Palestino cumple un siglo de vida

Fundada en 1920, la institución árabe ostenta dos títulos nacionales (1955 y 1978) y otros tantos de Copa Chile. Su camiseta la han vestido varios grandes, como Rodolfo Almeyda, Roberto Coll, Oscar Fabbiani y Elías Figueroa. Afincada desde hace décadas en la comuna de La Cisterna, el club, que hoy es una Sociedad Anónima, siempre ha producido buenos jugadores en su generoso e inagotable semillero.
Por EL AGORA
La historia cuenta que Palestino fue fundado el 20 de agosto de 1920, a raíz de unas Olimpiadas de Colonias llevadas a cabo en la ciudad de Osorno, incentivando a árabes y descendientes de árabes de la zona central del país a fundar un club de fútbol que representara esa tierra lejana pero nunca olvidada. En otras palabras, hoy, 20 de agosto de 2020, la institución tetracolor cumple sus primeros cien años de vida.
Todo un acontecimiento, de eso no caben dudas.
Tras arduos 32 años de participación en el amateurismo, Palestino postuló en 1952 a competir en el fútbol profesional, en lo que aquellos años se conocía como la Asociación Central de Fútbol (ACF), hoy Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP).
Tenía la nueva institución buenas espaldas económicas para hacer un buen papel. Poderosos industriales árabes apoyaban al club y eso, unido al entusiasmo y dedicación de sus pioneros, hicieron que el directorio del fútbol profesional admitiera a Palestino como nuevo integrante de lo que entonces era conocido popularmente como el “Ascenso” y, oficialmente, como Segunda División.
Su debut no pudo ser mejor: lidera la tabla y, junto con Rangers de Talca, se gana el derecho a ascender a la Primera División. Sin embargo, de todas formas hay que definir un campeón y, tras un encuentro disputado en Rancagua, como terreno neutral, la institución árabe logra el título gracias a una victoria por 4-2.
Deseosos de competir, además de participar, la dirigencia del club, apoyada por “mecenas” como los poderosos empresarios textiles Sumar y Yarur, abre la billetera para conformar un plantel que, al menos en el papel, se antoja más que poderoso. Sólo que las legítimas aspiraciones del debutante en la Primera División chocan ese año 1953 con un Colo Colo que hace historia no sólo por el nuevo título que conquista, sino por el regreso a la tierra natal de Jorge y Eduardo Robledo.
Y es que, siendo “Ted” un volante defensivo más que solvente y rendidor, es Jorge, goleador en el Newcastle inglés, quien revoluciona el medio nacional con un fútbol veloz, contundente y directo que para Chile era toda una novedad.
En 1954, es Universidad Católica el que posterga las ilusiones de Palestino, ganándole una final increíble a Colo Colo, que no puede romper el 0-0 y ve diluirse una nueva vuelta olímpica.
Es 1955, finalmente, el año de Palestino. Figuras como Rodolfo Almeyda, Osvaldo Pérez y, sobre todo, Roberto Coll, cerebro y corazón del equipo, alcanzan la máxima relevancia para lograr la primera estrella en el firmamento árabe con una campaña que es definida por todos como “extraordinaria”.

Esa formación, por cierto, jamás será olvidada por los viejos hinchas de Palestino. En tiempos en que los cambios de jugadores durante un encuentro no estaban permitidos, la alineación hasta hoy es recitada de memoria por los nostálgicos: José Donoso; Juan Toro, Julio Baldovinos, Rodolfo Almeyda, Sergio Goity; Osvaldo Pérez, Mario Ortiz, Roberto Coll; José Fernández, Juan Manuel López y Guillermo Díaz.
Sin embargo, tras ese campeonato, el panorama propicio comenzó poco a poco a variar. Palestino no pudo renovarse en el éxito y la época hizo otro tanto: los mecenas, que antes sobraban, fueron paulatinamente retaceando el apoyo con el paso de los años.
Tan mal comenzaron a ir las cosas, que incluso en 1970 Palestino retornó a la Segunda División, luego de perder un encuentro definitorio frente a Unión La Calera, en el Estadio Sausalito. Tuvieron que pasar dos años para que, título mediante, el cuadro árabe retornara al fútbol grande.
En ese momento nadie lo adivinó, pero contratando para la dirección técnica a Caupolicán Peña, en 1974, Palestino comenzó a vivir un proceso que lo llevaría más temprano que tarde a la consecución de su segundo título nacional.
En el primer año de Peña, Palestino clasifica segundo, a tres puntos del campeón, Huachipato. Al año siguiente se ubica quinto en el campeonato nacional, pero obtiene la Copa Chile y la Liguilla Pre-Libertadores. Y es entonces que, decididos a dar un salto de calidad, los dirigentes de Palestino se proponen algo muy parecido a un sueño: repatriar desde el Internacional de Porto Alegre a Elías Figueroa, elegido tres veces el “Mejor Jugador de América”.

En 1976, con “Don Elías” como el patrón de esa escuadra, Palestino vuelve a ganar la Copa Chile y la liguilla Pre-Libertadores de 1977. Ya en el torneo, se da el lujo de derrotar por 2-1 a Sao Paulo en el mismísimo estadio Morumbí.
Sin embargo, es en el año 1977, más precisamente en el mes de julio, que Palestino comenzó una campaña invicta que consideró 44 partidos, y que se prolongó hasta septiembre de 1978. Es un record que hasta hoy permanece imbatido, aunque hay quienes sostienen, cifras en mano, que Palestino perdió un partido: el de su debut en el torneo de 1978.
Sin embargo, bueno es aclarar que, venciendo por 1-0 a O’Higgins, a Palestino le quitaron los puntos por una deuda impaga por el pase de Pedro Pinto. Es decir, “por secretaría”, en ningún caso en cancha.
Todos los reclamos y descargos de la dirigencia árabe fueron vanos.
Más allá de ese contratiempo administrativo, Palestino, y Caupolicán Peña, su técnico, sabían que contaban con un equipo maduro, consolidado y competitivo. Y tan seguros estaban que, con miras a la campaña de ese año 1978, sólo se contrató un jugador: Ricardo Lazbal, puntero derecho proveniente de Gimnasia y Esgrima. Como dijo alguna vez Miguel Nasur, presidente de Palestino ese año, “contábamos con un plantel más bien escaso, pero parejito. El equipo no se resentía cuando, por lesión o suspensión, debió faltar alguno”.

Y si los hinchas tetracolores atesoran ese equipo de 1955, con mayor razón este de 1978, más fresco todavía en el recuerdo de los aficionados: Manuel Araya en el arco; Mario Varas, Edgardo Fuentes, Elías Figueroa y Eddie Campodónico en la defensa; Manuel Rojas, Rodolfo Dubó y Sergio Messen en el mediocampo, y en el ataque Ricardo Lazbal, Oscar Fabbiani y Pedro Pinto.
Integraron también ese plantel Jorge Zelada, Manuel Herrera, Leonardo Zamora, Carlos Valenzuela, Marco Cornez, Fernando Ayala, Enrique Graff y Luis Lizama.
El día de la consagración no pudo ser mejor: venciendo a Colo Colo por 3-1 ante una gran afluencia de público, en el Estadio Nacional.

Mientras Figueroa fue el patrón de la defensa y Manuel Rojas el talento del mediocampo, Oscar “Popeye” Fabbiani anotó durante ese torneo 35 goles, quedando a sólo dos de los 37 que Luis Hernán Álvarez había marcado en el Colo Colo campeón de 1963, una marca que hasta el día de hoy permanece imbatida.
Participante en la Copa Libertadores de 1979, Palestino llega a semifinales, siendo eliminado por Olimpia de Paraguay, cuadro que finalmente obtendría el título.
Con Orlando Aravena en la banca, Palestino cumple en el año 1986 otra campaña notable, disputándole palmo a palmo a Colo Colo el título de campeón. La paridad es tanta, que terminado el campeonato se hace necesario jugar un encuentro de definición, el que Colo Colo gana por 2-0.
Hoy, convertido en Sociedad Anónima, Palestino está afincado por décadas ya en el Estadio Municipal de La Cisterna, donde juega sus partidos como local.
Por sus filas han pasado grandes jugadores, así como también produjo muchos jugadores que, imposibles de retener, pasaron a los clubes denominados “grandes”, cuando no al extranjero, como son los casos de Jaime “Pajarito” Valdés y Luis “Mago” Jiménez.
Es, además, y por razones más que obvias, el club chileno más reconocido y querido por todos esos sacrificados habitantes de los territorios palestinos. Muchos, incluso, se han convertido en hinchas, porque ven que los colores de la camiseta palestinista son los mismos de la bandera que ellos respetan y veneran.
Felicidades, Palestino, en este primer siglo de vida. Y que vengan muchos más…
Revisa el compacto del partido que consagró campeón a Palestino en 1978.