Cardenal Chomali alza la voz: «Antes de ser migrantes, son personas»
El recién nombrado cardenal Fernando Chomali destacó la dignidad de los migrantes y su labor en proyectos inclusivos como Lavandería 21, gestionada en parte con fondos propios.
El arzobispo de Santiago, Fernando Chomali, ahora cardenal de la Iglesia Católica, dejó clara su posición frente a la crisis migratoria al afirmar que «antes de ser migrantes, son personas».
El religioso enfatizó la importancia de no estigmatizar a quienes buscan mejores oportunidades y cuestionó la asociación de la migración con la delincuencia, calificándola como injusta.
“Nadie sale de un país si no es por un estado de necesidad muy grande y pienso que hay que hacer algo con ello”, indicó, añadiendo que “me parece que es una injusticia cuando se asocia migración a delincuencia. Todo delincuente del país que sea, tiene que ser perseguido y castigado como corresponde que es lo que están haciendo en Estados Unidos y en Europa con los chilenos que han hecho un daño inmenso y a nadie le gustaría que no metan a todos en un mismo saco”.
“Los migrantes son una riqueza”, sentenció finalmente sobre el tema.
Un legado de inclusión en Concepción
En su reciente visita a Concepción, tras ser investido como cardenal en Roma, celebró una eucaristía junto a feligreses y organizaciones como Lavandería 21, un proyecto emblemático que da trabajo a personas con síndrome de Down.
Durante 13 años al frente de la Iglesia Católica en el Biobío, Chomali impulsó obras como la reconstrucción de templos tras el terremoto de 2010 y el desarrollo de iniciativas sociales como la mencionada lavandería, financiada en parte con su propio patrimonio.
En sus palabras, «conocí el amor de las personas por sus barrios, por sus trabajos y por la Iglesia».
Este legado lo llevó a ser reconocido como un líder comprometido con la dignidad humana y el trabajo colaborativo.
Reflexión sobre la Iglesia y su futuro
Chomali también abordó desafíos de la Iglesia, como la búsqueda de espiritualidad y la necesidad de modernizar sus métodos de evangelización, especialmente en redes sociales. Reconoció que la tecnología avanza rápido y que «la Iglesia debe adaptarse, pero sin perder su esencia».
Sobre debates como el celibato, Chomalí expresó que su supresión no resolvería los problemas de vocaciones, destacando que el compromiso sigue siendo una dificultad en diversos ámbitos, no sólo en la Iglesia.