadores hicieran tres o cuatro pases seguidos. Todo era cuestión de quitar y tirarla para adelante, a lo que saliera.
Producto de la agresividad con la que River Plate planteó el partido, ya a los dos minutos los hombres de Boca Juniors se vieron obligados a cometer una falta penal no advertida por el pito brasileño Raphael Claus. Sin embargo, advertido al parecer tarde por el VAR , porque hasta un ataque de Boca se había producido en el intertanto, sancionó la pena máxima, que Borré transformó en gol disparando al centro del arco.
El mejor juego del local se vio reforzado aún más con la temprana apertura de la cuenta. River se adueñó por completo de las acciones, al punto de “hacerle precio” a Boca. Porque así como en el minuto 69 puso el 2-0, mediante conquista de Fernández tras extraordinaria jugada colectiva, los hombres de Gallardo se perdieron dos o tres oportunidades más clarísimas para haber aumentado la cuenta.
Entre le impericia, el infortunio y el meta boquense Andrada, impidieron una goleada que habría sido tan demoledora como decisiva para la revancha, a jugarse en la “Bombonera” el martes 22.
Por contraste, Boca, que sólo alineó un hombre en punta -Avila- sólo tuvo una oportunidad clara durante todo el partido.
Lo dicho: la llave no está definida, pero el cuadro “xeneize” tendrá que mejorar mucho si desea concretar la hazaña.
Por la otra semifinal, este miércoles se enfrentan Flamengo y Gremio en el encuentro de ida.