El dilema del fútbol chileno: jugar a puertas cerradas o bajar la cortina
Al CDF le exigen partidos en la pantalla y los dirigentes no tienen poder para negociar con el Sifup. Esta semana se conocerá la definición de otra crisis mal manejada por la Anfp.
Luego que la ANFP resolviera la reanudación del torneo, en la quinta semana de desarrollo del potente estallido social, apenas 158 minutos se pudieron jugar antes que la intervención de algunos barristas generó los incidentes necesarios para terminar con la idea de las autoridades del organismo futbolero y de la Anfp.
La determinación era tan frágil e inconsistente que un puñado de 20 violentistas disfrazados de barristas bravos bastó para forzar la suspensión del partido que llevaba 68 minutos en La Florida, entre La Calera e Iquique. El otro encuentro programado, terminó con una victoria de Cobresal por 3-2 sobre Uniòn Española en la soledad de El Salvador.
Luego de ese episodio calificado unánimemennte como papelón del presidente de la ANFP, el Sindicato de Futbolistas determinó no volver a jugar mientras no existan las condiciones de seguridad y normalidad en el país.
Desde este lunes, cuando se reúnan los dirigentes de los clubes, la tarea sera resolver un profundo dilema: jugar sin público en los estadios para satisfacer la demanda empresarial Turner al CDF (transmitir partidos para evitar demandas de los abonados) o, directamente, darle el título por secretaría a Católica y repartir con alguna fórmula los cupos a las copas internacionales…