Lautaro anunció que apelará al TAS para revertir el despojo de su título

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Por Eduardo Bruna
Actualizado el 11 de junio de 2021 - 8:52 pm

Haberse salvado de desaparecer del fútbol nacional para nada atenuó la ira del club de Buin, impedido de ascender a la Primera B luego que la Segunda Sala le quitara seis puntos ganados en el torneo 2020. Mientras Fernández Vial celebra por adelantado, se supo que Carlos Encinas, dueño de Lautaro, cuenta con el abogado Carlos Gajardo, ex fiscal, apara recurrir al Tribunal internacional con sede en Lausana, Suiza.

Por EDUARDO BRUNA

No se le viene fácil a la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP), por más que la Segunda Sala del Tribunal de Disciplina del organismo atenuara el fallo de la Primera Sala, que sugería expulsar a Lautaro de Buin del profesionalismo, por un cúmulo de supuestas irregularidades cometidas y que le valieron, entre otras cosas, ganar el torneo de Segunda División y, con ello, obtener su ascenso a la Primera B.

El tribunal de apelación revirtió la posibilidad de que el “Toqui”, como se le conoce popularmente a la institución de Buin, desapareciera del fútbol nacional, aplicando en cambio una resta de seis puntos en el torneo 2020 que, de cualquier forma, le impiden, como campeón, llegar a la Primera B.

De aceptar el fallo, cosa que no ocurrirá, Lautaro tendría que jugar este año nuevamente como club perteneciente a la Segunda División.

En su lugar, la Segunda Sala sugiere la promoción del club que resultó en segundo lugar en esa competencia, vale decir, Fernández Vial. Y recalcamos el “sugerir” porque la llegada (o más bien regreso) del popular club de la Región del Bío Bío a la Primera B, debe ser ratificada por el Consejo de Presidentes.

De oficializarse esta decisión del Tribunal, la ANFP también deberá recalendarizar la Primera B y la Segunda División, para que Arturo Fernández Vial y Lautaro de Buin puedan –eventualmente- ponerse al día con sus partidos en los respectivos campeonatos.

Todo indica, sin embargo, que Lautaro de Buin no se quedará de brazos cruzados frente a este fallo de la Segunda Sala. Carlos Encinas, ex futbolista, actual empresario y propietario de la institución de Buin, anunció que su club apelará al TAS (Tribunal de Arbitraje Deportivo), con sede en Lausana, Suiza, pero que posee también oficinas en Nueva York y Sydney.

No sólo eso: para defender los intereses de su club, Encinas contará con el patrocinio del abogado Carlos Gajardo, ex fiscal que finalmente renunció a su cargo tras recibir presiones superiores para que no perseverara en la investigación de casos que involucraban a poderosos personajes de la vida nacional, entre ellos políticos de las más diversas tendencias.

Gajardo, en ningún caso dispuesto a aceptar ese tipo de presiones para una vez más echarle tierra a casos que envuelven a tipos connotados de la vida nacional, prefirió dejar la Fiscalía y dedicarse a la abogacía. Ese simple hecho significa que Gajardo cuente con la simpatía de muchos a nivel mediático, sobre todo en un país donde el “arreglín de bigotes” viene siendo una constante durante décadas.

Hay que decir, además, que Angel Botto, ex presidente del Tribunal de Penalidades de la ANFP, también criticó el fallo en las dos instancias que este tuvo. Para él, ambas resoluciones estuvieron plagadas de lo que él llamó “inconsecuencias”, para utilizar un eufemismo.

Hay que recordar, además, que Botto renunció a su cargo de presidente del Tribunal de Penalidades en pleno período del delincuente Sergio Jadue, luego que éste propusiera que los miembros de ese cuerpo disciplinario no fueran más “ad honorem”, sino remunerados por sus funciones.

Con toda lógica, y conociendo de cerca al personaje, Botto se fue porque él, como era obvio por lo demás, no estaba dispuesto a transformarse en un empleado más de Jadue y su siniestra cofradía de cómplices al interior de la ANFP, tanto activos como pasivos.

Cabe recordar que, para llegar a estas dos polémicas resoluciones disciplinarias en contra de Lautaro de Buin, entre otras cosas se argumentó una contratación ideológicamente falsa de dos jugadores: Hans Martínez y José Barrera.

Sin embargo, un personero consultado, que nos pidió anonimato, a este respecto señaló que “ese es uno de los principales argumentos con que Lautaro de Buin cuenta para apelar al TAS y esperar una resolución positiva en la defensa de sus intereses». Porque ocurre que, actualmente, hay algo así como 140 contratos de clubes de la ANFP con sus jugadores que tienen las mismas características. En otras palabras, si sancionan a Lautaro de Buin, tendrían que sancionar a varios otros clubes, entre los cuales hay más de uno de esos denominados “grandes”.

A todo esto, ¿qué dice de este caso la Federación Chilena de Fútbol, el organismo máximo del fútbol nacional? ¿Se va a pronunciar el organismo que precisamente tiene el vínculo con la FIFA, que por sobre todo promueve la expansión del fútbol en lugar de que las instituciones y los clubes sean cada vez menos?

Difícil, sobre todo considerando que, de acuerdo a nuestros vetustos reglamentos, quien preside la ANFP preside también la Federación. En otras palabras, Pablo Milad.

Se sabe, por lo demás, que tanto la FIFA como la Conmebol tienen hace tiempo en la mira al fútbol chileno, por una serie de decisiones y medidas que dejan meridianamente claro, por lo demás, que la ANFP se comporta como si de un “cártel” se tratara, esto es, cerrando las puertas a esos clubes que, con toda razón y derecho, pretenden conseguir –logros deportivos mediante- una parte de esa “torta” que mes a mes reparte el Canal del Fútbol, denominado ahora TNT Sports.

Porque, como lo hemos dicho muchas veces, los clubes privilegiados son sólo aquellos que militan en la Primera A y en la Primera B. La Segunda División jamás ha recibido un peso de ese canal que, por lo demás, sólo pudo ser una realidad luego que se sacara del camino a Colo Colo primero y a Universidad de Chile después, decretándoles quiebras tan ilegales como fraudulentas y truchas.

Los clubes de la Segunda División sólo tienen el beneficio de que les designen árbitros y un juego de balones para cada partido.

La ANFP es, ciertamente, un monopolio, con todo lo que ello implica.

Un monopolio que sigue actuando abusivamente porque los organismos competentes del país, que debieran intervenir para parar el abuso, se han hecho los locos todo este tiempo, silbando y mirando para el techo.

Si esos organismos competentes del Estado se han hecho los tontos con temas mucho más importantes, que día a día son denunciados por la gente de a pie de este país, ¿cómo no se van a hacer los giles respecto del fútbol, definido una vez como “el tema más trascendente de entre aquellos que no lo son”?