Everton ratificó sus méritos, y la U sus errores
Cuando Everton anotó el descuento poco después de la media hora de juego, el arquero Johnny Herrera había salvado tres veces la caída de su valla, mientras que su colega de enfrente, Eduardo Lobos, sólo había tocado la pelota dos veces, y en ambas para retirarla desde el fondo de su arco.
No había explicación lógica para el 2-0 que había conseguido la U a los 22 minutos: su defensa daba las licencias de siempre, su mediocampo era permanentemente sobrepasado y su ataque era absolutamente descoordinado. Y mientras tanto, Everton mostraba cohesión, ambiciones controladas y diversas maneras para llegar al arco contrario.
La apertura de la cuenta nació de un lateral servido por Fabíán Monzón. Lo sirvió en forma elevada hacia el área, donde Isaac Díaz peinó el balón ganándole el salto a su marcador. El resto lo hizo Mauricio Pinilla. Estaba encerrado entre tres, amortiguó la pelota con su pierna izquierda, giró con rapidez y sacó un derechazo rasante. El segundo fue producto de un penal innecesario de Dylan Zúñiga a Yerko Leiva, que el propio Pinilla sirvió con éxito.
Por eso el descuento de Oscar Salinas, aprovechando un gran pase de Jaime Carreño, hizo un poquito de justicia el trámite y mantuvo la incógnita.
Cuando Everton igualó el marcador, había ocurrido lo contrario. Con David Pizarro en la cancha, Universidad de Chile había mejorado su juego y había tenido dos situaciones claras para liquidar el pleito: una gran jugada de Rafael Caroca, desbaratada finalmente por Lobos, y un derechazo de Isaac Díaz que hizo estrellarse la pelota contra el vertical antes de perderse por el fondo, en lo que fue a la larga la única jugada bien hilvanada por los azules en todo el partido.
El gol de Patricio Rubio -astilla del mismo palo- resultó justiciero, aunque hubo alta cuota de responsabilidad en la defensa azul. Todos los méritos futbolísticos eran, hasta ese momento, viñamarinos. Y así siguió siendo hasta los cinco minutos finales, cuando la U pudo desnivelar a su favor recurriendo a sus reservas anímicas. Volcado en campo ajeno, metiendo la pierna y sudando al máximo, el equipo que dirige Guillermo Hoyos puso en aprietos a los amarillos con un derechazo de Pinilla que rozó en un defensa y se fue al córner y un misilazo de Pizarro que dejó temblando el travesaño segundos antes del pitazo final.
En todo caso, el partido reveló lo ya sabido: Everton tiene equipo para pelear arriba, mientras la U es un cuadro mediocre, dedicado a los pelotazos y a los centros, con volantes de poca creatividad y con defensores que con la pelota tienen sólo dos opciones: o se la dan a su arquero o se la entregan a los rivales.
PORMENORES
CANCHA: Estadio Nacional.
PÚBLICO: 35.019 espectadores
ÁRBITRO: Jorge Osorio.
U. DE CHILE (2): J. Herrera; M. Rodríguez, C. Vilches, G. Jara, F. Monzón; Y. Leiva (71’, Seymour), R. Caroca, L. Reyes, G. Lorenzetti (46’, D. Pizarro); I. Díaz (58’, S. Ubilla)y M. Pinilla. DT: Guillermo Hoyos.
EVERTON (2): E. Lobos; C. Rodríguez, F. Venegas, C. Suárez, D. Zúñiga; L. Mugni, J. Carreño, I. Ochoa; E. Cuevas, P. Rubio y O. Salinas. Dt: Pablo Sánchez.
GOLES: 8’, Pinilla (U); 22’, Pinilla, penal (U); 32’, Salinas (E); 73’, Rubio (E).
T. AMARILLAS: Jara, Rodríguez y Pizarro (U); Salinas, Cuevas y Ochoa (E).