Deportes: lo bueno, lo malo y lo feo del año que se va

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Por Julio Salviat
Actualizado el 31 de diciembre de 2023 - 2:05 pm

Entre la infinidad de situaciones para aplaudir, condenar o preocuparse por lo ocurrido en el ámbito deportivo durante 2023, destacaron tres. Y aquí están.

Por JULIO SALVIAT / Fotos: ARCHIVO

A la hora del balance de un año muy contradictorio en logros, conductas y episodios, sobresalen nítidamente algunas situaciones previsibles y otras inesperadas.

LO BUENO: Por lo que significó para el país, para los deportistas y para el público, los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos (foto principal) se llevaron todos los honores. Basta recordar cómo iba la organización cuando faltaban quince meses para la inauguración: la construcción de la Villa Olímpica, por citar un caso, tenía un avance de obra que bordeaba el 15%. Las cuentas no cuadraban por ninguna parte y los avances de dinero quedaron suspendidos hasta que fueran justificados los gastos efectuados hasta ese momento.

El oportuno cambio de timón le dio otro rumbo: salieron la ministra de Deportes, Paulina Kantor, y la directora ejecutiva de la Corporación Santiago 2023, Gianna Cunazza, para darles paso al ex futbolista Jaime Pizarro y al ex presidente de la ANFP Harold Mayne-Nicholls. Aunque el valor de las obras subió enormemente, la infraestructura estuvo lista.

Y pese a que comenzó con algo de tardanza, la venta de entradas superó todo lo previsto. Y lo más importante es que Chile respiró en momentos de máxima tensión, los deportistas lograron récord de medallas y quedó la grata sensación de que el país puede unirse cuando hay batallas dignas.

Pablo Milad: su mayor bochorno fue la fallida participación de Chile como sede para el Mundial 2030.

LO MALO: Ya venía a los tumbos su gestión desde que asumió, a fines de julio de 2020. En tres años a cargo de la presidencia de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP), el empresario y político curicano Pablo Milad no había acertado en nada. Y el conjunto de clubes que conforman ese organismo, casi todos adscritos a las sociedades anónimas deportivas, había colaborado muy poco en el mejoramiento de la actividad.

Aparte de quedar eliminada del Mundial de Qatar, la selección chilena tampoco ha funcionado en las Clasificatorias para el que viene con dos técnicos de distintas características y similar nacionalidad.

Otras falencias: el campeonato de este año, lento e interrumpido, se salvó del desastre total solamente por el suspenso de las fechas finales; las divisiones menores siguieron descuidadas, los árbitros mantuvieron su bajísimo nivel, las barras extendieron a regiones sus desmanes y el público siguió siendo deficitario.

Con todos esos ingredientes no hubo nada peor en el año que el trabajo sin trabajo de la ANFP y su desprestigiado presidente.

Jordhy Thompson, protagonista del tema más polémico del año.

LO FEO: El virus de la violencia intrafamiliar es tan antiguo como detestable, pero -a pesar de campañas y amenazas varias- sigue ganando terreno, sin diferencias sociales ni etarias, en nuestra sociedad. El problema es que este año contagió al fútbol con dos casos connotados. Dos grandes promesas del fútbol nacional dejaron de ser noticia en la cancha para convertirse en protagonista en los tribunales. Jordy Thomson, joven delantero de Colo Colo, ya tenía antecedentes al respecto, pero reincidió con falta agravada: intento de homicidio. Condenado a prisión preventiva, le llegó un salvavidas: oferta de contrato por parte de un club ruso. Sorpresivamente, la jueza le ofreció libertad a cambio de una fianza de 100 millones de pesos. Y ahí están juntando chauchas…

El otro caso es el de Cristóbal Campos, joven arquero de Universidad de Chile, más silencioso e igualmente grave que el anterior. A diferencia de Colo Colo, la U no esperó salvar su plata: lo despidió sin miramientos. El promisorio portero está ahora sin club y con su carrera en peligro.