El tenis chileno y su esfuerzo por salir de la UTI

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Por Matías Alcántara
Actualizado el 7 de septiembre de 2016 - 10:40 am

El deporte que más satisfacciones le ha dado al país en los JJOO intenta abandonar la crisis institucional por la que atraviesa, luego de la bochornosa administración de José Hinzpeter: la auditoría de su gestión arrojó un déficit millonario, lo que se suma a la reciente orden de allanamiento a su oficina, y a los cuestionamientos por contratar a una empresa con las que mantenía nexos familiares. Los jugadores, por su parte, no se han restado del conflicto y, junto con criticar al ex dirigente, llamaron a las federaciones regionales a ratificar a la actual mesa directiva encabezada por Ulises Cerda, la que fue confirmada hasta marzo de 2017.

La familia del tenis está más desunida que nunca, lo que explica claramente por qué el deporte individual que más logros le ha dado al país esté tan depreciado en comparación a la época dorada que tuvo a tres exponentes en la elite mundial. Pero no sólo los resultados deportivos se han visto menoscabados en los últimos años, ya que nuestros representante sólo aspiran a participar en torneos menores, sino que la organización de eventos, la principal carta de presentación de los directivos del pasado, también es una materia reprobada.

Justamente la nefasta cancha presentada para la serie de Copa Davis ante Colombia, en Iquique, significó una multa de 55 mil dólares para la Federación, unos 37 millones de pesos, un bochorno inédito para el tenis nacional.

El vergonzoso episodio de la Davis concluyó con la salida del equipo nacional del principal referente de este deporte: Marcelo Ríos. “Se le hizo mucho daño al tenis y a los jugadores. Contratar a un familiar para hacer la cancha es algo que va contra toda ética y no lo puedo avalar”, decía el “Chino” a El Mercurio para explicar su renuncia, pero antes el ex número uno logró cobrar 20 millones de pesos que se le adeudaban por sus servicios.

Ríos apuntó su comentario directamente a Esteban Elías, renunciado vicepresidente de la Federación de Tenis de Chile, hijo del dueño de la empresa que construyó la criticada cancha que recibió el duelo ante Colombia.

Pero la historia no es nueva, porque la anterior mesa directiva ya vivió la experiencia de contratar empresas encabezadas por familiares. Imagomedia, por ejemplo, compañía de Julio Videla, yerno de Hinzpeter, prestó servicios en 2015 a la Federación de Tenis a cambio de 200 millones de pesos. El ex presidente, sin embargo, defendió la decisión indicando que dicho contrato generó un considerable ahorro en costos operacionales, y que fue capaz de organizar series de Copa Davis al nivel de la exigencia internacional.

Déficit y allanamiento

La auditoría encargada por la actual mesa directiva concluyó que sólo en 2015 la gestión encabezada por José Hinzpeter tuvo pérdidas de $1.250 millones. Según Ulises Cerda, actual mandamás del tenis chileno, ningún peso de la Beca Musalem se utilizó para el tenis de menores, que era el objetivo del mecenas Jaime Musalén, que donó un millón de dólares al tenis chileno.

De acuerdo a Cerda, la administración Hinzpeter tampoco declaró renta en 2012, 2013 y 2014, y que existiría una deuda de 230 millones por no pago de IVA.

Ante este panorama de números rojos, luego de la denuncia de Cerda, la Fiscalía Oriente ordenó allanar la oficina del ex presidente y a otros directivos y presuntos involucrados en el desorden financiero. El fiscal oriente José Reyes, junto al OS-9 de Carabineros, incautaron información a la Federación de Tenis, ubicada en la calle Cerro Colorado, en la comuna de Las Condes.

Jugadores: “No queremos más Hinzpeter”

Definitivamente los tenistas marcaron muy bien la cancha. Gonzalo Lama, Hans Podlipnik y Juan Carlos Sáez firmaron un comunicado que explicaba las razones por las «nunca más puede haber gente como José Hinzpeter en el tenis».

“Nunca más puede volver a suceder que un pequeño grupo, liderado por un cuestionado presidente, haga todo a su gusto y de manera poco transparente durante tantos años. El tenis se merece algo mejor”, decía parte de la carta.

Marcelo Ríos, en tanto, al momento de renunciar al equipo de Copa Davis se había desmarcado de Hinzpeter: “Se lo dije en la cara, que perdí la confianza en él, que me estaba cagando. Me siento utilizado y engañado. Se le hizo mucho daño al tenis chileno y será difícil salir adelante. El tenis hoy tiene cero credibilidad”.

El Chino, además, al momento de su renuncia dejó en suspenso la continuidad de Nicolás Massú a cargo del equipo de Copa Davis, porque “se le adeuda mucha plata”.

Confirmada la mesa directiva

Las asociaciones de tenis chileno decidieron ratificar a la actual directiva de la Federación, comandada por Ulises Cerda, hasta que finalice su periodo en marzo de 2017. En la reunión realizada en Cerro Colorado también se determinó que el organismo se acogerá a la nueva Ley de Federaciones Deportivas, para formar una Federación Deportiva Nacional.

En la asamblea, además, se encomendó al actual directorio la elección de un vicepresidente y un tesorero, cargos que dejaron vacantes los renunciados Esteban Elías y Marco Sobarzo.

Con este oscuro panorama, con acusaciones de aquí para allá y de allá para acá, con números rojos y allanamientos, el tenis chileno tratará de cumplir un digno papel en Copa Davis ante Canadá, entre el 16 y el 18 de septiembre, siempre y cuando alcancen los recursos para viajar.

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