Para ponerse nervioso: Estados Unidos y China otra vez enfrentados por culpa de Taiwán

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Por Sergio Antonio Jerez
Actualizado el 2 de agosto de 2022 - 7:26 pm

La visita a Taipéi de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, provocó el enojo en Beijing: “Están jugando con fuego”, señaló el canciller chino. El planeta otra vez en peligro por las tensiones entre las dos potencias.

Hacía 25 años que un personero estadounidense del rango de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, no llegaba de visita oficial a Taiwán, algo que, cualquiera que entienda algo de relaciones internacionales, se sabía que inevitablemente iba a aumentar las tensiones entre los gobiernos de Estados Unidos y la República Popular China.

Por eso, cuando este martes por la noche, Pelosi arribó a Taipéi, estalló la ira de las autoridades de Beijing que ven en este acto un nuevo punto de conflicto en una relación que ha estado en peligro por décadas.

Desde hace mucho tiempo China reclama a Taiwán como parte de su territorio, al que anexará, se dice, incluso por la fuerza si fuera necesario, por eso estima que la visita de cualquier funcionario extranjero a la isla viene a ser, en la práctica, un reconocimiento de la soberanía de Taiwán.

Los chinos ya habían hecho una advertencia si Pelosi viajaba a Taiwán y que tomarían “medidas resueltas y enérgicas”, mientras que la Casa Blanca no hizo nada por impedir el viaje y su tibia respuesta fue señalar que lo de Pelosi no significaba un cambio en la política de Estados Unidos en relación a Taiwán.

“Ciertos políticos norteamericanos están jugando con fuego en el tema de Taiwán”, sentenció el ministro de Relaciones Exteriores chino Wang Yi a la prensa. “Esto definitivamente no tendrá un buen desenlace… esto desenmascara a Estados Unidos como el abusador del mundo y el mayor saboteador de la paz mundial”, agregó en forma enérgica.

Para más remate, Pelosi no ayudó mucho a morigerar el enojo chino, al declarar a su llegada a Taipéi que su visita “honra el compromiso inquebrantable de Estados Unidos de apoyo a la pujante democracia de Taiwán”.

Basta recordar la posición china con respecto a Taiwán, a la que no consideran un país, sino una provincia rebelde y ha advertido que habrá represalias y que sus fuerzas armadas “nunca se quedarán cruzadas de brazos”.

De hecho, en las horas previas a la llegada de Pelosi a Taipéi, versiones de prensa en Beijing señalaron que aviones de combate chinos SU-35 estaban cruzando el estrecho de Formosa, entre Taiwán y el continente, aunque no se aclaró hacía dónde se dirigían realmente.

La tranquilidad del mundo vuelve a estar en la cuerda floja.