La Champions (parte 1)

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Por Patricio Vargas
Actualizado el 16 de octubre de 2020 - 11:36 am

Historia de la Champions

Convertido en un espectáculo increíble de alcance mundial, la UEFA Champions League (UCL), congrega a millones de espectadores semana a semana, simbolizando, por un lado, la mercantilización extrema del fútbol, pero por otro, la perfección organizacional y el paradigma al que toda competencia futbolística aspira. 

Por PATRICIO VARGAS QUEVEDO

A fines del siglo XIX, Europa se extendía como propietaria de gran parte del mundo. Solo Gran Bretaña y su imperio (ampaia, como suena en la pronunciación ampulosa del inglés británico), ocupaba el 25 por ciento de la superficie terrestre. Se podía ir de Londres a Gibraltar, a la isla de Santa Helena, a Las Malvinas, a Australia, a Hong Kong, a la India, a Sudáfrica, de nuevo a Santa Helena, de nuevo a Gibraltar y, llegando a Londres, habías dado la vuelta al mundo sin salir de Inglaterra. Esa lucha por el dominio del mundo iba acompañada de un proceso de rearme conocido como Paz Armada, y que, junto a otros fenómenos, fueron impulsados por la Revolución industrial. Este proceso -imparable hasta el día de hoy-, tendría hacia 1914 a los europeos iniciando la Gran Guerra. Cuatro décadas más tarde, sería concebida como la primera de dos guerras mundiales. Hoy en día, se habla de esta etapa como la guerra de los 30 años o guerra civil europea

En este contexto encontramos los antecedentes del torneo de clubes más antiguo e importante del mundo: la UEFA Champions League (UCL), antigua Copa de Clubes Campeones de la UEFA.

La idea de La Champions surge de la fusión de distintos torneos europeos, como la Challenge’s Cup, iniciada en 1897 (y disputada hasta 1911), que reunía a equipos del Antiguo Imperio Austro Húngaro; la Copa Mitropa, con clubes de la Europa Central jugada desde 1927 hasta 1992; y la Copa Latina, que incluía equipos de Portugal, Francia, Italia y España y que se disputó entre 1949 y 1957. 

Hacia los años 50’, el diario francés L’Equipe, por medio de su director Gabriel Hanot, se reunió con el presidente del Real Madrid, Santiago Bernabéu, y el vicepresidente de la UEFA, el húngaro Gusztáv Sebes, para responder a la demanda de organizar en pleno periodo de posguerra, una competencia continental que incluyera a los mejores clubes de Europa. De este modo, crearon la Copa de Clubes Campeones de la UEFA en 1955, con 16 equipos pertenecientes a igual número de países. Los grandes ausentes fueron los creadores del balompié. Los británicos, a pesar de ser promotores de la idea, desistieron de participar. El Chelsea iba a tener el honor, pero cedió su lugar al Gwardia Varsovia de Polonia. Tampoco participaron los clubes checoslovacos y soviéticos.

El 4 de septiembre de 1955, el Sporting de Lisboa empataba 3-3 contra el Partizan de Belgrado, en el estadio Nacional de Lisboa. Era el primer partido de la Copa.

La Orejona. Trofeo diseñado por el joyero suizo Jörg Stadelmann y que obtiene el ganador de la UCL.

Fue precisamente el Real Madrid, club organizador, que durante los primeros cinco años y, con intervalos hasta el día de hoy, se convertiría en el amo y señor de la competencia. Tiene trece títulos hasta ahora. De la mano de Gento, Santamaría, Rial y Puskas, pero encabezados por la saeta rubia, Alfredo Di Stéfano (cuya llegada al club merengue auspiciada por el franquismo, en desmedro del Barcelona, es digna de otra crónica), se impondrían en las cinco primeras versiones de la Copa de Clubes Campeones de la UEFA. Con esa denominación la conocimos hasta inicios de los 90’. Desde 1992, la llamaremos UEFA Champions League. 

Di Stéfano y sus cinco Champions.

Podemos ir dividiendo la historia de los campeones de las Champions en ciclos de países ganadores. En una primera etapa, predominó el Real Madrid de España. Luego de ello, el Benfica portugués, con Eusebio como figura principal. La posta la tomaron los equipos italianos, tras una final disputada en 1963 entre el AC Milan (de Trapattoni, David, Maldini y Gianni Rivera) y el propio Benfica, dirigido por Fernando Riera. Esa final iba a ser la primera que el Benfica perdía luego de La maldición de Bela Guttman. Cuenta la leyenda que luego de ganar la Copa de Clubes Campeones, derrotando en 1961 al Barcelona y en 1962 al Real Madrid, Guttman, de origen húngaro, vio negada la petición de un aumento salarial y fue despedido. Y maldijo al club portugués: «Sin mí, el Benfica no ganará un título europeo en 100 años». Lleva 58 años y ocho finales perdidas

El Internazionale de Milan ganó la UCL dos veces tras el título del AC Milan. Luego, el ciclo de los equipos de Países Bajos (1970 – 1973) incluyó al Feyenoord y el Ajax, para dar paso a un tricampeonato del Bayern Munich alemán (1974 – 1976). Tras eso, el increíble turno de los equipos ingleses: Liverpool, Nottingham Forest y Aston Villa. El primer equipo británico campeón de la Champions había sido el Celtic escocés, en una final épica en Lisboa frente al Inter en 1967. Al año siguiente, el Manchester United de Bobby Charlton y George Best, se impondría ante el Benfica. Pero el ciclo de predominio británico de 1977 a 1982 fue impresionante.

Este dominio quedaría congelado por -tal vez- el episodio más negro de la competencia. Un equipo inglés, el Liverpool, protagonizó la Tragedia de Heysel, en Bruselas. Treinta y nueve aficionados murieron en Bélgica luego de una avalancha provocada por hinchas británicos contra los aficionados de la Juventus, el otro finalista. Que los italianos hayan ganado el partido con un gol de Platini, fue un detalle. Consecuencia: cinco años de suspensión de toda competencia europea para clubes ingleses, el fin de su predominio y la emigración de muchas de sus figuras (Lineker, Hughes, Platt, Gascoigne, entre otros). El estadio de Heysel, fue impedido de organizar partidos de fútbol y terminó siendo demolido y re bautizado como Estadio Rey Balduino. A pesar de lo anterior, las autoridades británicas tuvieron que vivir otra tragedia, la de Hillsborough, en 1989, con 96 muertos, para tomar medidas contra los hooligans. La FIFA comenzó con un nuevo concepto, publicitado en cada una de sus competencias: el fair play.

La tragedia de Heysel.

Continúa leyendo la apasionante historia de La Champions (parte 2).