Nueve años después, Fátima Sime presenta la segunda edición de “Carne de Perra”

Este jueves, a las 19:00 horas, se realizó la presentación en el Café Literario de Ñuñoa.
Por CAMILA BARACAT / Foto: ARCHIVO
La historia de una enfermera secuestrada en dictadura, que luego de 20 años de exilio retorna al país donde se encuentra con su torturador, la violencia, represión y tortura son parte de los lineamientos transversales de “Carne de perra”, de Fátima Sime. “El binomio victima-victimario yo lo coloque en la atmósfera de nuestra dictadura, pero puede existir en cualquier momento histórico, y existe ahora, incluso en la casa del vecino puede haber una dualidad víctima-victimario”, dice la autora.
“Estamos ante un libro que expone el ejercicio de la violencia sicológica y sexual como una de las técnicas centrales de la tortura ejercida sobre mujeres en todo régimen represivo” (Patricia Espinoza, crítica literaria).
Álvaro Bisama, escritor y crítico literario, comenta sobre la obra: “Vaciada de ideologías, congelada en la mudez del presente y paralogizada por el recuerdo de la violencia de la que fue objeto, María Rosa aparece ante el lector como terrible y precaria, alguien cuya piel está a punto de volverse pellejo, mientras da vueltas por una ciudad donde los círculos del infierno no son sólo las salas de tortura de la dictadura, sino también los departamentos de la clase media, los teléfonos descolgados y las salas de urgencia de los hospitales públicos”.
Esta segunda edición busca principalmente refrescar y diversificar los lectores del libro, como nos comenta la autora: “La principal motivación para reeditarlo fue que llegara a las nuevas generaciones, yo soy una convencida que para que las heridas sanen, se debe rescatar la memoria”.
Le preguntamos cuál era su percepción nueve años después de su primer lanzamiento. “Mi percepción es que han mejorado muchas cosas, lo que significa la fuerza que ha tomado el movimiento feminista. He estado participando en todas las marchas del 8m y una ve un empuje y unas ganas para que realmente haya un cambio con respecto al patriarcado. Por otro lado, esa alegría se empaña bastante al ver que con todo el tiempo que ha pasado ha habido muy poco avance en todo lo que significa lo de los detenidos desparecidos, los familiares que los siguen buscando, duele muchísimo”.
El trauma suspendido, las secuelas de la tortura y la violencia en la vida cotidiana, son temáticas urgentes de seguir reinstalando. Sin políticas de reparación claras y a casi cincuenta años del Golpe, la autora asume la responsabilidad de perpetuar la memoria a las generaciones más jóvenes.
En la presentación: del jueves, en el Café literario de Ñuñoa, participaron las escritoras Alia Trabucco, Josefina González y Bernardita Bravo.