El lenguaje literario del fútbol
El juego y sus implicancias de todo tipo ha dado origen a cientos, cuando no miles, de giros y metáforas. Cada relator intenta imponer su propio sello, creando nuevas figuras. Estilos existen tantos como los que se encuentran a la hora de conocer novelistas o poetas mediante la lectura de sus obras.
Por: CLAUDIO GUDMANI
Hoy no voy a escribir de algún gran jugador, o de un partido memorable, ni de los esquemas futbolísticos de un director técnico, ni de los desaciertos dirigenciales, si no que, como amante del fútbol, licenciado en Arte y escritor, voy a hablarles de la belleza de la palabra y las emociones que se pueden provocar en el fútbol, que tiene su propio lenguaje, su narrativa especial, a través de los relatores y comentaristas, que son los que nos “cuentan el fútbol”.
Así existen los poetas del gol y los trovadores… así existió un maestro de la oratoria como Julio Martínez, que las ofició algún tiempo como relator, y su memorable concepto de “justicia divina”, acuñada en la memoria colectiva desde el Mundial del 62 ante el gol de tiro libre del gran Leonel Sánchez a la figura del legendario arquero soviético, Lev Yashin, y que antes debió ser penal; así por años escuchamos a Pedro Carcuro como la voz oficial de TVN y que relató el gol de Patricio Yáñez en Paraguay para las eliminatorias del Mundial de 1982; o la irrupción más reciente del relato emocional e ingenioso de un Claudio Palma que nos trajo las victorias y logros de la “generación dorada”; así ahora hay grillos del gol, incluso mujeres relatoras que le ponen su toque, como Rocío Ayala. No puedo dejar de nombrar a Vladimiro Mimica o Ernesto Díaz, con sus gargantas desgarradas por gestas futbolísticas de nuestros equipos en el campo internacional entre los años noventa y dos mil; y muchos otros que seguramente se me escapan. Todos con un lenguaje o un énfasis propio, con una terminología original e imaginativa. Y como contrapunto, un “Señor del Relato” como Sergio Silva que, ceremoniosamente, solo decía los nombres de los jugadores y alguna acción técnica muy escueta, trabajando incluso con los silencios, en los años setenta en una televisión en blanco y negro.
Pero hay que entender que hubo un tiempo en que la televisación del fútbol era sólo en algunos partidos y muchos se trasmitían por radio, y entonces las palabras y las descripciones del relator se hicieron importantes para el imaginario del hincha, que portaban sus aparatos a pilas para “seguir y vivir” los encuentros de sus clubes favoritos.
Y en ese sentido, hay términos que se nos han hecho totalmente referenciales para entender el fútbol y que vienen de su propio origen, que fue el fútbol inglés, por lo que muchos términos vienen de ese idioma como: goal (logro), chutear (del shoot), foul, offside, córner, penalty, golkeeper y un largo etc. que se han hecho parte del relato. Pero también muchos de los términos usados en la jerga futbolística tienen un origen en la geometría: esférica, área, triangulación, ángulo, línea o raya, punto, vertical, horizontal, semicírculo, rectángulo, curva, línea recta, diagonal, arco, etc.
Y también hay otros que tienen que ver con la construcción: hacer un túnel o un caño, hacer una pared, poner una barrera, construir jugadas, ocupar espacios, ser un muro impenetrable; y otros que vienen de la guerra como: estrategia, tiro, misil, bombazo, adversarios, terreno enemigo, ejecución desde el punto penal, cañonazo, disparo, ataque, contraataque, etc. Y otros conceptos que rozan lo religioso, como “milagro en el área”, “almas”, “rezan o plegarias”, “la mano de Dios”, “templo deportivo”. Y por cierto que, cuando se trata de apodos para los futbolistas, surgen una serie de características y capacidades animalescas como “león”, “gacela”, “tigre”, “mono”, “toro”, “pantera”, “gato”, “araña”, “halcón”, “ardilla” y nuevamente un largo etcétera…
Pero lo entretenido de todo esto es cuando los relatores empiezan a crear imágenes mezclando estos términos, y aquí surge el “lenguaje futbolístico”, la jerga… que sólo es entendible para aquellos que gozamos con este deporte de emociones que, incluso, a veces, es poesía pura: Tiro al ángulo; córner corto y abierto; gol de pelota quieta (o detenida o muerta); milagro en el área rival; el rincón donde las arañas tejen su nido; misil o bombazo desde el círculo central;ejecución desde los doce pasos; doble pared con caño incluido; el remate hizo una parábola que se coló a la espalda del portero en un ángulo del arco; chuteó a tres dedos para que la esférica hiciera una curva perfecta por el costado de la barrera; eludió a pura gambeta a cuanto rival se le interponía para entrar al área y hacerle un globito al arquero… le hizo una bicicleta al lateral, sacó el centro con rosca y el Mago durmió el balón en su pecho antes de despacharse con una media tijera ante la mirada atónita de su cancerbero… mientras el Mono, con sus garras paralizadas, rezaba para que el disparo se fuera desviado mientras miles de almas enmudecieron.”
El relato del gol de ensueño de Diego Maradona a los ingleses en el Mundial de 1986, aun siendo televisado, quedó grabado y la imaginación desbordada… “barrilete cósmico”, por ejemplo, pura poesía… o el primer gol, viciado de ese mismo partido, quedó como un acto de venganza y justicia ante la guerra de Las Malvinas, muy pequeño e incomparable, por cierto, ante tantas muertes inocentes, pero significativo como símbolo del desquite, denominándose “la mano de Dios”.
Podría nombrar muchas narraciones, pero, para cada uno que tiene un alma futbolera, habrá alguna que le produce una emoción distinta, un recuerdo, un instante glorioso… y hay miles de frases que han quedado en la memoria colectiva de todos. Y más aún, se siguen creando, quizá ahora como un distintivo marketero de cada relator y no como la inspiración de un momento, pero que, sin duda, requiere del talento de un artesano de la palabra, de un poeta futbolero, de un provocador de emociones…
Y para ustedes ¿cuál es el término, la frase o el relato que más les gusta o estremece del lenguaje del fútbol?…