La docena de Garin
Ante la destitución de su coach Franco Davin, asumió como el décimo segundo entrenador interino de Cristián Garin su ex coach y miembro de su actual staff, Jorge Aguilar. Un ex jugador chileno que fue 176 del mundo y no registra triunfos en torneos ATP, pero que ya lo dirigió en 2014 luego de la renuncia del argentino Martín Rodríguez, el primer técnico a tiempo completo de Gago.
Por SERGIO RIED
Jorge Aguilar es el entrenador número 12 desde los comienzos en el tenis de Cristián Garin, contando su época de junior en la academia de Marcos Colignon y Luchin Guzmán, pasando por el italiano Walter Grinovero en el Mundial sub14 en 2012 (que ganó con Bastian Malla y Sebastián Santibáñez), Larry Stefanky: brevemente en 2013 y la lista que incluye a los españoles Javier Duarte y Bartolomé Salva-Vidal, Horacio Matta, Andrés Schneiter y el recién cesado Franco Davin.
Muchos coaches para un gran tenista que ha tenido una carrera rutilante y llena de lauros desde muy pequeño y que que lo tienen como el sexto mejor tenista chileno de todos los tiempos detrás de Luis Ayala, Marcelo Ríos, Fernando González, Nicolás Massu y Hans Gildemeister.
Ganador de mundiales juveniles, campeón de Roland Garros junior, del Orange Bowl, de cinco torneos ATP y actual número 17 del mundo. Un tenista que ha derrotado a Medvedev, Zverev, Wawrinka, Schwartzman, Berretini, Pablo Cuevas, Casper Ruud, Shapovalov y otros grandes del tenis. Y que de paso ha ganado más de !TRES MILLONES Y MEDIO DE DOLARES! a sus 25 años.
Pero dicen que la plata no hace la felicidad y Cristian Garin es un claro ejemplo de ello, ya que su campaña en esta parte final del año y en especial su triste derrota de Copa Davis ante el eslovaco Gombos, lo tiene confundido y al borde del abismo. Víctima de una enfermedad mental cada vez más común entre deportistas de alto rendimiento, conocida como ansiedad y depresión provocada por la tensión mediática que crea exageradas espectarivas sobre el presente deportivo de sus víctimas.
Garin se siente «obligado» a vencer cada vez que entra a la cancha y se impone como meta llegar al top 10. Algo, que por supuesto nadie le exige al corto plazo. Una reaccion incontrolable que proviene de la mente y paraliza el físico y la voluntad de quién la padece.
¿Podrá su nuevo coach Jorge Aguilar revertir la situación e insuflarle a su pupilo la energía y la confianza en si mismo en los cinco torneos que quedan de aquí al fin de la temporada?
Solo el tiempo lo dirá.
