Columna de Gerardo Silva: Las complicaciones de Deportes Puerto Montt
Con toda seguridad, lo que resta de campeonato será muy duro para los sureños. Como tocaron fondo, los aguerridos salmoneros tendrán que hacer de tripas corazón desde el último lugar de la tabla y luchar con toda su voluntad para mantener la categoría.
Por GERARDO SILVA / Foto: ANFP
Literalmente de terror es lo que han vivido “Los Hijos del Temporal” durante lo que va corrido del torneo: no han podido encontrarse con la mejor versión de su juego y se encuentran muy lejos de los resultados esperados.
La localía, que era un hándicap en temporadas anteriores, dejó de ser una de sus fortalezas; es más, enfrentando en el sintético del Chinquihue en la última fecha a su rival directo, la Universidad de Concepción, no sólo perdió el partido de manera dramática en los minutos adicionales del encuentro, sino que empezó a compartir la última posición de la tabla con los del “Campanil”.
Ha sido muy ingrata la temporada 2023 para los portomontinos. Los que conocen la geografía de nuestro fútbol saben que para jugar en el extremo sur del país no basta con ser un buen futbolista: hay que tener carácter y una gran capacidad de adaptación. Para representar a los salmoneros en el fútbol chileno hay que estar dispuesto a aguantar el clima, jugar la mitad de sus partidos en una cancha sintética y entender que cada 15 días deben viajar miles de kilómetros para cumplir su compromiso de visitante. Estos son algunos de los ítems a los que deben estar dispuestos.
El desgaste físico no es menor; por la misma razón, los directivos y cuerpo técnico son conscientes de que deben tener un plantel amplio y con capacidades para adaptarse, y por eso no es fácil contratar un futbolista.
Desde la conformación del plantel, se empieza a poner todo cuesta arriba para los alviverdes. Una vez que logran conformarlo, se debe trabajar convenientemente para fortalecerlo desde todos los aspectos: físico, técnico, táctico y principalmente sicológico. Sé que no estoy descubriendo la pólvora con lo que estoy comentando. Lo hago sólo con la intención de contextualizar. Por la misma razón, el futbolista promedio se encarece en el extremo sur, como también en el extremo norte pasa algo similar con San Marcos de Arica.
Lo cierto es que en esta temporada Puerto Montt ha sufrido, y mucho. Con toda seguridad, lo que resta de campeonato será muy duro para los sureños. Como tocaron fondo, algo que desde hace mucho tiempo no acontecía, los aguerridos salmoneros tendrán que hacer de tripas corazón desde el último lugar de la tabla y luchar con toda su voluntad para salvarse del descenso. A los sureños nadie nunca les regaló nada. Siempre les fue muy difícil participar en el fútbol profesional. Recordemos que también desde lo económico han hecho un esfuerzo titánico para mantener el fútbol profesional sin convertirse en sociedad anónima y compartir su institución con una hinchada fiel que, semana a semana, independiente del resultado, llega hasta el mítico Chinquihue para apoyar a su equipo.
Ahora es cuando directivos, cuerpo técnico, futbolistas y, por sobre todo, los sufridos hinchas dejarán la vida para mantener a los del «Puerto Puerto» en la segunda categoría del fútbol chileno, y esperar así tiempos mejores y quizá más temprano que tarde logren volver a la serie de honor y recibir en su hermoso estadio (uno de los más bellos del mundo) a los equipos más grandes del país.
Los “Hijos del Temporal” no escatimarán esfuerzo para lograrlo. Erwin Durán y sus muchachos tienen la última palabra.