Columna de Ernesto Fontaine: El infierno mojado de Interlagos
En Interlagos, Sao Paulo, el neerlandés Max Verstappen amplió su ventaja sobre Norris a 62 puntos, quedando a tan sólo 14 unidades de asegurar matemáticamente su cuarto título consecutivo.
“El que debe cambiar su estilo de conducción es él», sentenció Lando Norris, piloto de McLaren, tras la polémica penalización en el Sprint de Interlagos, ubicado en el distrito de Cidade Dutra de Sao Paulo, al tricampeón mundial Max Verstappen. En una pista traicionera y bajo la lluvia en la cuna de Ayrton Senna, el neerlandés demostró por qué sigue siendo el piloto a vencer. Con esta victoria en condiciones extremas, Verstappen amplió su ventaja sobre Norris a 62 puntos, quedando a tan solo 14 unidades de asegurar matemáticamente su cuarto título consecutivo, una misión que parece prácticamente inevitable en las tres carreras restantes.
En la previa y bajo la lluvia, Lewis Hamilton rindió homenaje a Senna al conducir el mítico McLaren MP4/5B, evocando la mística del brasileño, considerado el mejor bajo la lluvia en la historia de la Fórmula 1. Fue una introducción perfecta para la épica jornada que aguardaba en el «infierno mojado» de Interlagos, donde las habilidades de cada piloto serían puestas a prueba.
Coincidencia o no, la reciente llegada de Franco Colapinto a la Fórmula 1 -iniciada en el Gran Premio de Mónaco- pareció sincronizarse con el resurgir de McLaren, el progreso de Ferrari y un notable descenso en el rendimiento de Red Bull en la segunda mitad de la temporada. Aunque Verstappen mantiene el liderato, nadie hubiera imaginado que a estas alturas el título de constructores aún estuviera en disputa. Pero Max se encargó de que sólo el campeonato por equipos siga sin un claro vencedor con una victoria después de 10 carreras. Y el novato argentino, con temple y habilidades que lo destacan, demostró merecer un asiento fijo el próximo año.
La carrera en Interlagos comenzó con un caos que incluyó la colisión de Lance Stroll en la vuelta de formación. Mientras tanto, Verstappen, quien había sido relegado en el Sprint a la 17ª posición, progresaba hasta la segunda posición cuando un accidente de Colapinto forzó una bandera roja. Tras la reanudación, Max aprovechó la oportunidad y ascendió rápidamente, superando en cuestión de curvas a Esteban Ocon para asegurar el primer lugar. En una demostración de maestría bajo lluvia, Verstappen consolidó una victoria memorable.
Este triunfo lo sitúa entre los grandes, los históricos y talentosos, recordando las legendarias victorias de Senna en condiciones similares. Con su actuación, Max queda prácticamente al borde de sellar el campeonato de pilotos, necesitando apenas unos puntos adicionales en el resto del calendario. Sin embargo, la sexta posición de Norris mantuvo a McLaren en la cima de la clasificación de constructores, demostrando que el título por equipos sigue abierto, y cada punto importa en esta recta final.
El podio de Interlagos también tuvo su momento especial para Alpine, con Esteban Ocon y Pierre Gasly, ocupando la segunda y tercera posición respectivamente. Este 2-3 fue un logro significativo para Alpine, consolidando su potencial y demostrando que puede pelear en un circuito tan exigente.
Para Franco Colapinto, aunque se vio obligado a abandonar, el argentino ha ganado experiencia valiosa en su primer año en la Fórmula 1. Ha demostrado tener la capacidad y la mentalidad necesarias para afrontar la presión en la máxima categoría, dejando una sólida impresión que augura una trayectoria prometedora.
Interlagos, con sus condiciones extremas, dejó su marca en el campeonato y elevó la intensidad en la recta final. Con Verstappen a un paso del título y McLaren liderando el campeonato de constructores, la temporada aún promete un cierre inolvidable en lo que ya es una de las campañas más emocionantes de los últimos tiempos. Una carrera para la posteridad, historia pura en el autódromo Carlos Pace de Inrterlagos.