Fernando Tapia, coautor de libro Juego Sucio: “El botín que conocemos de Jadue se puede multiplicar por diez”

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Por Matías Alcántara
Actualizado el 31 de julio de 2016 - 2:08 pm

El comentarista de Chilevisión se abre paso en la literatura deportiva, con una investigación realizada en conjunto con el también periodista Francisco Sagredo. La obra, que acaba de aparecer en librerías, aporta detalles inéditos del descalabro de la FIFA y de la corrupción en la ANFP. Tapia afirma que falta mucho por conocerse, que los responsables de algunas empresas todavía deben dar explicaciones y que el ex dirigente calerano pudo transformarse en “topo” del FBI.

“A los pocos días de que Jadue abandona Chile, le mandé un mensaje a Francisco (Sagredo), donde le decía que se estaba escribiendo un capítulo más de su próximo libro”. La idea de Fernando Tapia, periodista de Chilevisión, también la había analizado el autor de “La Caída” y del “Método Pellegrini”.

Finalmente ambos comunicadores se embarcaron en el proyecto “Juego Sucio”, un libro de la Editorial Aguilar, que en 433 páginas recopila 60 entrevistas y que incluye antecedentes exclusivos rescatados por los autores. La obra devela en detalle cómo se fue fraguando el escándalo más grande en la historia del fútbol en materia de corrupción.

Tapia nos cuenta que el hilo conductor del libro es Sergio Jadue, que rápidamente se incorporó al juego sucio en los manejos del futbol: “Se describe lo que pasó desde su llegada a la ANFP y como fue tratando de construir una carrera política en la Conmebol, para cumplir su objetivo que era ser presidente de la confederación, y a partir de ahí llegar al Comité Ejecutivo de la FIFA”.

“Tenemos el testimonio inédito de Jadue, que confiesa cómo entra en el juego de la Confederación Sudamericana. Está el detalle del momento preciso en que se le ofrece este pago, que ellos (los mafiosos) llamaban como un bono, pero no era otra cosa que un soborno para mantener inalterables los contratos con las empresas de comercialización de derechos”, explica el escritor.

El periodista también habló de las ambiciones que motivaron al calerano: “Buscó alguna forma de dar un salto cualitativo en su estándar de vida. Siempre fue un sobreviviente económicamente hablando. Una persona de clase media, alejado de la elite económica y social de La Calera. Su gran obsesión era transformarse en un personaje importante, para luego dar el salto en la dirigencia sudamericana y mundial”.

El analista deportivo afirma que hay muchos involucrados más: “Aparte de su círculo de hierro de la ANFP, hay gente vinculada familiarmente con Jadue que también debiera ser investigada. El SII debe hacer una revisión de las cuentas de las sociedades comerciales construidas en su período. Hay empresarios que deben dar una alguna explicación, nombres que surgen de la investigación del libro”.

Precisamente la empresa privada tiene mucho que decir todavía de acuerdo a Tapia: “Sabemos que se hizo una maniobra en el contrato con la marca que viste a la Selección (Nike), pero mientras los presidentes de clubes no muestren interés en investigar, o la empresa involucrada no transparente la operación, será difícil determinar algo más porque se trata de contratos entre privados. Lo mismo pasa con el contrato de la televisión, y particularmente un vínculo con la empresa Santa Mónica que se adjudicó derechos cuya operación fue desventajosa para la ANFP, lo que origina sospechas fundadas de la posibilidad de coimas”.

La revancha de EEUU

Para Fernando Tapia la investigación de la fiscalía norteamericana obedeció a una reacción por las designaciones de sedes por parte de la FIFA: “El fenómeno de la caída libre de las cabezas del fútbol mundial se explica simplemente por una suerte de revancha de EEUU al quedar al margen de la organización del Mundial de 2022. También hay otra potencia como Inglaterra, que quedó afuera de la Copa del Mundo de 2018. Ambas sedes fueron asignadas en un mismo día, con una diferencia de horas, cuando había sospecha de compra de votos. Fue muy atrevida la acción de dejar al margen a dos potencias mundiales, y asignar sedes a países que en el nuevo mapa geopolítico aparecen como rivales”.

La operación encabezada por la fiscal Loretta Lynch, a juicio de Tapia, fue clave para comprobar la existencia de corrupción en el futbol: “Sin la acción de la Fiscalía de EEUU tendríamos todavía a Joseph Blatter como presidente de la FIFA y con seguridad a Jadue al mando de la ANFP, y tal vez muy cerca de capturar la presidencia de la Conmebol, que era su objetivo siguiente”.

Se robó hasta la camiseta de Alexis

“Juego Sucio” describe cómo fue la limpieza de la oficina del ex presidente de la ANFP y quiénes fueron los funcionarios que participaron en esa acción. “El libro entrega detalles de cosas que fueron desapareciendo de la oficina de Jadue. Borraron material importante para la investigación que se iba hacer en Chile, y sacaron elementos que son patrimonio del fútbol chileno, como una camiseta de Alexis Sánchez utilizada en un partido importante, y trofeos que todavía no se sabe dónde están”, comenta Tapia.

“Explicamos la manera de cómo poco a poco se fue entregando a la justicia en un proceso que tuvo una negociación increíble, donde incluso Jadue pudo transformarse en “topo” del FBI. Se barajó esa posibilidad”, cuenta el coautor de “Juego Sucio”.

El periodista se atreve a adelantar cuál sería la sentencia que podría recibir el calerano el 9 de diciembre: “Está bajo la figura de colaborador con el FBI. Entregó la información, reconoció los delitos y se le congelaron 2,2 millones de dólares en EEUU generados a partir de sobornos por la Copa América. Espera una sentencia de tres años con libertad vigilada. Es decir, podrá circular libremente por EEUU. Los acuerdos no obligan al juez, que podría otorgarle hasta 40 años, pero lo más probable es que reciba el castigo mínimo”.

Finalmente, para Fernando Tapia el calvo ex dirigente cumplió con buena parte de sus objetivos, al menos en lo que se refiere a sumar riquezas: “El botín económico que conocemos de Jadue se puede multiplicar por diez y eso explica la tranquilidad con que espera la sentencia en EEUU, sabiendo que probablemente y, como se dice en jerga delictual: la hizo”.