Cero Aporte: Juan Carlos Cisneros y el golazo de su representante

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Por Matías Alcántara
Actualizado el 31 de mayo de 2016 - 9:13 pm

  • Lejos de una trayectoria que justificara en lo más mínimo su llegada a un grande del continente, el volante argentino arribó a Colo Colo en el segundo semestre del 2000 y, al cabo de la temporada, abandonó el fútbol chileno tal como llegó: como un completo desconocido. El entonces manejador del futbolista, Jorge Luis Ghiso, habló maravillas del jugador, dejándole la vara tan alta que siempre estuvo lejos de superarla.

“Este chico es una mezcla de Aimar, Saviola y Manso”.

La frase fue pronunciada por Jorge Luis Ghiso, gran puntero izquierdo de la U de los setenta, cuando definió las cualidades futbolísticas de Juan Carlos Cisneros, volante que se sumó a la disciplina de Fernando Morena, el entrenador de Colo Colo del año 2000.

El mediocampista llegaba con la misión de ayudar a acortar la distancia con los punteros del torneo, que por esos años se jugaba con el formato de todos contra todos, a dos ruedas, y rendir una aceptable Copa Mercosur. De acuerdo a “Vitrola” Ghiso, que no le gustaba el rótulo de representante sino que se definía como recomendador de jugadores, Cisneros era el hombre idóneo para inyectarle esa cuota de irreverencia a un equipo que no encontraba el rumbo.

Luego de su nulo aporte al equipo del Monumental, fue consultado por sus intenciones de continuar en los Albos. Y Cisneros respondió: “Me encantaría seguir en Colo Colo… ¿A quién no le va a gustar?”.

Y algo de razón tenía Ghiso, porque Juan Carlos Cisneros efectivamente tenía cosas de los tres destacados futbolistas que mencionó en su primer entrenamiento en Macul. De Pablo Aimar, entonces en River, tenía similitudes en el trote sin balón. De Javier Saviola, que la rompía en Argentina y que luego defendería, entre otros equipos, al Barcelona y Real Madrid, se podía comparar su timidez. Y de Damián Manso, la nueva esperanza de Newell´s, su sonrisa.

Cisneros, que heredó la camiseta número 11 de Ivo Basay, llegó a Colo Colo con 23 años, luego de un discreto paso por Deportivo Español y por Cipolletti, equipos que actuaban en el ascenso trasandino. Su entrega en los entrenamientos motivaron a Fernando Morena a llevarlo a algunos partidos a la banca, pero pronto haría méritos para ver a sus compañeros sólo desde la tribuna. Actuó en tres partidos oficiales, pero en ninguno fue titular.

Luego de su nulo aporte al equipo del Monumental, fue consultado por sus intenciones de continuar en los Albos. Y Cisneros respondió: “Me encantaría seguir en Colo Colo… ¿A quién no le va a gustar?”.