Política y fútbol: un comportamiento social unido
Son las 02:00 AM de este lunes 22 de noviembre y no tengo sueño. Las eleciones y el triunfo de Kast me deja pensando, pero no me sorprende.
Por ALEJANDRO CORTÉS / Foto: AGENCIA UNO
Me reconozco izquierdista, pero como tengo la suerte trabajar en la calle me reconozco callejero de izquierda. ¿Qué significa eso? Puedo disfrutar de un completo en un carro en cualquier pobla o comer un delicioso plato en un restaurante de Manuel Monnt o Viña, por ejemplo. Pero sigo teniendo el mismo actuar, es decir, no soy como esos militantes de izquierda que se les sube el pelo, se olvidan de los orígenes, ningunean al mesero y les duele dejar el 10% de propina, el mismo porcentaje que después piden a gritos a la AFP.
Usted se preguntara qué tiene que ver política con fútbol. Esto en alusión a que este país vota apruebo y ahora gana Kast . Bueno, en el fútbol es lo mismo: te venden una sensación o postura pero después viene otra y se les olvidan las promesas iniciales.
Caso de Harold Mayne-Nicholls. Lucha, según su entorno, para que los clubes se repartan las utilidades de la televisión por igual, y bla, bla, bla… Pero fue su dirigencia la que subió el valor de las entradas de la Selección, la misma directiva que redujo el sector de galerías del Estadio Nacional para ampliar las tribunas Andes y Pacífico. Todo por el vil billete, a pesar de que el mismo Mayne-Nicholls decía que el fútbol debía ser justo para todos. Sólo quería más votos para ser presidente de la ANFP y que su producto Selección generara inlcuso a costa del Torneo Nacional. Total, las entradas y las suscripción al canal oficial quién lo paga: el consumidor o mejor dicho el siempre bien utilizado pueblo.
Las corporaciones deportivas.a los futbolistas no les pagaban las imposiciones, tenían sueldos atrasados y los jugadores hicieron tremendo movimiento (amparado por la prensa y sobre todo por algunos supuestos periodistas defensores sociales: como el que está en Mega los fin de semana y que parece que descubrió que vive en Chile recién hace dos años ). Hermoso moviento sindical por lo demás, con poleras con mensajes que llegaban directo. Me acuerdo de uno: “Cuando los malos dirigen, el fútbol sufre”.
Después pasó el tiempo y resulta que el sindicato era más desordenado que cuenta de consejo de curso. Si se vendían hasta biblias y peor aún, los mismos futbolistas que querían orden de empresa después no les gusta ser tratados como empleados. Sin comentarios, y eso que no voy a mencionar la repartija, por que eso es, repartija que se hacen ahora los futbolistas obviando el pasado de otros. Y menos nombraré a los que comentan fútbol y que son los mismos que después buscan ser elegidos como entrenadores, a pesar de que deben comentar el desempeño de sus futuros dirigidos.
Encuentro sorprendente que la gente se sorprenda del comportamiento del pueblo en una votación de estado y se sorprenda del mundo fútbol y sus acciones. No veo por qué una actividad no pueda ser el reflejo de la otra. Tal vez lo criticable es que la gente que trabaja en el fútbol no ocupa estas experiencias de vida para hacer algo mejor en su actividad.
Yo podría dar un sinnúmero de ejemplos de falta de consecuencia entre ambos mundos, la política y el fútboil. La barra de la U invadiendo la cancha de Rancagua y después haciendo hotelazos y banderazos para no dejar solo al equipo cuando ya lo dejó solo provocando el castigo de jugar sin público en un momento importante. O la nula presión de la hinchada de Colo Colo, equipo del pueblo, que termina siendo trampolín para que un inversionista se convierta en Presidente de la República. Y después, con un dirigente que encabezó al club popular y que al mismo tiempo se coludía y vendía el confort tan caro como la bencina.
Sigo sin entender de qué nos sorpendemos en el fútbol y la política, si después de algunos años hablan futbolistas diciendo que le hacían motines a seleccionadores nacionales, o una candidata a senadora que ninguneó a Acosta y Salió del mismo equipo de Sergio jadue (aunque sin títulos, a diferencia del corrupto calerano).
En fin, no tengo idea si esta columna sirve para la reflexión, pero sí tengo en la retina de que ni de fútbol o deporte y ni política habló ninguno de los candidatos que pasó a segunda vuelta. Podríamos decir que nuestro presente político se aparece a algunos campeonatos del fútbol chileno: ganará el menos malo.