Cuando el fútbol y el rock inglés conquistaron al mundo

Imagen del autor

Por Julian Ramirez
Actualizado el 28 de enero de 2018 - 1:34 am

Los años 60 marcaron un antes y un después en el balompié y en el rock de Inglaterra, dos de sus más influyentes expresiones culturales. En la cancha, la selección levantando la Copa del mundo y el Manchester United conquistando Europa; y sobre el escenario, The Beatles liderando a una generación de artistas que hasta hoy genera admiración. Años que sirvieron de perfecto marco para una brillante época británica.

 

En Inglaterra el fútbol ha sido una pasión desde su origen, desde la segunda mitad del siglo XIX, época en que se inventó y expandió. Exactamente un siglo  después, se consolidó el rock.Coincidencia o no, merced a su riquísima cultura, la nación británica pareciera sentir cada cierto tiempo la necesidad de crear algún producto de exportación. ¿Qué puede ser más influyente que el fútbol y el rock?

 Situémonos en la década de los 60. El balompié inglés goza de su mejor etapa: en 1966 la selección de los Tres Leones se corona campeona del mundo por primera (y única) vez, con un equipo legendario. Sir Bobby Charlton, la figura; Bobby Moore, el capitán, y Gordon Banks, el portero de la mejor atajada de los mundiales, le dieron a su país la posibilidad de levantar la Copa Jules Rimet en Wembley.

Dos años después, otro equipo mítico, el “Manchester United de la Santísima Trinidad”, se convirtió en el primer club inglés en ganar la Copa de Europa. Charlton -otra vez-, el irlandés George Best y el escocés Denis Law conformaron el tridente más solvente del Viejo Mundo,  alzando la“orejona”también en la “Catedral del Fútbol”.

Gloriosos años, sin duda, que de forma paralela tuvieron en la música el acompañamiento preciso, ya que Inglaterra se transformó en la cuna del rock moderno. Tomando como base lo mejor del antiguo blues y el rock and roll estadounidense, una generación de jóvenes músicos le da un peso y un valor inusitado a su arte. Gracias a su inconmensurable aporte, el rock inglés se toma el mundo entero.

The Beatles, The Rolling Stones, The Who y otros colosos lideraron la primera generación de estrellas inglesas. A este proceso se le llamó la “invasión británica”, puesto que alcanzó un altísimo éxito en Estados Unidos a partir de 1963, año en que “The FabFour” arribaron por primera vez a América.

Inglaterra, apenas veinte años después del desastre de la Segunda Guerra Mundial, y ya con Isabel II como Reina, se estableció como una indiscutida potencia en fútbol y música. Conociendo esta dualidad parece muy interesante y natural preguntarse si en algún momento el fútbol y el rock se mezclaron de alguna manera, y la respuesta es afirmativa.

Profundicemos un poco: ya mencionamos al Manchester United campeón de Europa en 1968 y a The Beatles, la banda por antonomasia de la cultura británica. Pues bien ¿qué podrían tener en común ambos emblemas, sobre todo si la banda de John Lennon, Sir Paul McCartney, George Harrison y Ringo Starr es oriunda de Liverpool, la ciudad a la cual pertenece el archirrival de los Diablos Rojos?

Mánchester y Liverpool fueron desde los albores de la industrialización dos urbes que pugnaron por el predominio comercial y social del norte de Inglaterra. Cuando se masificó el fútbol, a principios del siglo XX, pareció natural que ambas ciudades tuvieran importantes clubes, mismos que con el paso de las décadas se transformaron en los dos más grandes del país, por títulos ganados, por hinchada y por relevancia. Sin ir más lejos, el Manchester United v/s Liverpool desde sus primeros enfrentamientos ha sido uno de los clásicos más trascendentes del balompié mundial.

En 1968, año cumbre para el United, el gran grupo musical de Liverpool vivía una intensa transición: un año antes había llevado la psicodelia a niveles exorbitantes con el álbum Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band, y en ese año `68 buscaban volver a sus raíces más rockeras y bluseras con The Beatles (conocido popularmente como Álbum Blanco), y seguían componiendo, experimentando y grabando activamente. Tenían demasiadomaterial, canciones de diversos estilos y de alto vuelo. Esta realidad, naturalmente, generó que lanzaran sus dos últimas placas, ambas de joyería: Abbey Road (1969) y LetIt Be (1970).

Precisamente en Let It Be hay que detenerse. A pesar de ser el último disco publicado por The Beatles, no fue el último en grabarse. Todas sus canciones se trabajaron entre febrero de 1968 y abril de 1970, y hay una en particular que hace referencia a Sir Matt Busby, el eterno director técnico de Manchester United que estuvo en Old Trafford durante 25 años,  periodo en el cual sobrevivió al accidente aéreo de Múnich en 1958, donde fallecieron 23 personas, y ganó la Copa de Clubes de Europa en 1968 con la citada Santísima Trinidad.

El tema,grabado en enero de 1969 y con una duración de 50 segundos, está acreditado a los cuatro Beatles y lleva por título Dig It. Es una composición muy al estilo psicodélico de la banda e incluye en su lírica a una serie de personajes e instituciones con el fin de burlarse de ellos. Es una canción sarcástica interpretada por John Lennon imitando a Mick Jagger de The Rolling Stones, el otro grupo típicamente inglés de los sesenta. Todo lo que mencionan en la letra es visto como negativo por estos músicos: es una crítica al conservadurismo inglés y mundial.

Mencionan, como ya dijimos, a sus “competidores” de The Rolling Stones, también a la BBC, al FBI y a la CIA. Este aire de mofa justifica plenamente el que se incluyera a Busby en esta especie de lista negra, puesto que como buen ícono de Manchester United es “enemigo” de los chicos de Liverpool. Más aún entendiendo que Los Diablos Rojos pasaban en esos años por una época evidentemente más gloriosa que la del conjunto de Anfield. ¿Rivalidad? ¿Simbolismo? ¿Fanatismo por el balompié? ¿Humor británico? Con The Beatles nunca se sabe a ciencia cierta. Lo concreto es que a los muchachos de Yesterday se les trató de vincular desde siempre con el fútbol. Incluso ellos mismos, a través de carátulas de discos, entrevistas y canciones como Dig It, dieron pistas de ser aficionados a este deporte.

John Lennon mostró atisbos de serseguidor del Liverpool en reiteradas oportunidades. A Sir Paul McCartney, en cambio, se le ha vinculado más con el Everton, por herencia familiar. George Harrison y Ringo Starr parecieron estar históricamente más alejados del balompié. Sea como sea, la controversia está. La sombra del fútbol siempre estuvo con The Beatles. Los músicos más famosos del mundo eran ingleses y eso lo explica todo. Pertenecieron a un país que respira fútbol y que, desde los convulsionados años sesenta, convive con el rock mejor que cualquier otra nación. Fútbol y música. Manchester United y The Beatles. Sir Matt Busby y Dig It. Era dorada para Inglaterra en sus dos grandes pasiones. Entonces ¿cómo no se iban a retroalimentar en algún extraño lugar de la célebre década del sesenta? Esto fue, principalmente, Inglaterra durante ese tiempo, sus mejores años de fútbol y música.