El “Colorado” Gil iluminó a un Colo Colo que frente al América reiteraba sus vicios: 2-1
Veíamos al Cacique de todo el año cuando el volante recuperó la memoria para anotar dos goles y uno de ellos un verdadero golazo. El descuento de América en los minutos de adición atenuó la alegría de la hinchada y disminuyó la cuenta de ahorro del cuadro albo para la revancha.
Por EDUARDO BRUNA / Foto: DALEALBO
Es normal quedar con un mal sabor de boca cuando te anotan un descuento en los minutos de adición. Que el 2-0 se transforme en un 2-1 cuando ya no queda nada de partido, no te permite alegrarte y celebrar como hubieras querido, pero convengamos, también, que para “este” Colo Colo ganarle a un cuadro brasileño, por el marcador que sea, igual es alentador y reconfortante.
No se sabe por qué, si por ignorancia o hinchismo desbocado, muchos daban por hecho de que el Cacique tenía que ganar y quedarse con los puntos. Pero ubiquémonos. Cualquier equipo brasileño, por mal que esté en la tabla, va a ser competitivo frente a cualquiera de los cuadros nuestros. Y con mayor razón frente a un Colo Colo que, más allá del triunfo, producto de dos momentos de inspiración del “Colorado” Gil, tras esa engañosa goleada a Unión La Calera -además por Copa Chile-, volvía a exhibir las mismas falencias que lo han acompañado durante toda la temporada, tanto a nivel casero como internacional: una falta de “punch”, de peso ofensivo, que le pone un freno a todo lo demás.
Y es que, terminada la primera etapa, el partido en el Monumental se nos antojaba una película repetida, demasiado vista. Colo Colo, en general, controlaba el juego, tenía la iniciativa y, por momentos, hasta era claro dominador, pero concluido el primer tiempo, salvo un remate de Palacios que se perdió junto a un vertical, no producía prácticamente nada como para justificar su favoritismo.
El “Colorado” no andaba bien, Thompson algo insinuó para luego diluirse, y Damián Pizarro reiteraba, una vez más, que no tiene nada de barrio. Dicho claramente, sus recursos futbolísticos, a este nivel, son muy limitados. Y es que una cosa es llevarse a la rastra a un defensor de La Calera y otra a jugadores duchos, con oficio, y que son todo unos atletas. Para decirlo pronto: de seguir de esa forma, el Cacique no tenía por dónde.
Tuvo Colo Colo la fortuna de encontrar el gol al minuto de reanudarse la brega. Gil, hasta ese momento poco trascendente, aprovechó un balonazo largo de Saldivia que el fondo del América no supo resolver. Y poco después, el mismo “Colorado” recuperó mejores momentos al anotar un golazo desde fuera del área, poniéndola en un rincón inalcanzable tras ver que no tenía ninguna alternativa de pase.
El 2-0, inapelable, por cierto, tenía mucho más que ver con la inspiración de Gil que con lo que es este Colo Colo cuando se aproxima al área. Aparte de que no hay pases filtrados, y que le duelan al contrario, su poder ofensivo es claramente inocuo. La razón es simple: no tiene jugadores que le permitan alcanzar un vuelo mayor.
El ingreso de Castillo por Thompson, por ejemplo, sirvió de muy poco. Y más preocupante es al notar que, tras el tempranero gol de Gil, iba a tener más espacios ante un cuadro que, forzosamente, tenía que jugarse un poco más. Pero el colombiano volvió a ser un fiasco, por la banda izquierda, primero, y luego por la derecha. No encara, no intenta el mano a mano y, lo que es peor, es un cero a la izquierda al momento de luchar y recuperar. Si nos habían anunciado un delantero veloz y con cierta habilidad, lo cierto es que hasta ahora cada partido de Castillo es un rotundo desmentido.
De seguro que, si antes del partido, a los hinchas albos les hubieran ofrecido una victoria por 2-1, la inmensa mayoría la firmaba de inmediato. Pero claro, ese gol de América en los descuentos fue un balde de agua fría para todos aquellos que ya se imaginan al Cacique enfrentando al Bragantino en la ronda siguiente. Y obvio que es distinto afrontar la revancha con un 2-0 que con un escuálido ahorro de 2-1.
Pero, muchachos, más ubicación, más respeto. Hasta el peor equipo del Brasileirao es capaz de darle guerra al mejor de los nuestros. Muchos parecen olvidar que este mismo equipo, que por cierto no tiene los blasones de un Flamengo o un Palmeiras, viene de ganarle a Peñarol en Montevideo y al Corinthians.
Por lo demás, nuestro nivel internacional es tan pobre, que tampoco un 2-0 te permitiría sacar cuentas alegres por anticipado. Remitámonos, nada más, a lo que fue Colo Colo del año pasado -bastante más decentito que éste- en esta misma Copa Sudamericana. Derrotó 2-0 a Inter, y la distancia se amplió luego que, en Porto Alegre, Costa marcara un 3-0 global. Pasó que Internacional lo dio vuelta igual, acaso porque la jerarquía internacional de nuestros representantes, y específicamente de Colo Colo, está extraviada desde hace demasiado tiempo como para que siga siendo un tema baladí o tolerable.
PORMENORES
Copa Sudamericana, 16avos, partido de ida.
Estadio: Monumental.
Público: 25 mil espectadores, aproximadamente.
Árbitro: Fernando Rapallini, de Argentina.
Colo Colo (2): F. De Paul; O. Opazo, M. Falcón, A. Saldivia, A Bouzat; C. Fuentes, E. Pavez, L. Gil; J. Thompson, D. Pizarro, C. Palacios: DT: Gustavo Quinteros. Cambios: 46’, F. Castillo por Thompson; 87’, E. Wiemberg por Gil y L. Benegas por D. Pizarro.
América MG (1): M. Pasinato; Rodriguinho, Julio César, Wanderson, Nicolás; Alé, Breno, Eder; Matheusinho, R. Varanda y Mastriani. DT: Vagner Mancini. Cambios: 60’, Everaldo por Matheusinho y Wellington Paulista por Mastriani; 72’, Juninho por Breno y E. Martínez por Wanderson; 80’, Marlon por Rodriguinho.
Goles: 46’ y 63’, Leonardo Gil (CC); 90+3’, Alé (AMG).
Tarjetas amarillas: Opazo y Bouzat (CC); Eder, Varanda y Rodriguinho (AMG).
Leonardo Gil marca el inicio de la victoria alba. Mira aquí la conquista del «Colorado» con relato brasileño:
— Cristhian Raphael (@diario0007) July 11, 2023
Disfruta el registro del segundo tanto de Leonardo Gil, un golazo.
— Cristhian Raphael (@diario0007) July 11, 2023