Djokovic se llevó todo el botín
En una demostración cabal de su poderío, Novak Djokovic no sólo se coronó campeón del Abierto de Australia 2023, sino que también recuperó el lugar de número uno del mundo al derrotar al griego Stefanos Tsitsipas en una reñida final por 6/3 7/6 (4) 7/6 (5). De paso, igualó a Rafael Nadal con 22 títulos de Grand Slam. En damas, la corona fue para la bielorrusa Aryna Sabalenka, que venció en tres sets a la kazaja Jelena Rybakina.
Por SERGIO RIED
Tuvieron que pasar 378 días para que Novak Djokovic se cobrará revancha de su ignominiosa deportación de Australia, a causa de la conocida historia de su no vacunación contre el Covid19. Y lo hizo con su mejor arma: esa raqueta que maneja de maravillas y que le permitió ganar su décimo título en el Melbourne Park y, de paso, cumplir con sus metas más codiciadas. A esa larga espera hay que sumarle las 2 horas y 52 minutos que demoró en demoler al griego Tsitsipas en la final.
Una final muy disputada y cargada de emociones por lo que estaba en juego y por los problemas que le trajo su padre, al mostrarse en las tribunas con un grupo de rusos apoyando su causa. Sumergido en su burbuja personal, Nole calificó a este duelo como «el triunfo más grande de mi carrera por la tensión de los últimos meses y los problemas familiares que todos conocen y que dejaron a mi padre fuera del equipo para evitar mayores tensiones».
Elogiando a su rival, dijo que «él es un gran amigo y muy profesional y tiene más tiempo que yo para ganar Grand Slams «- dijo entre risas.
Tsitsipas, por su parte, le devolvió sus halagos diciendo que «Nole es el mejor que jamás haya empuñado una raqueta y siempre saca lo mejor de mí cuando nos enfrentamos».
Así, entre lágrimas y emociones a flor de piel, se fue esta batalla de dos semanas que llegó a su clímax en los dos tie breaks finales, pero que se decidió en una guerra de primeros saques, en los que pronto Djokovic alcanzó casi la perfección, al no permitir ninguna opción de quiebre en su contra. El oriundo de Belgrado siempre se mostró un peldaño más arriba que el ateniense y nunca estuvo en duda su supremacía, pese a los dos tie breaks.
Un torneo colmado de sorpresas y partidas tempraneras de los más pintados. Y de revelaciones, como el ruso Karen khachakov y el estadounidense Tommy Paul, ambos alcanzando las semifinales.