Pep, el Rey Midas del fútbol
Condenado al éxito desde pequeño, Josep Guardiola transforma en oro todo lo que toca como entrenador. Lo probó en el Barcelona, lo repitió en el Bayern Munich y lo reitera semana a semana en el Manchester City.
Por JULIO SALVIAT / Fotos: ARCHIVO y AGENCIAS
No imaginaba, cuando le pasaba el balón a Diego Armando Maradona cumpliendo sus labores de pasapelotas, que iba a ser tanto o más importante que su ídolo en la historia del Barcelona FC. Ni que, a la larga, ocuparía un lugar tan destacado como el del astro argentino, aunque en otra función.
Fue buen jugador Josep Guardiola. Johan Cruyff, por entonces entrenador de los catalanes, se arriesgó poniendo a ese juvenil de 70 kilos y 1,87 de estatura como defensa central en su debut en 1990, pero pronto lo devolvió al puesto que le gustaba y lo consagraría: volante central. Desde esa posición, Pep se convirtió en capitán y líder de un equipo que dos años después, y casi simultáneamente, ganó la primera Copa Europa del club y fue campeón de la liga española, a lo que agregó como premio individual la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Barcelona y el reconocimiento como la mejor promesa futbolística de Europa.
Cuando se fue del club, el 2001, compartía con Carles Puyol el honor de ser el jugador que había ganado más ligas en la historia del club (6), mientras su hoja de vida establecía que había ganado 224 de los 379 partidos que disputó, con remanente de 82 empates y 73 derrotas.
Después defendió al Brescia y a la Roma en Italia y finalmente decidió hacerse más rico de lo que era: fichó por el AliAhli, de Qatar, donde fue elegido como el jugador del año, y en el Dorados de Sinaloa, en México. Y apenas cumple su contrato, comienza su fulgurante carrera como entrenador.
Partió en el Barcelona B, lo sacó campeón y pronto lo designaron como director técnico del cuadro estelar. Ahí batió sus primeros records: sus dirigidos y él entraron a la historia del club al convertirse en el primer equipo español que ganaba la Champions League, la liga española y la Copa del Rey en una misma temporada. El otro fue, para desgracia de Manuel Pellegrini, batir todas las marcas en cuanto a puntos conseguidos (99) desde que se contabilizaban tres por cada triunfo. Sus goleadas fueron frecuentes en esta temporada 2008-2009 y la más celebrada fue el 6-2 al Real Madrid en su propia casa.
Llovieron los records por entonces. A fines de 2009, Barcelona obtuvo el sexto título de los seis que sus seguidores esperaban para ese año. Hasta entonces, ningún club había conseguido el sextete, al agregarse la Supercopa de España, la Supercopa de Europa y el Mundial de Clubes a los ya descritos. El año fue considerado como el mejor de la historia para cualquier club.
En el siguiente, más novedades: igualó a Frank Rijkaard en cuanto a triunfos sobre el Real Madrid en el Santiago Bernabeu. Posteriormente, se adjudica nuevamente la Champions League y, con 40 años de edad, se convierte en el entrenador más joven en ganarla dos veces. En el 2011, al quedarse con la Supercopa de Europa, supera a Johan Cruyff como el técnico con más títulos en el club y a final de año amplía la ventaja con la obtención de la Copa Mundial de Clubes.
En abril de 2012, luego de cuatro temporadas de ensueño, deja el Barça con la satisfacción de no haber perdido nunca como visitante frente al Real Madrid, algo que ningún otro técnico ha conseguido, y se regala un año sabático muy merecido.
Su próxima estación fue el Bayern Munich, y de inmediato hizo historia: se convirtió en el mejor técnico debutante en la Bundesliga al ganar nueve y empatar dos en sus primeros once partidos. A poco andar, ya había destrozado otra marca: 37 fechas sin perder entre las últimas de 2013 y las primeras de 2014. Y otra: fue el primer equipo alemán que anotó por lo menos un gol en 50 partidos consecutivos de la competencia local.
Después de ganar nuevamente el Mundial de Clubes, Guardiola celebra otra gracia de su equipo: es campeón en la fecha 27, cuando faltaban 11 para el final del campeonato.
Diez partidos consecutivos ganó el Bayern al comenzar la Bundesliga 2015-16. Ningún club lo había conseguido. La décima significó la milésima victoria del club en el torneo alemán.
Algo similar ocurrió cuando asume como entrenador del Manchester City, a mediados de 2016: los celestes ganaron sus primeros diez partidos participando en la Premier, la Champions y la Copa de Liga, algo inédito en la historia del club. En la temporada siguiente, otra originalidad: lo designaron cuatro veces consecutivos como el mejor técnico del mes. Y al final de la temporada, hizo trizas varias marcas de la Premier League: nunca un equipo había logrado tantos puntos (100), había conseguido tantos triunfos (32), había anotado tantos goles (106) y había establecido una diferencia tan amplia entre los convertidos y los recibidos (79).
Después, Pep celebró los cuatro títulos de la temporada 2018-19 (Premier, FA Cup, Copa de la Liga y la Community Shield), otro logro inédito en la historia del fútbol inglés.
El año pasado, el City logró un título que le parecía vedado: la Champions. Guardiola se consagró como el primer entrenador que ganaba dos tripletes europeos y lograrlo con dos equipos de distintos países.
Cuando el City consiguió su primera Supercopa de Europa, en agosto de este año, Pep se ubicó como el segundo entre los técnicos más laureados de la historia del fútbol, sólo superado por sir Alex Ferguson. La distancia se acortó estos días con la obtención del Mundial de Clubes. El catalán ha conseguido 37 estrellas; el escoces, 49. Pero todos saben que Guardiola tiene cuerda para rato y que todo lo que toca se transforma en victoria.