“¿Qué te creís? ¿qué estay en la pobla?”
Cuando comencé en el trabajo de fútbol joven y escuelas de fútbol, escuché muchas veces esa expresión, como afirmando que en el lugar que estaba debía ser muy superior al mencionado.
Por ALEJANDRO CORTES M.
Confieso que también adopté ese lenguaje calificativo en mi juventud y primeros años trabajando en fútbol. Hoy después de mucho tiempo debo decirles (y no poniéndome en un nivel superior, pero inserto en la actividad), que no sé si es tan malo creer que estás en la pobla.
Ahora lo explico:
EN LA POBLA:
Se juega por la camiseta, se corre por el compañero del lado, no se acepta la flojera, hay un compromiso de lealtad por el equipo elegido.
Se respetan las jerarquías, dirige el presidente, el tesorero dice lo que se puede pagar, las comisiones de fútbol mandan y los jugadores deben respetar su entorno.
Se toma copete sí, generalmente cerveza barata, una caja de vino o buen jote. Si estamos en invierno un tarro de basura utilizado. como estufa a leña calienta al partido.
El jugador si pierde la sufre a muerte. Hay que esperar hasta el otro domingo para dar vuelta la página. Y si la derrota fue con el clásico rival, el dolor doble: la espera se prolonga hasta la segunda rueda para la revancha.
Si bien no hay plata para cambiar camiseta, no me consta que habiendo plata quisieran cambiarla.
Si a un jugador lo sacan del equipo, no vuelve por un buen tiempo. El jugador debe entender que lo que perdió es importante.
Al entrenador se le respeta su decisión, aunque esté equivocado. En una asamblea al final de la copa se conversa lo que molesta y ahí vemos si sigue o no.
Muchas veces se escucha lo que piensan los socios o simpatizantes del club aunque no voten, pero igual al menos se les ofrece tribuna para que se expresen. Se le debe lealtad a quien está incondicionalmente apoyándote, sin olvidar que el barrio te mantiene informado de todo lo que pasa en el club, haciéndote participe de sus objetivos.
EL PROFESIONALISMO
¿Se la juegan todos por la camiseta?
¿Se corre siempre por el compañero del lado?
¿No se acepta la flojera?
¿Se respetan las jerarquías administrativas?
¿Se toma copete? Sí, pero de otra marca y de otro precio.
¿El jugador sufre a muerte si pierde?
¿Si sacas un jugador del equipo no vuelve?
¿Al DT se le respeta su decisión?
¿Los simpatizantes o hinchas son considerados? ¿Se les hace participes o al menos escuchados en lo que piensan o empatizan con su lealtad al club?
Usted saque sus conclusiones.
Lo invito a reflexionar: ¿está tan mala pobla hoy? o será que cada vez más nos olvidamos que la importancia del fútbol, en un alto grado de porcentaje, está mucho más lejos del resultado del fin de semana, de asumir que si la pelota entra o no entra es parte de una opción más del juego.
Olvidamos parece que en el fútbol el resultado trasciende en la vida mucho más que el marcador del momento trasciende en lo que genera fuera de la cancha, porque el futbol genera emociones, aspectos intangibles e igualitarios simplemente inexplicables, y que hoy al parecer los están descartando y no los consideran al tomar decisiones.
Simplemente se olvidaron que la redonda, la 32, da una emoción imborrable. El recuerdo de una jugada puede durar una eternidad, un gol te arregla la vida y una jugada bonita te alegra un momento de tu vida, y parece que olvidaron que todo eso se genera alrededor de una jugada.
Creo que es fácil entender todo esto, sobre todo si te gusta más o menos el fútbol. El problema para mí es que siento que algunos del profesionalismo lo olvidaron. Lo perdieron y lo siguen perdiendo en un copete caro, en el zapato fino, en la polera de marca, en la cancha perfecta.
Parece que hoy algunos lo olvidaron y dejaron de entender que el fútbol es la pobla, es el barrio, es la calle. Lo único que cambia en el fútbol es el entorno donde lo juegas.