Coeficientes: la U sigue corriendo peligro, mientras Colo Colo se estaría salvando
Si se considera el sistema de ponderar el campeonato actual con el del año pasado, concluido abruptamente debido al estallido social, vemos que para definir los descensos el cuadro azul estaría en esa tabla sólo por sobre Curicó, O´Higgins, la Universidad de Concepción e Iquique. El “Cacique”, con el “colchón” de puntos que le otorga el torneo 2019, estaría en la novena posición si el campeonato hubiera terminado. No deja de ser un alivio para Gustavo Quinteros, al que le pueden salir canas verdes dirigiendo a tanto patadura.
Por EL AGORA
¿Sabía usted que, de acuerdo al sistema de ponderación determinado por la ANFP para decidir qué equipos descienden a fin de año, Universidad Católica es el mejor por paliza y que la U, más allá de la aceptable campaña que viene cumpliendo en este 2020, sigue corriendo peligro? ¿Y que Colo Colo, que viene realizando una campaña vergonzosa desde el punto de vista de los resultados, y sobre todo de su juego, todavía puede respirar porque en esa tabla ponderada es noveno en lugar de penúltimo?
Y es que mientras los azules pagan tributo a una campaña 2019 para el olvido, y en la que sólo superaban en puntaje a la Universidad de Concepción cuando se dio término abrupto al campeonato, los albos todavía pueden respirar medianamente tranquilos gracias a ese “colchón” de puntos cosechados el año pasado, y que los sorprendió como escoltas de Universidad Católica con 40 puntos, aunque, claro, a trece del equipo que sería el monarca.
Sucede que, para entender esto, se requiere poco menos ser contador auditor o ingeniero comercial, de modo de domesticar los números que finalmente definirán, al final de este accidentado campeonato, el destino de las tres instituciones que, de acuerdo a las bases, perderán la categoría.
Estaba aún en la testera de la ANFP Sebastián Moreno cuando, producto del estallido social, el Campeonato Nacional no pudo seguir disputándose. Y como darlo por terminado en forma anticipada fue una medida obligatoria, no por ello dejó de ser irregular.
Que Universidad Católica fuera declarada campeón, ciertamente no molestó a nadie. Había sido por lejos el mejor (o el menos malo), y la amplia ventaja que le había sacado a su más cercano escolta -Colo Colo-, no daba lugar a los cuestionamientos.
El problema se produjo con la parte baja de la tabla, porque en una medida tan salomónica como políticamente correcta, la ANFP determinó anular los descensos, cuestión que llevó un suspiro de alivio a Curicó Unido, Deportes Iquique, Universidad de Chile y Universidad de Concepción, que con 26, 25, 24 y 23 puntos, respectivamente, veían el fantasma del descenso a la vuelta de la esquina.
Se decidió, entonces, con miras a los descensos del campeonato presente, que este consideraría dos tablas de posiciones: la que surgiría de los puntos en disputa por el torneo 2020, y otra que surgiría de los campeonatos 2019 y 2020 ponderados.
Y es aquí donde los brutos para los números, entre los cuales me incluyo, empiezan a sufrir como condenados, por más que haya que apelar a operaciones aritméticas que se aprenden en la básica.
Para despejar en algo el intríngulis, hay que decir que quien ocupe el último lugar en este campeonato actual se va a los potreros derechito y sin ninguna posibilidad de pataleo. Ello explica que el directorio granate haya cesado al técnico Bozán, que nunca le agarró la vuelta al equipo serenense. Para determinar los otros dos clubes que lo acompañan, sin embargo, se requiere urgente de una calculadora.
¿Cómo se definió quiénes serán los otros dos clubes condenados?
El segundo que pierde la categoría será el último de la clasificación considerados los coeficientes de rendimiento, al paso que el tercer descendido saldrá de una definición entre los penúltimos de cada tabla, es decir, la de 2020 y la de los coeficientes.
Como se ve, más enredado que paquete de virutilla.
¿Cómo se definen los coeficientes? Para el año pasado, se dividen las fechas que se alcanzaron a disputar, es decir, 24, por los puntos obtenidos, y ese resultado se multiplica por 0,6, equivalente a un 60 por ciento para la ponderación de puntos. Para el campeonato actual, se dividirán las fechas disputadas (se supone que serán 34, si los patos malos no deciden otra cosa) por los puntos de cada equipo, y ese resultado se multiplicará por 0,4, equivalente a una ponderación del 40 por ciento.
La ponderación para cada equipo se obtiene de la suma de ambos coeficientes.
Por cierto, nada de claro, nada de sencillo, pero muy propio de nuestra dirigencia, que como cualquier jugador malito se enreda sola intentando cachañas absolutamente improductivas.
En esto de las ponderaciones sólo hay dos excepciones: Wanderers y Deportes La Serena, que por haber ascendido recién este año -obviamente- no registran puntaje en el torneo pasado. A ambos sólo se les contabilizarán los puntos obtenidos en el campeonato actual, y con un 100% en lugar de un 40%.
Para el descenso de la B a la Segunda División se utilizará el mismo sistema de coeficiente de rendimiento.
Naturalmente que la decisión para definir los descensos dejó disconformes a varios, pero más que indignados a los iquiqueños, que vieron en esta fórmula una burda martingala para salvar a Universidad de Chile.
El argumento nortino fue que “esto no tiene pies ni cabeza. No puede ser que un campeonato de 24 fechas tenga una ponderación del 60 por ciento y otro de 34 jornadas una ponderación del 40 por ciento. Es sencillamente aberrante”.
La propuesta ganadora contó en la ocasión con los votos a favor de Universidad Católica, Palestino, Coquimbo, Huachipato, Audax Italiano, O´Higgins y Cobresal, al paso que no concurrieron con su voto a esta solución Colo Colo, Deportes Iquique, Everton y Universidad de Chile.
No votaron porque se habían retirado antes de la sesión, Unión La Calera, Unión Española, Deportes Antofagasta, Curicó Unido y Universidad de Concepción.
Jugadas 13 fechas de este campeonato largamente interrumpido por la pandemia, y que consulta 34 jornadas, bien vale hacer un ejercicio de fútbol ficción. En otras palabras, ¿cuáles serían los coeficientes de 16 de los 18 clubes que participan? Esto porque, como ya se dijo, Wanderers y La Serena están excluidos de estos cálculos.
La tabla la encabezaría Universidad Católica, con un coeficiente de 2,310. De allí en más, las posiciones serían: 2°, Unión Calera (1,756); 3°, Unión Española (1,650); 4°, Palestino (1,535); 5° Huachipato (1,404); 6° Deportes Antofagasta (1,383); 7° Audax Italiano (1,373); 8° Cobresal (1,342); 9° Colo Colo (1,300); 10° Coquimbo Unido (1,281); 11° Everton (1,279); 12° Universidad de Chile (1,277); 13° Curicó Unido (1,265); 14° O´Higgins (1,188); 15° Universidad de Concepción (1,006), y 16°, Deportes Iquique (0,963).
Cabe señalar que los coeficientes de Deportes Antofagasta y de Colo Colo son transitorios, esto es, mientras el Tribunal de Disciplina de la ANFP no decida si el encuentro pendiente entre albos y nortinos se juega o si simplemente los tres puntos se le entregan a Antofagasta.