Columna de Sergio Gilbert: Torneo Nacional 2024: ¿Más de lo mismo?

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Por Sergio Gilbert
Actualizado el 15 de febrero de 2024 - 6:00 pm

Como es la constante, habrá que esperar que alguna apuesta extranjera o un joven que venga de inferiores termine siendo figura del campeonato…

Por SERGIO GILBERT J. / Foto: ARCHIVO

Santificado el espurio, confuso y mediocre acuerdo logrado por la ANFP y el Sifup por el tema de la cantidad de extranjeros (seis inscritos por plantel, pero “sólo” cinco podrán jugar en forma conjunta) que logró detener el paro anunciado por la gremial de jugadores, este viernes se da inicio al Torneo Nacional 2024 de la Primera División chilena.

Como siempre se dice, los 16 equipos tienen la disposición a competir, porque se han reforzado bien. La televisión promete transmisiones de pura emoción, los dirigentes y propietarios de los clubes aseguran que existen bases sólidas para que se eleven los niveles. Y los jugadores están listos para darlo todo por la camiseta… Claro, nosotros, la prensa, los medios de comunicación, renovamos nuestra fe y nos ponemos al servicio publicitario del espectáculo más grande del mundo.

Patrañas.

Nada de eso se concretará. No al menos en los niveles de expectativa que el futbolero común y silvestre querría. Antes de que parta el campeonato, hay que decirlo con todas sus letras: será más de lo mismo que hemos visto y vivido en los últimos años.

No se trata de ser pájaro de mal agüero. Es simple constatación de hechos.

Vamos viendo.

El torneo ya se inicia con dos patas menos. Una, la suspensión de dos partidos de la primera fecha (Everton-Palestino y Unión La Calera-UC). Esto, por la imposibilidad de jugar en la Quinta Región debido a carencia de contingente policial por la emergencia de los incendios. Dos, tres equipos (Unión Española, O’Higgins e Iquique) ya anunciaron que cuando deban enfrentar a Colo Colo (los hispanos lo hacen este sábado) no aceptarán público albo por el numerito que se mandaron los “cabros” de la Garra Blanca en la final de la Supercopa.

En cuanto al nivel de competitividad de los equipos, que se supone puede haber crecido en el verano debido a la apertura del libro de pases, no hay que ser muy avispado ni entendido para saber que salvo un par de casos (Arturo Vidal en Colo Colo, Oscar Ustari en Audax y Franco Soldano y Gabriel Hauche en Unión La Calera) no llegaron desde fuera de Chile refuerzos que llamen mayormente la atención y que tampoco hubo cambios internos demasiado llamativos (Marcelo Díaz de Audax a la U fue lo más sonado). Por ende, como es la constante, habrá que esperar que alguna apuesta extranjera o un joven que venga de inferiores termine siendo figura del campeonato.

No es todo.

Hasta ahora, no hay ninguna señal por parte de los clubes y de la ANFP que habrá cambios sustanciales en la puesta en escena de los partidos para que pensemos que la experiencia-estadio o el simple seguimiento por televisión hará más cómodo o bello el espectáculo.

A eso hay que agregar que, como ya quedó demostrado en la Supercopa, la seguridad, el combate contra la violencia sigue siendo un tema pendiente. Se augura, por tanto, que durante el torneo sufriremos de detenciones y suspensiones de partidos.

¿Algo para tener fe? La empresa de datos Opta dijo que la liga chilena es la octava mejor del mundo en cuanto a tiempo efectivo de juego en los partidos (54 por cierto). O sea, se está jugando más que en los partidos de la liga española, por ejemplo.

Sin duda que uno puede discutir la forma de medición o derechamente no creer en este estudio.

Pero a algo hay que aferrarse para que no todo siga siendo igual…