Colo Colo esta vez tuvo a Bolados para desenredar la madeja de Palestino
Cuando el Cacique había hecho un mal partido, y parecía que el empate ya estaba sentenciado, el antofagastino aprovechó una buena intervención del neozelandés-chileno Marcos Rojas para, con disparo cruzado, darle la victoria y los tres puntos a un equipo que cada vez es más puntero y candidato.
Foto: AGENCIA UNO
Cuando un equipo –como Colo Colo- juega tan mal como jugó frente a Palestino, pero aun así gana, es para pensar que la condición de cuadro favorito a ser campeón, que le atribuye la inmensa mayoría, no anda muy descaminada. Y es que el Cacique hizo suyo el encuentro y los tres puntos cuando ya no quedaba nada. Cuando se pensaba que el elenco de Gustavo Quinteros no había podido con la maraña que le tendió Palestino. Un Palestino que, hay que destacarlo, defendió con mucha aplicación y acierto, pero que, al contrario de otros equipos que pasaron por el Monumental, como Huachipato y Antofagasta, se jugó sus cartas ofensivamente y hasta puso en serios aprietos la portería de Brayan Cortés, la menos batida del campeonato.
Los hinchas tricolores, seguramente, deben considerar “injusto” el resultado. Sobre todo que se jugaban los descuentos para que todo terminara y su equipo mantuviera el invicto de la segunda rueda. Pero como hemos dicho tantas veces, no se trata de justicia, sino de anotar en la portería rival. Y mientras Bolados acertó, Palestino no pudo en las dos que tuvo.
La primera, fue en el minuto 51, cuando tras un tiro libre Bizama se anticipó a Zaldivia y metió el cabezazo que a duras penas fue repelido por Cortés. La segunda, en el minuto 75, surgió de un veloz contragolpe en que Fernández, lateral izquierdo, la cruzó hacia el centro del área. Falcón y Zaldivia quedaron lejos de la jugada y Suazo, que iba al cierre, no llegó, posibilitando el remate franco y a quemarropa de Salgado, que la elevó cuando el meta albo no tenía ni la más mínima posibilidad de impedir el tanto.
Nótese que no enunciamos llegadas claras de Colo Colo. Y es que no las hubo. Lo suyo fueron apenas aproximaciones. Como un derechazo de Gil que se perdió junto al palo, o el obús que Pavez ensayó en plena segunda etapa desde fuera del área, cuando la desesperación cundía al ver que todos los caminos se cerraban. El balón, sin embargo, no alcanzó a dar la curva acostumbrada y Sappa alcanzó a llegar para desviarla al tiro de esquina.
Es verdad que el Cacique tuvo esta vez rendimientos individuales bajísimos. Ni Lucero, Bouzat ni menos Oroz, estuvieron a la altura. Tampoco Costa, llegando de más atrás. Pero eso, más que déficit albo, hay que atribuirlo a la acertadísima disposición defensiva de Palestino, que no dejó espacios y que anticipó una y otra vez a los atacantes. Con centrales aplicadísimos, y laterales que claramente privilegiaron la marca por sobre las intenciones ofensivas, el cuadro de Costas tejió una maraña que enredó una y otra vez a un Colo Colo que tampoco contó con el arranque individual que marcara la diferencia.
Quinteros, viendo que el equipo no funcionaba, se jugó prácticamente todas sus cartas ofensivas. Partió excluyendo a Costa y a Oroz para hacer ingresar a Zavala y al neozelandés-chileno Marcos Rojas, que debutaba. Sin embargo, como el fondo palestinista igual parecía inexpugnable, incluyó también a Bolados ya cerca del final, para ver si superaba lo hecho por Bouzat, transitando de preferencia por el mediocampo.
Y recién al final, de tanto insistir, Colo Colo demostraba que de todos modos tenía más hambre de ganar que Palestino, que se fue quedando paulatinamente sin fuerzas arriba. Salas y Barticciotto, ambos dolor de cabeza para el fondo popular, se quedaron sin combustible y es normal, observando todo lo que se habían prodigado y corrido.
Colo Colo, ya en los descuentos, había estado cerca, luego que, tras un tiro libre de Gil, Bizama cabeceara hacia su propio arco, mandando el balón por sobre el travesaño. Como que el asedio albo, sin mucha claridad, pero asedio al fin y al cabo, había mellado buena parte de la seguridad y tranquilidad con la que hasta ahí se había desenvuelto el fondo tricolor.
Y cuando ya se jugaba el cuarto minuto de descuento, un pase profundo de Gil esta vez sí pilló mal parados a los centrales Bizama y Suárez. El balón lo capturó el “Kiwi” Rojas, debutante absoluto, sólo que, al ver que en el último control el balón se le quedaba atrás para buscar el remate al arco, tuvo la frialdad necesaria para esperar la llegada solitaria de Bolados, quien, con tiro rasante y cruzado, hizo estallar el Monumental, claramente resignado a esas alturas con el empate.
¿Justo? ¿Injusto? Esas son disquisiciones inconducentes. Como hemos dicho tantas veces, los goles no se merecen, se hacen. Y Colo Colo logró el suyo en el momento justo para transformar lo que era empate clavado en un absoluto nocaut.
PORMENORES
Campeonato Nacional. Partido correspondiente a la vigésimo segunda fecha.
Estadio: Monumental.
Público: 10 mil espectadores, aproximadamente.
Arbitro: José Cabero.
COLO COLO (1): Cortés; Opazo, Falcón, Zaldivia, Suazo; Gil, Pavez, Costa (61’ Zavala); Oroz (61’ M. Rojas),Lucero (90+5’ Pizarro), Bouzat (75’ Bolados).
PALESTINO (0): Sappa; B. Rojas (81’ Pardo), Bizama, Suárez, Fernández; Chamorro (73’ Salgado), Martínez, Farías, Benítez (90’ Cabrera); Barticcioto y Salas.
GOL: Bolados, a los 90+4’.
Tarjetas amarillas: en Colo Colo, Zaldivia, Opazo, Falcón y Oroz; en Palestino, Rojas, Bizama y Martínez.
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