¿Quiénes llegan a Chile y adónde se van los chilenos?
Estudio basado en datos del The New York Time, muestra los flujos migratorios hacia y desde Chile, revelando patrones globales y destinos preferidos por los chilenos.

Chile se ha convertido en uno de los principales destinos migratorios en Sudamérica, especialmente para ciudadanos de países vecinos en busca de mejores condiciones de vida.
Según una visualización publicada por The New York Times -basada en datos de ubicación de usuarios anónimos de Facebook entre 2019 y 2022- más de 300 mil personas migraron a nuestro país, principalmente desde Venezuela y Ecuador.
Los datos, que excluyen turistas y viajeros de negocios, se obtuvieron a través de patrones de permanencia de más de un año en un mismo país. Aunque no reflejan situaciones legales, ofrecen una radiografía clara de los flujos migratorios recientes a nivel global, y en el caso chileno, muestran a un país receptor neto de migración.
Chilenos optan por Europa y Norteamérica
A diferencia de los países que llegan a Chile, los chilenos que emigran tienden a buscar destino en economías más desarrolladas. De acuerdo con el informe, más de 60 mil personas dejaron Chile durante el período analizado, radicándose mayoritariamente en países de Europa Occidental y América del Norte.
Este comportamiento se alinea con la tendencia global observada por las universidades de Harvard y Hong Kong, donde las personas suelen migrar desde países de ingresos medios a naciones más prósperas. Estados Unidos sigue siendo el país con mayor recepción de migrantes, registrando en 2022 más de 4,1 millones de ingresos frente a 840 mil salidas.
Guerras, crisis y oportunidades
La investigación también evidenció cómo los conflictos armados han impulsado migraciones masivas. Más de 2,4 millones de ucranianos huyeron en 2022 tras la invasión rusa, mientras que un millón de rusos abandonaron su país rumbo a naciones vecinas. Casos similares se repiten en Myanmar, Afganistán y Siria.
No sólo los conflictos movilizan: el atractivo económico también pesa. Países como Emiratos Árabes Unidos, con salarios altos y demanda de mano de obra extranjera, recibió más de 2,1 millones de inmigrantes ese mismo año. Turquía, a su vez, funciona como receptor desde Medio Oriente y África, y como emisor hacia Europa.
Migraciones dentro de regiones también marcan pauta
La Unión Europea es otro ejemplo de movilidad intensa. Más de 1,3 millones de personas migraron dentro de sus fronteras en 2022, aprovechando los beneficios de libre circulación para trabajar, estudiar o jubilarse en otros países miembros.
El estudio refleja cómo la migración responde a múltiples factores: desde seguridad y oportunidades laborales hasta conexiones culturales o familiares. En este mapa global de movilidad, Chile aparece como un eslabón relevante en la cadena migratoria regional.