Cero Aporte: Celio Silva, sin historia en la Universidad Católica

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Por Carlos Pérez
Actualizado el 19 de julio de 2016 - 6:04 pm

Vagno Celio do Nascimento Silva, más conocido como Celio Silva, fue un jugador con interesante carrera en diversos equipos de Brasil (Vasco Da Gama, Inter de Porto Alegre, Flamengo, Atlético Mineiro, entre otros), los cuales hicieron de él un reputado y solicitado defensor central que alcanzó su máxima figuración futbolística al integrar el plantel del Scratchq ue disputó y ganó la Copa América de 1997 jugada en Bolivia.

Aquella vez, el zaguero debió competir por un puesto en la defensa frente a Goncalves, quien finalmente le ganó el cupo, permitiendo a Silva intervenir solo en un partido (3-2 frente a México en la segunda fecha de la fase de grupos).

Por lo anterior, su llegada a San Carlos de Apoquindo en febrero de 2001 sorprendió al planeta fútbol en Chile pues se estaba en presencia de un jugador que,sin ser un superclase, se había codeado con una de las mejores generaciones de la historia de Brasil, que conquistó dos mundiales y jugó la final de otro, además de hacerse de dos copas América, lo anterior con 32 años, una edad óptima para rendir todavía en nuestro balompié.

La historia de Celio Silva en la UC estuvo marcada por el deseo de la dirigencia cruzada de transformar al club e un equipo dominante, tras cuatro años sin títulos, y desde el primer momento fue un fijo en la idea de titularidad de Wim Rijsbergen.

Sin embargo, el paso del brasileño por la tienda universitaria se redujo a tres meses, tiempo en el cual una antigua lesión a la rodilla derecha empeoró, lo cual hizo abandonar la institución con un nefasto saldo de ocho partidos jugados, sin goles y una tarjeta roja.

Su salida estuvo acompañada de la del entrenador holandés (Rijsbergen) que fue relevado en su cargo por Juvenal Olmos, quien terminó de visar la salida de Silva de la UC, que se concretó el lunes 21 de mayo de 2001.

En la hora del adiós, el defensa se despachó una sincera declaración, que resumió su paso por la pre cordillera: “Sostuvimos una conversación muy franca. Y tanto yo como el club hemos decidido que lo mejor es terminar mi contrato. Infelizmente, no tengo la posibilidad de seguir, porque no puedo corresponder lo que necesita el entrenador del equipo (…) Lógico que me voy triste. Pro esta situación no se podía prolongar. Cada día que pasaba tenía un poco más de dificultades para lograr mi recuperación”.

Tras la marginación del brasileño, la dirigencia estudiantil se abocó a repatriar a Pedro Reyes, quien militaba en Auxerre de Francia, cosa que no se concretó. El paso de Silva es hasta hoy parte de una trilogía de malas contrataciones de jugadores del país de la samba, que iniciaron en 1998 Wagner y Edú Magna, ante los cuales Celio Silva –créase o no- pareció hasta un buen fichaje.