Elección en la ANFP: Antillo o Milad dan prácticamente lo mismo
Las estructuras actuales del fútbol son una camisa de fuerza para llevar a cabo cambios sustantivos, pero suficientemente laxas y sin control para que proliferen el abuso y la sinvergüenzura. Es como el país, en que durante tres décadas hemos estado obligados a elegir entre los mismos caraduras, sólo que de diferentes colores.
Por EDUARDO BRUNA
Cuando este jueves se enfrenten por el sillón de la ANFP Pablo Milad y Lorenzo Antillo, no se estará jugando en realidad nada trascendente. Y cuando decimos “trascendente” nos referimos a un cambio sustancial en el rumbo del fútbol chileno. En otras palabras, cualquiera de ellos que sea el elegido para gobernar en la sede de Quilín, la actividad seguirá deprimida y a la baja, sencillamente porque debe moverse dentro de un marco regulatorio que constituye una camisa de fuerza para ciertos temas y en otros con normas que no existen o son lo suficientemente laxas como para que se sigan produciendo todo tipo de hechos censurables, cuando no derechamente repudiables.
Para el fútbol vale la analogía con el país, en que desde 1990 en adelante hemos estado obligados a elegir entre caraduras de distintos colores, pero con similares mañas.
Como por ejemplo, que ambos contendientes no tenga suficientemente claro que la Federación de Fútbol de Chile es el ente máximo, y sigan pensando que es la ANFP la que no sólo manda, sino que además tiene la capacidad de normar y dictar las pautas para toda la actividad futbolística nacional. Insertos en un nefasto y corrupto sistema de Sociedades Anónimas Deportivas, vigente desde 2005, pero que se veía tramando desde bastante antes, el fútbol chileno se maneja con estatutos cambiados en 2001 (“modernización” se le llamó), pero que son lo suficientemente permisivos como para que, hoy por hoy, se estimen como algo absolutamente legales vicios que antes -sin tenerlos en absoluto- se le atribuían al antiguo sistema de Corporaciones de Derecho Privado sin fines de lucro.
Mediante este sistema nuevo, como nunca los clubes chilenos han evadido impuestos, han proliferado los dirigentes que además son representantes de jugadores y, como tales, dueños de pases de futbolistas. Han hecho nata los “factoring”, propiedad de conocidos dirigentes, fijando intereses usurarios a los clubes que no tienen acceso a la banca. No es todo: en el fútbol nacional se produjo la llegada de una verdadera plaga de dirigentes foráneos que, ante la posibilidad de buenos negocios, tienen intereses en dos o más clubes y los utilizan para triangular transferencias, con la posibilidad cierta -además- de llegar a arreglar partidos en fases decisivas de acuerdo a las conveniencias del momento.
La irregularidad que se observa es tanta, que se da el hecho increíble que la Federación Chilena de Fútbol posea estatutos, pero no el correspondiente reglamento, sin que esto jamás haya llamado la atención del Ministerio de Justicia o del Ministerio del Deporte, organismos que, se supone, son los encargados de controlar y fiscalizar.
Que esto haya quedado al desnudo con el período delincuencial de Sergio Jadue es, a estas alturas, toda una anécdota. Antes y después del gigantesco latrocinio cometido por el ahora testigo protegido del FBI en Miami, el fútbol se ha manejado como un verdadero “cartel”, que tiene sus propias leyes y no le rinde cuentas a nadie. La prueba es que, más allá del gigantesco escándalo que estalló en su momento, en el seno de la ANFP siguen actuando todos esos cómplices activos y pasivos que, o tiraron las manos en forma entusiasta con el ahora ex presidente, o miraron para el techo haciéndose los tontos, a la espera de verse favorecidos en algo más adelante.
Para decirlo pronto, el fútbol sigue estando tan maleado, que nada de fondo podrá cambiar mientras sigan actuando en su seno los mismos los protagonistas. ¿Cómo es posible, por ejemplo, que siga siendo representante del fútbol chileno ante la FIFA un tipo como Cristián Varela, el rey de los conflictos de interés, al punto de llegar a ser conocido como “el Ponce Lerou del fútbol nacional”? ¿Cómo puede ser que Blanco y Negro, que ha expresado en todos los tonos su apoyo a Pablo Milad y hasta cuente con un personero albo en la eventual próxima directiva de la ANFP, como es Jorge Aguilar, tenga al mismo tiempo a Jaime Pizarro en la lista que encabeza Lorenzo Antillo?
Porque lo curioso de todo esto es que tanto Pizarro como Aguilar son reconocidos peones de Leonidas Vial, controlador a través de su corredora de una gran cantidad de acciones que operan en Blanco y Negro, al punto de haberse propuesto -y conseguido- darle un verdadero “golpe de Estado blando” a Aníbal Mosa, para ubicar nuevamente en la testera de la Concesionaria al nefasto Gabriel Ruiz Tagle, período que, afortunadamente, fue lo suficientemente breve como para que el ex ministro de Deportes de Piñera tuviera que dejar la presidencia de la Concesionaria con la cola entre las piernas.
¿Cómo se explica que Blanco y Negro juegue a dos bandas en esta elección que se aproxima? Podrán decir algunos que Jorge Aguilar figura en la lista de Milad teniendo al Club Social y Deportivo Colo Colo como origen, es decir, contraparte de Blanco y Negro en la conducción de los destinos del “Cacique”, pero nadie puede olvidar que Aguilar formó parte del directorio de Varela, el mismo que entregó en bandeja al club a los aventureros y frescolines que de él se adueñaron, aparte de no mover jamás un dedo para defender los “derechos de imagen” que Dragicevic peleó a muerte (como lo hizo igualmente el doctor René Orozco en la U) frente al mega negocio que se avecinaba: el Canal del Fútbol.
Defenestrado Sebastián Moreno como timonel de la ANFP, porque al parecer no cumplió ni una ínfima parte de las promesas hechas al bando que lo apoyó en la pasada elección, contra Jorge Uauy y Harold Mayne-Nicholls, parecía que iba a ser más difícil que nunca el encontrar personeros dispuestos a tamaño sacrificio. Y es que, aparte de encontrar muchos clubes técnicamente quebrados, de acabarse la “plata dulce” que significó una Selección Chilena competitiva y ganadora, el nuevo directorio tendrá que lidiar con un problema para nada insignificante: hacer frente a la eventual demanda de esos clubes que, campeones de la Segunda División, tuvieron que pagar un millonario y expropiatorio “derecho de llaves” a la ANFP para poder ser admitidos como integrantes de la Primera B.
La Fiscalía Nacional Económica (FNE), anunció hace algunos días que el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC), en fallo de primera instancia, condenó a la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP) al pago de una multa de US$ 2,3 millones por la exigencia a los equipos de la Segunda División del fútbol profesional chileno, de pagar una cuota de incorporación de UF 24 mil como requisito para ascender a Primera B, aparte de ordenar el cese inmediato de este cobro.
Y es que, si bien la ANFP apeló de este fallo a la Corte Suprema, de ratificarse el veredicto aquellos clubes que en su momento se vieron perjudicados por esta medida podrían perfectamente reclamar la devolución de esos dineros, provocándole al máximo organismo del fútbol profesional un dolor de cabeza para nada menor, dadas las circunstancias que el fútbol vive. Se recuerda que en esta situación estuvieron, entre otros, Deportes Puerto Montt, Deportes Barnechea y Deportes Valdivia.
A través de www.elagora.net, una y otra vez nos manifestamos en contra de ese cobro abusivo y desproporcionado. Apelamos una y otra vez a los organismos competentes, sin ser escuchados. Y es que ese “derecho de llaves” no sólo significaba que la institución campeona de la Segunda División no sólo llegaba a la Primera B en los hechos quebrada, sino que constituía un claro obstáculo para impedir que otros “comensales” disfrutaran de la torta económica que mes a mes les proporciona el Canal del Fútbol (CDF) a las instituciones integrantes de las dos únicas series que en el seno de la ANFP tienen derecho a voz y voto.
La Fiscalía Nacional Económica puso fin a ese cobro abusivo creado por Sergio Jadue pero que, sin embargo, siguieron aplicando sus sucesores, Arturo Salah y Sebastián Moreno.
Los contendores de este jueves
Ambos licenciados en Educación Física, a Pablo Milad y a Lorenzo Antillo los diferencian más que nada la edad y cierta trayectoria en el fútbol.
Mientras Antillo, presidente de Audax Italiano, tiene 38 años, es empresario y encabeza una lista conformada por Arturo Aguayo (ex integrante de la mesa de Moreno), Jaime Pizarro (que va como independiente), Eduardo Olivares (Unión San Felipe), Jorge Salazar (Deportes Valdivia), Francisco Corbella (Unión Española) y Eduardo Rey (San Luis de Quillota), Pablo Millad tiene 56 años y puede exhibir una trayectoria deportiva más variada. Y es que aparte de ser campeón nacional senior en el lanzamiento de la bala, en su época de juventud fue un destacado basquetbolista, llegando a defender los colores de Liceo Curicó en la Dimayor.
Milad, que renunció a su cargo como Intendente del Maule el 3 de junio pasado para asumir su candidatura a la ANFP, fue presidente de Deportes Curicó Unido, uno de los escasos clubes del fútbol profesional chileno que sigue siendo una Corporación de Derecho Privado sin fines de lucro. Lo acompañan en esta elección Jorge Aguilar (ex director de Blanco y Negro), Jorge Yunge (ex presidente de Rangers), Arturo Guzmán (ex director de Deportes Iquique), Raúl Jofré (ex director de Antofagasta), Alberto Núñez (ex tesorero de Cobreloa), y Gabriel Rebolledo (ex director de Deportes Puerto Montt).
Ambos dicen contar con 25 votos como piso mínimo para la elección de este próximo jueves, pero se sabe que, tratándose de la ANFP, ninguna carrera está corrida mientras no se cuente el último voto. Así le ganó Sebastián Moreno a Jorge Uauy, luego que el ex directivo de Palestino lo había superado en los cómputos anteriores que tuvieron que llevarse a cabo en noviembre de 2018.
Pero, de verdad, prácticamente da lo mismo quien venza en esta elección con mucho menos morbo e interés que otros actos precedentes.
Mientras la ANFP siga metiéndose impunemente al bolsillo a la Federación Chilena de Fútbol, mientras las autoridades gubernamentales de Justicia y de Deportes sigan sin hacer nada frente a las muchas irregularidades que existen, y mientras exista este sistema de Sociedades Anónimas Deportivas que tiene por los suelos al fútbol nacional tanto desde el punto de vista financiero como deportivo, esto no lo arregla nadie.
Es como el país, que va a seguir cuesta abajo en la rodada mientras no se demuelan las bases de un sistema neo liberal salvaje, que consagra y profundiza la inequidad, el abuso y la injusticia. Y mientras sigan siendo protagonistas los mismos políticos caraduras que, durante largos 30 años, se dieron la vida del oso, ajenos por completos a las pellejerías y penurias que vive la gente común y corriente.