No es el único: los otros «Kun Agüero» retirados antes de tiempo
El fútbol está repleto de alejamientos prematuros de las canchas de futbolistas de nivel mundial. Lesiones de rodillas y tobillos, en su mayoría, pero también afecciones cardíacas, como las del astro trasandino, son las culpables.
POR JOSÉ ROGGERO
El retiro obligado a los 34 años del argentino Sergio «Kun» Agüero por culpa de su estropeado corazón, justo cuando pretendía reverdecer laureles en el Barcelona después de su salida del Manchester City, causó impacto en el mundo del fútbol.
A mitad de año, ocurrió algo parecido durante la Eurocopa, cuando el astro danés Christian Eriksen sufrió un paro cardíaco en pleno partido, protagonizando una escena de impacto mundial. Pese a su recuperación, este viernes el Inter de Milán anunció la rescisión de su contrato debido a la imposibilidad reglamentaria vigente en el torneo italiano de que un futbolista juegue con un desfibrilador en su corazón, como es su caso. Ahora todos se preguntan si Eriksen procurará seguir su carrera en otra liga o seguirá los pasos de Agüero.
Más allá de sus desgracias, lo cierto es que estas no son nuevas ni excepcionales.
Basta con repasar la historia del fútbol para hallar muchos retiros prematuros por culpa de las lesiones o fallas cardíacas que significaron una luz roja para sus carreras.
En la nómina de retiros obligados abundan los delanteros, especialmente goleadores, y escasean los defensas y arqueros. Básicamente, rodillas y tobillos a la miseria son la causa del adiós definitivo, el que suele llegar después de varias temporadas en que las carreras de estos ídolos se convirtieron más en un formulismo contractual que en una presencia constante en cancha.
Veamos algunos de los casos más célebres:
Just Fontaine: el francés, dueño del récord de marcar más goles en un mismo mundial (13 en Suecia 1958), debió retirarse en 1962, con apenas 28 años. El goleador del Stade de Reims, que anotó 258 veces a nivel de clubes y 21 ocasiones por su selección, sufrió una fractura en una de sus piernas, de la que jamás pudo recuperarse, lo que lo obligó a decidir su retiro definitivo.
Ronaldo: para uno de los mejores delanteros de la historia del futbol, campeón mundial en Corea-Japón 2002, su carrera terminó a los 34 años. Quien surgiera en el Cruzeiro y brillara en el Barcelona, Real Madrid, Inter de Milán y Milán, dijo adiós en 2011, cuando intentaba en el Corinthians doblegar a la maldición que lo persiguió gran parte de su carrera: las constantes lesiones de rodilla. Su caso tuvo hasta tintes de crueldad social cuando comenzó a recibir burlas por su sobrepeso. Cansado de ese acoso, reveló que sufría de hipotiroidismo, lo que empezó a complicar la segunda mitad de su carrera hasta ser la causa definitiva de su retiro.
Marco van Basten: Su inolvidable carrera goleadora en Holanda y el Milán cesó abruptamente en 1992 cuando, tras tres cirugías en su tobillo derecho destrozado jugando por los rossoneros, concluyó que era imposible volver a las canchas. Van Basten dejó de jugar a los 28 años, pero su retiro definitivo lo anunció a los 31, después de casi tres años de intentar seguir activo. Es uno de los futbolistas que no ha temido confesar el profundo desequilibrio psicológico que le causó su obligado retiro prematuro. Su autobiografía «Frágil: mi historia» es una genuina enciclopedia de los padecimientos físicos y mentales de quienes dejaron el fútbol antes de tiempo por culpa del dolor.
Fernando Redondo: emergió en Argentinos Juniors, lució como volante central con su selección, llegó a la cúspide en el Real Madrid y cuando pretendía seguir brillando en el Milán, su suerte cambió. Varias lesiones crónicas en sus rodillas le impidieron cumplir con el contrato de cuatro años que había firmado y solo pudo jugar 16 partidos. Fue demasiado para su orgullo y prefirió el retiro a los 35 años, en el 2004, tras largo tiempo en que su carrera ya se había convertido en una mera formalidad.
Ole Gunnar Solskjaer: el noruego, recientemente cesado como DT del Manchester United, fue un ídolo como goleador en los Diablos Rojos, sobre todo por su agónico tanto con que los pupilos de Álex Ferguson dieron vuelta la final contra el Bayern Múnich y ganaron la Liga de Campeones de 1999. Fue la parte luminosa de su carrera. La oscura estuvo dominada por lesiones de rodilla que acabaron sacándolo de las canchas en 2007, a los 34 años.
Gabriel Batistuta: el bombardero argentino que brilló en varios equipos del Calcio como la Fiorentina, el Inter de Milán y la Roma, colgó los botines en el 2005, a los 36 años, por culpa de sus frecuentes molestias en tobillos y rodillas. Sus últimos partidos los disputó en Qatar, pero los fuertes dolores en sus articulaciones no lo han abandonado y son un padecimiento que lo agobia hasta hoy.
Carles Puyol: es uno de los mejores centrales de la historia del Barcelona, al que defendió con fiereza en 593 partidos, y la selección española, con la que se coronó campeón mundial en 2010. Pese a su vigorosa contextura, sufrió 36 lesiones en toda su carrera. Dijo basta en 2014, a los 36 años, por rotura del talón de Aquiles. Además también tuvo que someterse a varias operaciones de rodilla.
Lilian Thuram: una malformación cardiaca sacó de las canchas al zaguero francés campeón mundial en 1998. Tenía 36 años cuando, al igual que el «Kun» Agüero, tuvo que aceptar el lapidario veredicto médico y olvidarse del fútbol activo.
Sebastian Deisler: Estaba considerado como la máxima promesa del fútbol alemán en la primera década de este siglo, pero tuvo que dejar el fútbol a los 27 años. Cinco operaciones de rodilla lo llevaron a decir adiós cuando cumplía su quinto año en el Bayern Múnich, que lo contrató pese a que ya sus piernas presagiaban un mal final. Privado de jugar los mundiales de 2002 y 2006, entró en fuertes depresiones y tuvo que ser tratado por psiquiatras. Tal como el holandés Van Basten, escribió un libro autobiográfico «Volver a la vida», en el que relata sus padecimientos.
Iker Casillas: el 1 de mayo de 2019 el portero español perdió el conocimiento en un entrenamiento con el Porto, su último club, por un infarto agudo al miocardio. Casillas fue operado y, tras una larga recuperación e intentos de volver a jugar, acabó dejando el fútbol en agosto del 2020.