Elías ya está hace rato en el Olimpo… (primera parte)

Imagen del autor

Por Patricio Vargas
Actualizado el 5 de noviembre de 2020 - 1:26 pm

el mejor

Existirán, quizás, razones para no incluir a Elías Figueroa en el ránking de los zagueros más importantes de la historia: Chile nunca fue una fuerza muy respetada a nivel internacional (hasta que alcanzamos el bicampeonato de América) y, por lo mismo, tampoco ha ocupado lugares de privilegio en las copas del mundo (excepto por la hazaña del ’62). Okey. Sin embargo, que su nombre no aparezca en un escalafón serio, como uno presume que es el de France Football, es evidenciar un sesgo inaceptable o ignorancia, lisa y llanamente.

Por PATRICIO VARGAS QUEVEDO

A comienzos de octubre pasado, el semanario francés France Football -desde 1956 encargado, al amparo de Adidas y la FIFA, de entregar el balón de oro al mejor jugador del mundo-, anunció la conformación del «Ballon d’Or Dream Team», el equipo ideal de todos los tiempos.

Encontramos, entre los defensas centrales a: Franco Baresi, Bobby Moore, Franz Beckenbauer, Daniel Passarella, Fabio Cannavaro, Mathias Sammer, Marcel Desailly, Gaetano Scirea, Ronald Koeman y Sergio Ramos. Luego de leer y observar en varias ocasiones la infografía, nos percatamos que no figura el mejor de esa especie: Elías Ricardo Figueroa Brander.

Quizás valga la pena recalcar que el Balón de Oro era otorgado originalmente al mejor futbolista europeo que jugara en el Viejo Continente. Entre 1995 y 2006, fue destinado al mejor jugador que actuara en una liga europea sin distinción de nacionalidad y, desde 2007, premia al mejor jugador del mundo, sin ningún sesgo. Cosa que, en la práctica, no ha ocurrido. Todos los ganadores han jugado, juegan, y me atrevo a decir, jugarán en Europa.

(Eurocentrismo: tendencia a considerar los valores culturales, sociales y políticos de tradición europea como modelos universales).

La realidad que observamos no es tan sorprendente. Las superproducciones futbolísticas y el faro que ilumina el fútbol mundial están allá. Cada jornada de la Champions League (ni hablar de la final, un verdadero nuevo Super Bowl), de la Europa League o de los clásicos en España, Inglaterra e Italia, son seguidos con profundo interés en esta parte del mundo. 

Hace un tiempo hice un viaje a Cuba. Me sorprendió ver la cantidad de niños jugando fútbol(el prejuicio era que los vería jugando béisbol) y cuando pregunté razones, un señor me dijo “ahora nos gusta mucho el fútbol. Acá en Cuba, nos dividimos entre el Real Madrid y el Barcelona”. El béisbol sigue siendo el deporte más popular, con un gran arraigo entre la población, ya que los equipos se dividen por zonas geográficas y desde que se desprofesionalizó, luego de la Revolución, sus jugadores son héroes en cada ciudad. A pesar de ello, la afición al fútbol europeo crece y crece. Desconozco la situación específica de lugares tan alejados como África, pero resulta curioso que el Balón de Oro africano lo entregue… France Football.

En tiempos de presentismo, resulta predecible que bajo ese criterio se acostumbre a sobrevalorar lo actual como «lo mejor de la historia» o «lo mejor de todos los tiempos», distorsionando una interpretación equilibrada. Ante eso, sería conveniente decir por qué Elías Figueroa es el mejor defensa central de la historia del fútbol.

«Don Elías», en Unión La Calera (ahí jugó en 1964).

“Con la calidad que tienen ambos, yo creo que ni Lionel Messi ni Cristiano Ronaldo hubieran entrado a mi área”: Elías Figueroa.

Oriundo del Cerro Polanco de Valparaíso, el 25 de octubre de 1946, Elías Figueroa habría tenido la vida común de un muchacho del siglo XX, nacido en provincia, pero las enfermedades marcaron sus primeros años de vida: la difteria, una de entre muchas enfermedades infecciosas que en un país como Chile dejaban secuelas de por vida. Nuestro sistema sanitario -que hasta hoy no termina de constituirse- empujó a su familia a trasladarse, primero a Quilpué y, luego, a Villa Alemana. 

La difteria le provocó problemas cardíacos y asma. Como si esto fuera poco, a los once años se le diagnosticó poliomelitis, lo que lo obligó a estar un año entero sin caminar. El mismo Figueroa afirma que eso le permitió adelantar el estirón adolescente y ser un portento físico a los catorce años, cuando fue a probarse a Santiago Wanderers, luego de deslumbrar en el Alto Florida (donde también jugó años más tarde Patricio Yáñez) y en el Deportivo Liceo, sus clubes del barrio. En ese entonces, seguramente no imaginaba que el Estadio Municipal de Playa Ancha llevaría su nombre.

Desde el puerto, su ascenso fue meteórico. Poco entrenó con los infantiles y juveniles, debutando como profesional a los 15 años, edad en la que firmó su primer contrato. Llegó como volante y ante su estatura, el técnico José Pérez lo transformó en zaguero. Frente a la inamovible figura de Raúl Sánchez, Elías Figueroa se fue a préstamo a Unión Calera (1964), donde fue titular con 17 años. En esos tiempos, Hernán Solís (ex relator de fútbol) no pudo ocultar su admiración y lo bautizó como «Don Elías», luego de un triunfo el 14 de junio sobre Colo Colo. Fue 2-1 en el Nacional. 

Volvería a Santiago Wanderers y con 19 años jugaría la Copa del Mundo de Inglaterra en 1966. Hasta el minuto 88 del partido ante Corea del Norte, Chile se imponía por la cuenta mínima. Centro al área, ollazo norcoreano y Elías, como puede, incómodo, rechaza hacia el centro. Nadie llega a la segunda pelota y Pak Seung-Zin volea al poste izquierdo de Juan Segundo Olivares Marambio. Don Elías dice que nunca nadie lo había puteado tanto en su vida como lo hizo Humberto ‘Chita’ Cruz después de ese gol: “Nunca pa’l medio, cabro #¡¡&?@!!”. Rara vez se volvería a equivocar.

Formación de Chile v/s URSS en el Mundial de 1966.

Continúa leyendo Elías ya está hace rato en el Olimpo…(segunda parte):