La ANFP pierde juicio con Javier Castrilli, pero la saca barata
El “Sheriff” pedía 1.134 millones de pesos por daño moral y cerca de 20 millones más por otros conceptos y terminará recibiendo poco más de 147 millones.
Por EL ÁGORA / Foto: ARCHIVO PHOTOSPORT
Un nuevo mazazo recibió la directiva que preside Pablo Milad al perder el juicio que presentó el ex árbitro argentino Javier Castrilli por despido injustificado, daño moral, afectaciones de salud, feriados y meses de contrato por trabajar. Pero igual la sacó barata.
Por todos esos conceptos, el apodado “Sheriff del arbitraje” pidió una indemnización que bordeaba los 1.300 millones de pesos. Sin embargo, la jueza del Primer Juzgado de Letras del Trabajo de Santiago, Carmen Gloria Correa, determinó un pago ridículo para las pretensiones del argentino: solamente 25 millones por daño moral. El fallo determinó que a esa suma se agregue una indemnización de $122.136.685, equivalencia de 11 remuneraciones, más $666.200 por feriado proporcional.
Esto último ya fue cancelado por la ANFP, por lo que solamente deberá cancelar el resto en un plazo no mayor a cinco días.
En otra medida que hace recordar las clases de ética a que se obligó a los ejecutivos coimeros de Penta, la ANFP “deberá publicar en un lugar visible, en todas las sedes a lo largo de todo el país, un aviso que señale su respeto irrestricto a los derechos fundamentales, en especial a los derechos a la integridad física y psíquica, derecho a la honra y a la libertad de trabajo de sus trabajadores”.
El juicio del argentino se produjo luego de su repentino despido en abril del año pasado, cuando no aceptó ser suspendido por una supuesta manipulación para que se cobrara un penal en un partido entre Huachipato y Copiapó. En unos audios que trascendieron, el árbitro Francisco Gilabert acusó haber recibido presiones desde Santiago para ejecutar ese cobro. Castrilli rechazó los cargos y la suspensión.
Nunca se aclaró bien el asunto, pero quedó la sospecha de una maniobra de los propios árbitros.
Castrilli llegó a Chile precedido de la fama de “árbitro estricto e incorruptible” con la idea de mejorar el deteriorado nivel del referato nacional. Tras un período de observación, determinó el despido de 14 jueces futbolísticos, los cuales fueron reincorporados después del despido de Castrilli, y los miembros de la comisión de arbitraje, Osvaldo Talamilla y Braulio Arenas.