Columna de Claudio Gudmani: el gusto del DT

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Por Claudio Gudmani
Actualizado el 9 de marzo de 2024 - 12:18 pm

La primera nómina de un proceso permite transmitir las ideas que uno quiere implementar, las bases metodológicas de entrenamiento que llevará a cabo, las condicionantes de actitudes que quiere y no quiere de sus dirigidos. O sea, establece un rayado de cancha primordial.

Por CLAUDIO GUDMANI / Foto: ARCHIVO

Si hay una cosa que siempre voy a defender como hombre de fútbol es que un DT de selección tiene la prerrogativa, el privilegio, de elegir a los jugadores que sean de su gusto para llevar a cabo su filosofía de juego. Porque parto de la confianza de que lo que busca es lograr los objetivos que se le pidieron, que no pueden ser otros que jugar bien, destacar y, por sobre todo, ganar.

De ahí a que lo logre, dependerá de sus elecciones, de los jugadores, de los que llevan a cabo el juego, de los que cumplen las funciones tácticas, con sus habilidades técnicas, físicas y mentales. Y eso dependerá, a su vez, de la capacidad de ese DT de implementar sus esquemas de juego, que no puede ser solo uno, porque hay que tener variantes. Además de la capacidad de convencer a sus dirigidos de que de esa forma podrán ganar los partidos ante cada rival que enfrenten.

Dicho esto, como tengo alma y conocimientos de entrenador, y constantemente estoy viendo y evaluando fútbol nacional e internacional, especialmente a los jugadores chilenos, en mi calidad de comentarista me atrevo a analizar la primera nómina de nuestro DT, Ricardo Gareca. Lo haré con algunas observaciones que pueden darnos luces de lo que viene…

Antes de eso, quiero hacer un apunte de entrenador: la primera nómina de un proceso tiene agregados muy importantes a considerar. Lo primero es transmitir al grueso del plantel que uno considera esencial para su trabajo, las ideas que quiere implementar, las bases metodológicas de entrenamiento que llevará a cabo, las condicionantes de actitudes que quiere y no quiere de sus dirigidos. O sea, establecer un rayado de cancha primordial para la continuidad y eficacia de su proceso. Por eso, el llamado de algunos referentes y la ausencia de otros, ya marca una pauta.

En el arco, el DT decidió por Bravo (40), Arias (35) y Cortés (29). Los ordeno de mayor a menor, porque se nota que prefirió experiencia en este puesto. Y, además, nominó de nuevo al máximo referente como capitán de la llamada Generación Dorada, aunque hace dos meses y medio que no juega. Y pese a que Brayan Cortés lo ha hecho bien en cada partido como titular en la selección. De proyección de un arquero joven, ni hablar.

En la defensa, hay jugadores “dorados” que vuelven y otros que no aparecen. Gary Medel (36), el último capitán, ante la ausencia de Bravo, no es llamado. Un referente activo en el fútbol brasileño, titular en su equipo, queda fuera. Curioso, pero quizá es una decisión para decirle a Paulo Díaz (29) que este es su momento, como un central rápido, agresivo, bajo, muy parecido a Gary. Veremos si el ídolo de River Plate, por fin, toma su lugar en la Roja. Es ahora o nunca.

Permanece el cuestionado Maripán, no muy favorito de la prensa, pero que mantiene titularidad en Francia durante casi cinco años. Por algo será. A ellos se agrega un nunca tomado en cuenta Igor Lichnovsky (30), quien lleva varios años en México con regularidad, ahora en el club más importante de la liga Azteca, el América. Y no podemos decir que es un jovencito. El otro jugador nominado como central es Matías Catalán (31), chileno argentino de buenas temporadas en Talleres de Córdoba. Tampoco un jovencito.

En los laterales hay experiencia y juventud. Vuelve el histórico Mauricio Isla (35). Lo hace por su presente, aunque ya se le daba por retirado de la Roja, debido a que nadie se ha hecho del puesto. Su suplente en la nómina es el sorpresivo Nicolás Fernández (24), del local Audax Italiano. Aquí aparece el primer joven convocado. En la izquierda, Gabriel Suazo (26) es ya un fijo, debido a su perseverancia y actualidad en Francia. Lo acompaña por ese sector Thomas Galdames (25), central reconvertido en lateral zurdo, que hace sus primeras armas con relativo éxito en Godoy Cruz (Argentina). Otro joven que sorprende en la nómina.

En el mediocampo, podemos darnos cuenta de cierto gusto del DT, que nos pueden dar algunas claves de lo que busca en el juego de la selección. No llama a otro referente, Arturo Vidal (36), quizá porque las lesiones no lo dejan en paz en sus inicios en Colo Colo, y que ya venía de varias paras en el futbol brasileño, por lo mismo. Otro mimado del proceso anterior de Berizzo, no estará para el inicio del proceso. ¿Señales?… ¿coincidencias?…

En todo caso, el “Tigre” muestra cierta sagacidad, porque en la zona de máxima movilidad, sí prioriza la juventud. A los ya experimentados Eric Pulgar (30) y Rodrigo Echeverría (29), de buen presente en Brasil y Argentina y que juegan en el centro del campo, le agrega la vitalidad de Marcelino Núñez (24). A su edad, tiene varios partidos en la selección, y juega en Inglaterra alternando algunas buenas y otras no tanto.

También, aparecen Javier Altamirano (foto principal), de 24 años, campeón con Huachipato y ahora en Argentina, otro talentoso con el balón. Y César Pérez (22), quien emergió hace un par de años, con buenas cualidades técnicas y físicas, único sobreviviente en esta nómina de la última selección panamericana. A estos jugadores se pueden agregar jugadores creativos, volantes más ofensivos y un poco incalificables, como Diego Valdés (30), figura por años en México, Víctor Dávila (26) que lleva muchos años afuera, ahora en Rusia, Carlos Palacios (23), un talento impredecible como inconstante, y Darío Osorio (20), una promesa haciendo su camino en Dinamarca. Estos últimos cuatro con buenas condiciones para rematar y hacer goles, viniendo desde el medio hacia adelante.

Lo preocupante viene en delantera, porque al inextinguible y plenamente vigente Alexis Sánchez (35), se agrega el inactivo Eduardo Vargas (34). El primero ya no tiene la velocidad de delantero de antes ni tampoco la continuidad que todos quisiéramos en Inter. Y Vargas hace años que no está en la Roja, y tampoco hace goles como antes. Pero es del gusto de Gareca, porque lo sufrió otrora, cuando dirigía al Perú. Dice que “quiere verlo y que lo vea la gente y otros clubes”, o sea, quiere ponerlo en vitrina. Si lo logra recuperar, es toda de él, pero déjenme aquí poner mis dudas. Además, porque ronda en el ambiente el tufillo de los representantes, a quienes también les gusta tener a sus jugadores en vitrina.

Otro delantero nominado en Marcos Bolados (28), quien siempre ha sido una eterna promesa, pero que nunca se ha concretado. Otra duda que tendrá que responder a la confianza del DT. Otro ahora o nunca. La grata novedad es un puntero veloz como los de antes, y habilitador: Cristián Zavala (24). El año pasado fue máximo asistidor en Curicó. De vuelta en Colo Colo tiene un muy buen presente, y también llega al gol.

Todos estos delanteros fueron en sus inicios punteros. Ninguno tiene la envergadura física típica del centrodelantero. Aquí se apuesta por velocidad corta, astucia, viveza.

El perdedor de esta nómina, Ben Brereton Díaz (24), inglés de madre chilena, una aparición refrescante en su momento, desechado por su presente débil. Errático en los últimos ocho meses, pero que desde que es seleccionado ha mostrado una voluntad de oro. Su deuda, no habla español bien después de dos años en la Roja.

Gareca dice que “no es determinante, pero sí fundamental para entenderlo a él y a sus compañeros” (sic)… Me pregunto, algunos que hablan español, ¿entenderán sus instrucciones o harán lo que quieran en la cancha?… Ben fue tan disciplinado con Berizzo, que terminó de lateral, cuando su fortaleza es cuando encara en velocidad y con espacios desde la izquierda hacia el arco. También llama la atención la ausencia de una de las promesas jóvenes del país, Alexander Aravena. Pero eso también puede ser cuestión de gustos.

Por eso, decir que Medel y Vidal estarán en algún otro momento, que Brereton puede volver si mejora su rendimiento y su español, y que todos los futbolistas están siendo observados, es una declaración inteligente. De buena crianza y propia de un DT que tiene que observarlos a todos, porque quiere a los mejores en su equipo, y que todo es variable. Y que hay rachas que saber aprovechar, momentos de los jugadores. Todo muy cierto, pero en un inicio, cuando se marcan las pautas y se raya la cancha, los elegidos la llevan y los desechados, no. Así de simple, incluso para elegir a los líderes.

Ahora, se agradece que el nuevo seleccionador dé él mismo las nóminas, explique sus elecciones, conteste las preguntas, hable y debata de fútbol. Y que vaya a conversar con los periodistas y comentaristas, porque así también se habla con los hinchas, con el público. Eso es de mi entero gusto.

Sin embargo, todos sabemos que, tanto para el DT como para los jugadores, y también para nosotros, el gusto será dulce o amargo, de acuerdo a los resultados. A las buenas o malas decisiones, a los aciertos y errores de los jugadores elegidos… Y que todos, incluido el mismo entrenador, pasan de bestia a bestiales, y viceversa, de un partido a otro. Porque aquí en Chile, señor Gareca, el gusto es pendular, y va de los logros a los fracasos, con mucha facilidad.