Columna de Miguel Ángel San Martín: «Fuenteovejuna» siglo 21

Fuente Obejuna (así, con B) es un pueblo español de la provincia de Córdoba, en Andalucía, que vivió un drama de gran trascendencia en tiempos de los Reyes Católicos, en abril de 1476.

Imagen del autor

Por Miguel Ángel San Martín, desde España
Actualizado el 13 de marzo de 2025 - 1:25 pm

Fuente Obejuna de hoy, un pueblo de gran atractivo turístico / Foto: AGENCIAS

Según testimonio escrito por el canónigo de la Catedral de Cuenca, Sebastián de Covarrubias, capellán del rey Felipe II, la noche del 23 al 24 de abril de 1476, se produjo el alzamiento de los habitantes del poblado Fuente Obejuna, que se confabularon en contra del gobernador mayor de Calatrava, Hernán Pérez de Guzmán, a quien mataron en su propia casa a puñaladas y pedradas.

En su relato señala que todos los jueces que acudieron a investigar los sucesos, pese a las torturas empleadas en los interrogatorios a los vecinos, sólo consiguieron por respuesta que “Fuente Obejuna lo hizo”.

Agrega, en forma interesada, una justificación del drama muy manipulada en favor de las autoridades de la época.

Nace “Fuenteovejuna”

Sin embargo, siglo y medio después de estos hechos, el dramaturgo Lope de Vega recuperó esa historia y la convirtió -en 1614- en una notable obra de teatro, “Fuenteovejuna”, que sólo pudo ser estrenada en Madrid en 1619, convirtiéndose de inmediato en un ícono de la obra literaria del Siglo de Oro español.

Lope de Vega relata en tres actos la confabulación popular y dramático desenlace, y la califica como “un símbolo de la unión del pueblo contra la opresión y el atropello”.

El gobernador mayor Pérez de Guzmán de estos días: Donald Trump / Foto: AGENCIAS

El caso actual

Recurro a este recuerdo literario de hace tanto tiempo, al conocer las reacciones que se están produciendo en el mundo de hoy, ante las amenazas y acciones agresivas y abusivas del presidente de la Estados Unidos, Donald Trump.

En muy pocas semanas, Trump ha mostrado la peor cara de la prepotencia del poderoso, violando derechos humanos básicos contra inmigrantes, desconociendo acuerdos internacionales -especialmente económicos-, y apoyando a personajes que están provocando desastres humanitarios con criminales guerras.

Y ante tales acciones, los países afectados se están alzando “todos a una”, como los habitantes de Fuente Obejuna.

Sin temerle al matón, se están convirtiendo en los habitantes de aquel pueblo de antaño y respondiendo con firmeza en donde más le duele, en el bolsillo. Es la confabulación impulsada por la razón, por el sentido común y por la justicia que se alza en un mundo civilizado.

Europa despierta

Europa se rearma, con el fin de actualizarse, porque está dependiendo mucho de Estados Unidos en esta materia. Y debe hacerlo con rapidez y eficacia. Los tiempos que corren son inestables y amenazantes. Y si más encima nos aparece un gobernante experto en enriquecerse a cualquier costo, debemos recordar al escritor romano Vegecio, que dijo “Si vis pacem, para bellum”, que viene a significar que “si quieres la paz, prepárate para la guerra”.

Pero también Europa se apresta muy unida para enfrentar esta peligrosa situación y trata de ganar tiempo. Debe modernizar sus propias industrias de armamento, pero sin gastar dinero en diversificar los productos. Por ejemplo, si van a fabricar tanques, hay que potenciar la fabricación de los Leopard de Alemania; utilizar los aviones de combate franceses, los misiles británicos, las fragatas españolas. Recuerdo un comentario de un experto hispano que dijo que “Europa no debería comprar los aviones F-35 de Estados Unidos, ni utilizar el satélite Starlink, de Elon Musk, que nos está espiando a todos, sin exclusiones”. Y agregó que “no deberíamos comprar ni una sola cuchara de la vajilla de la Casa Blanca, hasta que se civilice”.

La respuesta precisa

En resumen, los europeos no quieren seguir dependiendo de Estados Unidos, en este momento. Y como el mercado que tienen con ellos es enorme y Trump está subiendo arbitrariamente aranceles de los más diversos productos, Europa va a responder muy unida y con decisión.

Lo mismo está ocurriendo con otras naciones, como es el caso de México y Canadá. Le comienzan a pagar con la misma moneda que se sacó de la manga el mandatario estadounidense. Y eso le va a doler al provocador, al que no respeta los acuerdos y no le importa las consecuencias.

El mundo se une y responde como los de Fuente Obejuna: “Todos a una”.