Eurocopa: una novata España maduró de golpe y lo que pareció un drama acaba en fiesta
El renovado equipo de Luis Enrique tuvo que superar un error increíble de su portero Unai Simón y un empate balcánico cuando ya tenía cerrada la brega en tiempo normal, para poder pasar a cuartos de final con un infartante 5-3 sobre Croacia.
Por JOSÉ ROGGERO
La España campeona mundial de Vicente del Bosque no hubiese padecido lo que sufrió hoy la novel España de Luis Enrique para pasar a cuartos de final en el partido más emocionante de la Eurocopa.
Con un 3-1 a favor como el de este lunes, y faltando 13 minutos para el pitazo final, Iniesta, Xabi, Piqué, Puyol y Villa hubiesen retenido la pelota hasta el infinito y anulado cualquier posibilidad de un vuelco en su contra.
Pero esta nueva España que construye Luis Enrique demostró hoy tanta calidad como inmadurez y por culpas propias debió pasar por el purgatorio, y hasta infierno mismo, para llegar después al paraíso que significó sacudirse primero de un error increíble de su arquero y reponerse después de un empate croata cuando el partido estaba a punto de acabar en su tiempo normal.
Inmadura e inocente, sí, pero corajuda también.
Porque los muchachos de Luis Enrique se sobrepusieron al increíble error de su portero Unai Simón en el minuto 20 al dejar pasar el balón bajo su botín derecho al tratar de controlar un largo pase atrás de Pedri.
Tras unos pocos minutos de desconcierto, guiado por el veterano Sergio Busquets (32 años) y la imberbe calidad de Pedri (18 años), España recuperó el autocontrol y empezó a martillar el área croata.
La igualdad llegó en el minuto 38 cuando Sarabia fusiló al meta Livakovic en una jugada que pudo antes terminar en gol.
Del autocontrol al dominio total. Croacia, más rústica, no podía equilibrar el juego y así llegó el 2-1 hispano, cuando en el minuto 57 Ferrán Torres puso un centro cabeceado cual 9 de área por el lateral Azpilicueta.
El trámite siguió igual. Hasta allí España ganaba como le gusta. Salvo un par de ocasiones croatas, todo lo demás se escribía en español. En el minuto 77’, todo el mundo dio por sentenciado el duelo, cuando Ferrán Torres aprovechó un descuido croata, recibió solo un largo pase de Pau Torres tras sacarse a Gvardiol remató entre las piernas de Livakovic.
Luis Enrique exhaló. Sacó al todoterreno Koke y también al lateral izquierdo Gayá. Era cosa de seguir escondiendo la pelota y la tensión acabaría.
Pero el equipo de Zlatko Dalic no se entregó manso. Nunca lo ha hecho, por lo demás, como en Rusia 2018 cuando llegó a la final a punta de dos definiciones a penales y un alargue desde octavos de final en adelante.
En el minuto 85 el goleador suplente Orsic marcó el descuento y en el minuto 90+2 Pasalic anotó el 3-3 que obligó al alargue. Fue un cabezazo que echó abajo el torreón construido por Luis Enrique en el centro de la defensa al hacer ingresar minutos antes al larguirucho Pau Torres para que junto con el francés nacionalizado Aymeric Laporte juntaran sus respectivos 1.91 de estatura y rechazaran todos los previsibles centros croatas.
El mazazo pareció azotar contra el pasto a España. En los primeros minutos de la prolongación el temible Orsic tuvo el cuarto gol dos veces. Hoy rozó la eternidad, tal como ya la había alcanzado en los pasados octavos de final de la Europa Champions League al marcar los tres goles con que el Dínamo de Zagreb dejó afuera al Tottenham Hotspur de José Mourinho.
“Si no nos mataron ahora, capaz que podamos”, deben haber razonado los españoles. Porque recuperaron la pelota y el gol. En el minuto 100 un centro que no alcanzó a despejar Brekalo quedó a disposición del cuestionado goleador Morata, que agradeció la confianza de su entrenador con un tiro mortal.
Ahí se trizó la fuerza croata. Tres minutos después de Morata fue el turno del vasco Oyarzabal, quien definió de zurda al segundo palo de Livakovic un centro con lienza desde la derecha extendido por Dani Olmo.
La segunda parte del alargue estuvo demás. Croacia estaba muerta y España ya no tuvo dificultad alguna para circular la pelota esperando el pitazo final.
Ambos actores, el triunfador y el vencido, entendieron que este drama estaba concluido. Lo habían dado todo sobre el escenario del Parken Stadium de Copenhague y ya era hora de hacer la venia para recibir el aplauso que ambos merecían de parte de los 38 mil espectadores.
PORMENORES
Eurocopa 2020, octavos de final.
Estadio: Parken Stadium, Copenhague
Árbitro: Cüneyt Cakir (Turquía)
ESPAÑA (5): Unai Simón; Azpilicueta, Eric García (71’, Pau Torres), Laporte, Gayá (78’, Jordi Alba); Busquets (101’, Rodri), Koke (78’, Fabián Ruiz), Pedri; Ferrán Torres (88’, Oyarzabal), Morata, Sarabia (71’, Dani Olmo).
CROACIA (3): Livakovic; Juranovic (74’, Brekalo), Vida, Caleta-Car, Gvardiol; Brozovic, Modric (113’, Ivanusec), Kovacic (78’, Budimir); Vlasic (79’, Pasalic), Petkovic (46’, Kramaric), Rebic (67’, Orzic).
GOLES: 1-0: 20’, autogol Pedri (ESP); 1-1: 38’, Sarabia (ESP); 2-1: 57’, Azpilicueta (ESP); 3-1: 77’, Ferrán Torres (ESP); 3-2: 85’, Orsic (CRO); 3-3: 90+2’, Pasalic (CRO); 4-3: 100’, Morata (ESP); 5-3: 103’, Oyarzabal (ESP).
TARJETAS AMARILLAS: en Croacia, Brozovic, Caleta-Car.