Diputada Santibáñez: “La Comisión de Ética de la Cámara lo que menos tiene es ética”
La parlamentaria por el distrito 14 de la Región Metropolitana hace serias acusaciones contra el organismo encargado de regular el actuar de los diputados, su presidente, Nelson Venegas, y la integrante del cuerpo, Pamela Jiles.
Por EDUARDO BRUNA / Foto: ARCHIVO
“La Comisión de Ética de la Cámara de Diputados tiene escasa o nula ética”.
La demoledora y tajante frase corresponde a Marisela Santibáñez, diputada del Partido Comunista por el distrito 14, de la Región Metropolitana. Y es que dice tener más de una prueba que respalda su aseveración, y en la que sus dardos están enfocados especialmente en dos de sus integrantes: su presidente, el socialista Nelson Venegas, y la diputada Pamela Jiles, que a estas alturas políticamente resulta inclasificable, por más que, oficialmente, figure en todas las reseñas como perteneciente al Partido Humanista.
Explica la diputada Santibáñez:
“Votó a favor de la acusación constitucional contra el ministro Avila, así como antes salió de la sala al momento de votarse el proyecto de Reforma Tributaria, pese a que antes había comprometido públicamente su apoyo. Lo peor es que se burlaba de quienes sí habíamos votado a favor, y se reía impúdicamente del revés, que no habían sufrido ni el Presidente Boric ni el ministro de Hacienda, Mario Marcel. Era un revés que había sufrido Chile, los vulnerables de este país que siguen esperando por mejor educación, por mejor salud. Fue tanta mi indignación al ver su actitud, que efectivamente fui yo la que le gritó en los pasillos ¡te cagaste a Chile, Pamela Jiles…!
-La ministra Uriarte, en ese momento, la calificó como de oposición.
“A estas alturas, cuesta calificar a qué sector pertenece la señora Jiles, pero claramente, en todo su accionar, está más cerca de la oposición que de las posturas del Frente Amplio, en el cual está inserto el Partido Humanista. Incluso se la ve mucho más cercana a los parlamentarios UDI y, en especial, a los republicanos. Hasta almuerza con ellos”.
-Entre ella y usted parece no haber mucha cercanía ni simpatía…
“Uno no puede esperar ser amiga de todos, pero sí pedir consecuencia y respeto. La señora Jiles es intratable. Con decirle que, en una reunión en la que coincidimos, ella se paseaba por alrededor de la mesa en una actitud claramente intimidante. Yo, por lo menos, lo sentía así, porque además era muy evidente. Si el diputado Tomás Hirsch renunció a seguir formando parte de la Comisión de Ética fue, precisamente, porque ya no toleraba el estilo intrigante y agresivo de la diputada. El mismo me lo confidenció”.
-Usted califica a la Comisión de Ética como muy poco ética. ¿Puede especificar por qué?
“Yo acepté sin chistar la vez que se me sancionó por referirme de mala manera a Jaime Guzmán. Se me amonestó y se me multó con el 5% de mi dieta parlamentaria. Reconocí mi error y nunca apelé al hecho de que la Comisión la presidiera en ese momento un señor de Renovación Nacional, Bernardo Berger. Políticamente éramos opuestos, pero yo siempre le reconocí su buen trato, su don de caballero y su respeto al resto. En cambio, ahora, la Comisión, presidida por el socialista Nelson Venegas, deja muchísimo que desear. De ética tiene muy poco y nada”.
-Explíquese.
“En la primera cuenta pública del Presidente Boric escuché, con sorpresa e indignación, que cuando el mandatario transitaba por el pasillo a ubicarse en el lugar determinado, el diputado De la Carrera, republicano, le gritaba a Boric, en medio de los aplausos o el silencio de los de oposición, ‘¡súbete el cierre, ahuevonao…, súbete el cierre!’. Y esto lo repitió dos o tres veces. Lo consideré inaceptable y fui hasta su lugar, a encararlo. Confronté luego a Rojo Edwards y éste me dijo, condescediente, ‘pero Marisela, si usted sabe cómo es el diputado…’. No contenta con eso, llevé su caso a la Comisión de Ética, que lo rechazó rápidamente porque, según se me dijo, no había pruebas y era la palabra mía contra la de él. Sin embargo, una periodista que estaba cerca, me contó que había grabado el incidente y que me ofrecía la cinta. La hice llegar y les dije: ‘aquí está la prueba que me pedían’. Pero no pasó nada, y lo peor vino después”.
-¿A qué se refiere?
“A que el diputado De la Carrera, al poco tiempo siguió haciendo de las suyas. No contento con haberle tomado la oreja matonescamente al diputado Manouchehri, después agredió a golpes al diputado radical Alexis Sepúlveda. El problema fue que, a raíz de este incidente, el matinal de Chilevisión entrevistó en el set al agredido y a Nelson Venegas, como presidente de la Comisión de Ética. Y Venegas, recordando otros episodios protagonizados por De la Carrera, recordó el oficio que yo había enviado, agregando algo que yo nunca había mencionado en mi queja: que, aparte de gritarle al Presidente ‘¡súbete el cierre, ahuevonao…!’, De la Carrera se había tomado los genitales, en un gesto conocido por todos los chilenos como ‘un Pato Yáñez’. Y yo nunca había acusado al diputado de ese grosero gesto, sencillamente porque eso nunca pasó”.
Lo peor, dice la diputada Santibáñez, es que la Comisión de Ética se pronunció recién, hace una semana más o menos, acerca del oficio mandado por ella, en la que acusaba a De la Carrera de ofender al Presidente.
Cuenta:
“No pasó nada. De la Carrera quedó libre de polvo y paja, ¡después de más de un año que yo lo denunciara! Contrasta esa actitud contra la que se tuvo, por ejemplo, con la diputada Catalina Pérez, por el caso Convenios, que constituyó una sanción sumaria, por lo rápida. O como respecto de la mía, que tampoco demoró nada. Yo celebro esa rapidez y esa eficiencia, pero me pregunto por qué en ocasiones no se actúa de la misma forma”.
-¿Cuál, cree usted, que es la solución?
“La salida de Venegas. No sólo por su sesgado actuar, sino por haber puesto en mi boca acusaciones que yo jamás hice. Imagínese que, en honor a la verdad, y dejando en absoluto segundo plano las diferencias que tengo con ese señor, yo fui a conversar con el propio De la Carrera para aclararle que jamás yo lo había acusado de haber hecho el ‘Pato Yáñez’ ese. Y le entregué incluso las pruebas. Como sea, el período de Nelson Venegas a la cabeza de la Comisión de Ética llega a su fin”.
Explica la diputada Marisela Santibáñez:
“Debiera corresponderle, ahora, a un comunista. Ese va a ser un difícil trance para la señora Pamela Jiles. Conociendo su actuar, lo más probable es que decida no estar en esa votación”.