Columna de Rodrigo Cabrillana: Garbage y los ’90 que nunca se fueron

En el marco de su tour mundial 2025, “Let All That We Imagine Be The Light”, el que celebra el octavo disco de su carrera que saldrá en mayo de este año, la agrupación originaria de Wisconsin visitó Santiago y Concepción en dos fervorosos conciertos, donde revisitó lo mejor de su clásico repertorio noventero.

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Por Rodrigo Cabrillana
Actualizado el 17 de marzo de 2025 - 10:00 am

Impresiona la fuerza escénica y vocal de Shirley Manson / Foto: @crisrock_photography

Siempre he pensado que el mejor proceder para conocer la esencia musical y performática de una banda es observar su “en vivo” en el escenario. Y Garbage, un conjunto fundado a mediados de los ’90 en Madison, Wisconsin, por célebres productores estadounidenses, es un proyecto que podría haber sembrado algunas dudas si no hubiera girado constantemente desde sus inicios.

Algo que nunca ocurrió, porque evidentemente, el conjunto de rock alternativo siempre fue recreando sus canciones en directo al poco tiempo de haberse publicado su primer disco.

Viaje al universo musical de la basura

De hecho, la historia comienza cuando Butch Vig (productor de Nirvana y The Smashing Pumpkins), Steve Marker y Duke Erikson quisieron formar un proyecto que fusionara componentes del tecno, del punk, del pop, de la música de vanguardia, del hip hop y el rock, y que sonaran todos a la vez. Una especie de banda sonora que reciclara en alguna medida la música industrial que tanto se resignificó a mediados de los ’90.

Por supuesto, explorando una sensibilidad significativa en la interpretación y en el sonido que el grupo buscaba incansablemente para dar vida a la idea musical que los fundadores de Garbage tenían en mente. Un ensamble que lo iban a encontrar íntegramente en la integrante de la banda escocesa Angelfish, Shirley Manson, a quien Big, Marker y Erikson vieron en la exhibición de un videoclip que emitió el canal MTV por esos años, y a quien contactaron para invitarla a audicionar y trabajar como integrante principal en el proyecto.

Una carismática y perspicaz vocalista

Finalmente, Manson, quien gozaba de un gran despliegue escénico y vocal, pasó la totalidad de las pruebas y terminó coescribiendo y coproduciendo el primer álbum homónimo de Garbage, que se editó en 1995 y que terminó siendo un éxito de ventas, con sencillos como “Stupid Girl”, “Only Happy When It Rains”, “Queer”, “Milk”, “Vow” y “Supervixen”.

Canciones que, en su mayoría, terminaron sonando constantemente en todas las radioemisoras de pop rock de la época. Chile no fue la excepción.

La música sonando fuerte

Junto a toda esa maquinaria musical, vinieron decenas de giras por el mundo, otros discos exitosos y Garbage se instaló en la carretera de la música mainstream internacional que alberga a muchos grupos que provienen originalmente de la música alternativa. Un conjunto que también tiene mucha química en su funcionamiento y en sus relaciones y que ha sido la clave para gozar de buena salud durante tantos años.

Así y todo, demoraron muchos años para presentarse en escenarios chilenos. Porque sería a finales de 2012, donde Manson, Big, Marker y Erikson, llegarían para vislumbrar al público local, en un encendido concierto en el Teatro Caupolicán, donde interpretarían la mayoría de su repertorio clásico.

Un cuadro similar ocurrió en 2016, con dos presentaciones en el mismo recinto, y luego Shirley visitaría Chile en 2019, en pleno estallido social, para participar de una concurrida charla y una producción audiovisual local. Esa era la agenda de Garbage en nuestro país, hasta que anunciaron su tercera venida que está teniendo acción en estos instantes.

Por tercera vez en Chile

Tuvieron que transcurrir casi nueve años para que volviéramos a escuchar las canciones de Garbage en suelo nacional. El primer concierto, que tuvo lugar en Movistar Arena, hasta donde la banda llegaba por primera vez, fue de gran factura, entremezclando la calidad de la interpretación musical de cada uno de los miembros, la voz y sensualidad impecable de Shirley Manson, el detalle y la belleza de la indumentaria en el escenario y el bonus de la experimentada bajista estadounidense Nicole Fiorentino. Simplemente, Garbage arrasó en una noche furibunda.

Un repertorio enérgico

El concierto se encendió con la más pura nostalgia de “Queer”, el tema que abrió el espectáculo, con una Shirley Manson colérica y enfundada en un exuberante traje verde con decoraciones diversas. De hecho, desde el primer tema se deja en claro, que el protagonismo primordial de Garbage pasa por la actuación y la calidez vocal de Manson, sin dejar de mencionar la presencia de los otros íconos de la música popular en el escenario, como el connotado Butch Vig en batería que acompaña profusamente cada canción, y los riffs magnéticos de Marker y Erikson que complementan la magia musical del conjunto en el directo.

“Fix Me Now” nos sigue transportando a su disco debut, luego prosigue “Empty” de “Strange Little Birds”, sexto álbum de estudio de la banda. Ambas canciones mantienen la energía alta en el público que llegó hasta el Parque O´Higgins.

“Sex Is Not The Enemy”, sencillo del disco “Bleed Like Me” de 2005 extiende el repertorio. “The Men Who Rule the World” recuerda la acción contra los abusos de poder, algo muy presente en la sociedad moderna. Mientras que “Wicked Ways” del álbum “Version 2.0” (1998) trae a colación la introspección a fondo de un personaje que intenta redimirse de sus errores pasados. La última canción entrecruza partes de “Personal Jesus” de Depeche Mode, una cita que rememora la hibridez musical que por momentos es Garbage.

Al calor del pisco sour

Es el turno de la melancólica “The Trick Is to Keep Breathing”, cuarto sencillo de “Version 2.0”, para dar cobertura a “Blood for Poppies” que debe reiniciar luego de una partida en falso.

Por mientras, Shirley Manson deja sentir todo su beneplácito con Chile, dejando de manifiesto que es uno de sus lugares preferidos cada vez que giran por Latinoamérica. Donde no pierde oportunidad de probar el pisco sour local.

El deleite de los hits noventeros

“Wolves”, tercer sencillo del álbum “No Gods No Masters” del 2021 es el tema donde se deja al descubierto las influencias del grunge y la electrónica en Garbage. Para proseguir con “The Creeps” que pertenece al mismo disco. “Cup Of Coffee” del álbum “Beautiful Garbage” de 2001 es la composición que precede a la eléctrica “Vow” del disco homónimo del conjunto. Luego, una lluvia de hits de los ’90 recrea una atmósfera de euforia absoluta en el público: “Special”, “Stupid Girl”, “Only Happy When It Rains” y “Milk”. Los riffs de temas clásicos se amalgaman con bases electrónicas, la voz excepcional de Manson y la batería precisa de Vig.

Es el turno de “#1 Crush” para devolvernos al frenesí con la popular “I Think I’m Paranoid”. Es el momento también de Shirley Manson de dejar escapar algunas consignas contra la política de Donald Trump.

La juguetona versión de “Cherry Lips (Go Baby Go!)” comienza a marcar el final del evento, para que la intensidad de “Push It” y “You Look So Fine” determinen el fin de la primera parte del concierto.

“No Horses” es la primera canción del encore y la bailable “When I Grow Up” de “Version 2.0” cierra un animoso y magistral concierto, con toda la religiosidad y la comunión que se genera entre la expresiva Shirley Manson y su fiel público.

Durante la noche de este domingo 16, Garbage cerraba su paso por Chile, con un animado y multitudinario concierto en el Festival REC de Concepción. Los ’90 nunca nos abandonaron, sólo estaban de parranda.