Columna de Gerardo Silva: El retorno de la Academia

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Por El Ágora
Actualizado el 4 de noviembre de 2022 - 11:46 am

Regreso a lo grande del viejo y querido Magallanes a la primera división del fútbol chileno después de 35 años y eso no es todo, está a un partido de volver a Copa Libertadores después de casi cuatro décadas. Increíble, todo un sueño para los del “Manojito de claveles”.

Por GERARDO SILVA / Foto: AGENCIAUNO

Lo que está realizando Magallanes es sorprendente. Hemos visto cómo equipos que han alcanzado copas internacionales rápidamente bajan su rendimiento, hacen su debut y despedida en el concierto internacional, y luego quedan tan debilitados anímica y futbolísticamente que terminan descendiendo a la Primera B. Conocemos esa realidad y no necesitamos nombrar a los equipos que han vivido estas circunstancias, porque los que seguimos el fútbol chileno somos testigos de aquella situación.

Lo que hace Magallanes hoy, es absolutamente a la inversa, armó un plantel con jugadores jóvenes y lo reforzó con varios referentes para proporcionarle la jerarquía necesaria e intentar ascender a la primera división, al fútbol de honor de nuestro país, y lo consiguió jugando un buen fútbol, alegre, dinámico, con juego construido y con un volumen ofensivo que ya se lo quisiera cualquier equipo de primera división.

No olvidemos que la albiceleste estuvo deambulando por 35 años en las ligas menores, incluso hasta en la tercera división del fútbol amateur le tocó competir. Lo que acaba de conseguir es sin duda producto de una buena planificación, no me cabe en la cabeza que esto sea una casualidad, es mucho el tiempo que el “Manojito de claveles” se mantuvo en la primera posición de la tabla y además ofreciendo un fútbol vistoso y asociado. Como decía, a la inversa de otros, porque el viejo y querido Magallanes no sólo ascendió, sino que también está clasificado para jugar la final de la Copa Chile, algo no menor para un equipo de la B. Ahora enfrenta a Unión Española, equipo que dejó en el camino a Universidad de Chile, y que también tiene un pasado histórico en Copa Libertadores, por favor no olvidemos a la Unión Española del 75.

Bueno, lo cierto es que el próximo 13 de noviembre se jugará la finalísima. Magallanes enfrentará el partido en igualdad de condiciones -«ambos son de primera división»-, pero sin duda con desigualdades económicas lógicas y evidentes respecto de sus plantillas.

¿A qué apuesta Magallanes? Sin lugar a dudas a ese fútbol fluido dinámico y alegre que le valió un ascenso, pero también en estas instancias apuesta a la jerarquía de sus futbolistas avezados. César Cortés, Luis Jiménez, Iván Vásquez, Carlos Villanueva y el gran Albert Acevedo, son piezas fundamentales en este equipo, que no sólo podría conseguir el premio de ascender de categoría, sino que antes de debutar en primera división tener la posibilidad de hacerlo en Copa Libertadores de América.

¿Qué les parece?

Digno del más cariñoso de los aplausos, de todos aquellos que vibramos con nuestro fútbol y reconocemos el buen trabajo y la dedicación. Nicolás Núñez es un técnico que ha ido quemando etapas y que hoy se ha convertido en el mayor proyecto de entrenador que tenemos en nuestro fútbol.

Como dirían en España, «enhorabuena», por ahora la carabela navega en aguas mansas, y se prepara para grandes desafíos, ha demostrado tener el aguante y la capacidad para superar todo tipo de dificultades, así  como  aventajó a su mayor escollo,  Cobreloa, en la liga B del fútbol chileno, tendrá que superar una dificultad mayor, un plantel de primera división y luego por qué no, si las cosas salen bien, mezclarse entre los equipos referentes del fútbol sudamericano.

Me pongo de pie y le doy un aplauso, felicidades Magallanes.